APRO/Alvaro Delgado
Ricardo Anaya, el excandidato presidencial de la alianza de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) en 2018, acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de tener “bajo amenaza” a la democracia y de padecer “complejo de inferioridad” ante los escritores Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín.
En su tercer mensaje semanal como parte de su retorno a la política para buscar ser diputado federal y armar una alianza como la que lo apoyó en 2018, Anaya recordó la militancia de López Obrador en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la elección fraudulenta de 1986 en Chihuahua.
“Nuestra democracia está bajo amenaza porque López Obrador nunca ha sido un demócrata. De ahí su complejo de inferioridad frente a intelectuales que han demostrado su compromiso con la democracia”, sentenció Anaya en un mensaje en video. “Nunca ha sido un demócrata –juzga el panista–. Por eso desprecia a los medios que lo critican. Por eso interviene en el Poder Judicial sin pudor. Por eso inventa una consulta popular que va a costar más que el avión presidencial, no para escuchar al pueblo, sino para manipular una elección”.
Según el expresidente del PAN, quien está bajo investigación por presuntamente haber recibido casi 7 millones de pesos de sobornos por parte de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, López Obrador no es demócrata y por eso también agrede a Chihuahua al desdeñar a su gobernador, Javier Corral: “Por eso desprecia a Chihuahua y a su gobernador, porque le acompleja recordar una lucha en favor de la democracia, la de Chihuahua en 86, en la que ni él y ni los suyos tuvieron los arrestos para participar”.
En su videomensaje sobre su libro El pasado, presente y futuro de México, Anaya recordó la transición a la democracia en nuestro país y aludió a dos momentos “de los que, curiosamente, no le gusta hablar a López Obrador”, porque lo dejan “muy mal parado”: Chihuahua 1986 y el fraude de 1988.
En las elecciones a gobernador de Chihuahua en 1986, “cuando todo lo controlaba el PRI”, “le robaron la elección” a Francisco Barrio, lo que provocó una amplia protesta social, a la que se unieron personas como Octavio Paz, Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Gabriel Zaid, Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis.
“Lo que hay que recordar es que Chihuahua 86 fue un parteaguas, porque se unieron todos los que creían en la democracia”, subrayó Anaya al preguntarse “¿por qué habría de avergonzar todo esto a López Obrador? Pues porque él era entonces un destacado priista del estado de Tabasco y se quedó calladito como momia frente a esos hechos”.
Además, agrega, “el arquitecto de ese fraude electoral” es hoy una de las principales figuras de la llamada cuarta transformación, y era en ese entonces el secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, y en la elección de 1988, él seguía en el PRI.
“Por increíble que parezca, durante la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari, López Obrador se quedó en el PRI. No acompañó en la lucha ni al ingeniero Cárdenas ni a la izquierda de esa época”, y “ya después, cuando no le dieron la candidatura que él quería, entonces sí se salió del PRI”.