CIUDAD DE MÉXICO.- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que para el final del año 6 millones de mexicanos estarán desempleados, pues calcula que el país presentará una tasa de desempleo del 11.7% de su Población Económicamente Activa (PEA).
El organismo presentó el día de hoy la nota técnica “México y la crisis de covid-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos”, como parte de una serie en la que se han documentado los efectos de la pandemia en varios países de América Latina.
En el documento se detalla que en los primeros meses de la pandemia se observó una salida masiva de personas de la fuerza laboral y la pérdida de millones de empleos formales e informales en el país, y resalta que en cinco meses se han destruido más empleos formales que los que se crearon en 2019.
Además, que 44% de la población ocupada enfrenta el riesgo de sufrir reducción de horas o salarios, lo cual se superpone con vulnerabilidad de informalidad e ingreso bajo en algunos sectores.
La OIT también destaca que la ocupación informal (en sector informal y formal), tuvo una baja histórica con un descenso del 47.7% que no fue provocada por la formalización sino por una importante pérdida de trabajos informales.
Sin embargo, acota que, a partir de agosto, esta tasa se ha colocado en niveles semejantes a los previos a la pandemia y es posible que a final de año supere los niveles previos a la pandemia a causa de un traslado de personas trabajadoras hacia la informalidad.
El estudio también reporta un aumento progresivo en la actividad económica a partir de junio y un consecuente retorno a los espacios de trabajo, pero señaló que aún no ocurre una recuperación integral del empleo y persisten desafíos para su recuperación, por lo que estos efectos podrían empeorar en el mediano plazo.
De acuerdo con OIT, los sectores más afectados son las industrias manufactureras, el comercio al por mayor y por menor, los servicios inmobiliarios, de hospedaje y de preparación de alimentos y bebidas.
Pérdida de ingresos
Por otra parte, el organismo registra una pérdida sustantiva de ingreso en hogares que contribuye al aumento de la pobreza por ingreso laboral, un fenómeno que podría agravarse si se cumple el pronóstico de desempleo.
La crisis económica provocada por covid-19, dice, no se compara a crisis anteriores, por lo que sugirió medidas para los grupos más vulnerables en el mercado laboral, como mujeres, jóvenes, trabajadores por cuenta propia, entre otros, para que no tenga efectos sobre pobreza laboral en el mediano y largo plazo.
La OIT recuerda que, tras la crisis financiera del 2008, el nivel de desocupación tardó 7 años en volver a su nivel pre-crisis, 4 años en el caso de la tasa de informalidad y que se experimentaron varios años de incremento de la pobreza laboral.
Sin embargo, considera que la actual crisis económica y laboral conforma una oportunidad para replantear ciertos aspectos de la economía y considerar un enfoque ambiental más sostenible.