APRO/Arturo Rodríguez
La Alianza Federalista de Gobernadores le tomó la palabra al presidente Andrés Manuel López Obrador, que los retó el martes a preguntarle a sus habitantes si estarían de acuerdo en romper el pacto fiscal, pero que este miércoles, en su conferencia de prensa matutina y sin pregunta de por medio, atajó con un alegato de constitucionalidad.
La respuesta a los 10 gobernadores de la Alianza abarcó la parte presupuestal y se refirió principalmente al gobierno de Jalisco e incluyó un reto: “Si tienen pruebas de que no se les han entregado los recursos que les corresponden que las presenten. Les diría que hasta nos deben, en algunos casos que no han pagado impuestos en muchos estados”.
El tema fue abordado al concluir la conferencia de prensa en Palacio Nacional, un ejercicio que en esta ocasión se caracterizó por escasas preguntas periodísticas y más comedimientos y gestiones que dejaron fuera de la agenda el desencuentro entre gobernadores y el presidente, hasta que él mismo decidió retomarlo en seguimiento a una pregunta realizada ayer.
López Obrador inició diciendo que el reclamo de recursos por los gobernadores es infundado, negando que haya recortes presupuestales a los estados y explicando que existe una fórmula de distribución de fondos que no es caprichosa, sino de orden constitucional, que contempla población, pobreza y otros parámetros.
“Explico esto para que no haya manipulación”, dijo, para luego insistir en que modificar dicha fórmula implicaría una reforma constitucional.
El reclamo de los 10 gobernadores, todos de filiación opositora al partido en el poder, se ha extendido desde finales del año pasado, cuando, antes de aliarse, reclamaron por los fondos de salud a partir de la creación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi).
Continuó con las partidas para amortiguar la crisis derivada de la pandemia de Covid-19 y se radicalizó la semana pasada, luego de un análisis a la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021, así como de la eliminación de los fideicomisos.
López Obrador minimizó el asunto y les recomendó realizar consultas populares –un consejo que aceptaron declaradamente- el presidente retomó el debate este miércoles, con su rechazo a una distribución partidista de recursos o guiada por desencuentros políticos con mandatarios estatales, para derivar en la afirmación de respeto a la ley en las asignaciones.
Sus expresiones se centraron en Jalisco, cuyo gobernador, Enrique Alfaro, ha sido especialmente activo y el primero, desde hace meses, en amagar con romper el pacto fiscal. Al respecto, López Obrador aseguró que no se le deben participaciones federales al gobierno de esa entidad, ni a ninguno, que los recursos se han entregado en tiempo y forma.
Luego, abordó sobre las consultas que realizarían los gobernadores.
“Entonces, si se va a hacer una consulta –porque es muy bueno que se le consulte a la gente-, se va a proponer una reforma constitucional, y se va a llevar a cabo una controversia constitucional entre gobierno de estado y federación, que la gente conozca toda la información. Que no se engañe”.
El titular del Poder Ejecutivo expuso a continuación que su política de austeridad no afecta a las entidades federativas, pues esta se aplica a los presupuestos federales, en tanto, cuestionó que los mandatarios son libres del ejercicio de sus presupuestos cuya fiscalización corresponde a los congresos locales, un tema en el que no se va a meter.
Si bien, no dejó de mencionar los aparatos de protección, el uso de aeronaves y otras consideraciones para apuntalar su afirmación: “no se les obliga a que haya austeridad en los estados”.
Lo que no ocurrirá, dijo, es que los recursos federales destinados a los programas de ayudas sociales en efectivo sean transferidos a los gobiernos de los estados, destacando además que varios de los gobernadores corresponden a partidos que votaron en contra de garantizar dichos apoyos en el texto constitucional.
Abundó en que a esos gobernadores no les parece bien que existan esos programas, acusándolos de sólo apoyar a los de arriba y señalándolo de populismo o paternalismo.
“Nosotros no vamos a entregar los recursos a los que siempre se han negado, se han aprovechado del presupuesto público que es dinero de todos”, subrayó.
Además, consideró que era necesario aclarar su punto de vista y que no hay adeudo con los gobiernos estatales “para que no vaya a suceder lo que sucedió en Chihuahua, que se enrollaron en la bandera de la defensa del agua y nos metieron en un conflicto”.
Sencillamente, el mandatario expuso sobre la ruptura del pacto fiscal:
“No pueden, se tiene que reformar la Constitución, pero lo tienen que decir para no engañar a la gente”.
Concluyó: “que bueno que hay debate… es electoral, es tratar de sacar votos. Si nos acusan a nosotros, si acusan al presidente, piensan que con eso van a tener muchos simpatizantes del sector conservador. Eso es. Y no afecta en nada, nada más es cosa de aclararlo.