Con cuatro votos a favor y tres en contra, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó la decisión del Instituto Nacional Electoral y le negó el registro como partido político a México Libre; en esa misma larguísima sesión, aprobó a otras tres organizaciones políticas: Fuerza Social por México, Redes Sociales Progresistas y Partido Encuentro Solidario. La decisión más comentada es que los magistrados dejaron fuera al partido de Felipe Calderón y Margarita Zavala, mientras que incluso contra la recomendación del INE, permite que sigan en el juego las organizaciones afines a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.
La mayoría de los magistrados del TEPJF indicaron que México Libre incumplió con los principios de transparencia y se realizó una larguísima argumentación acerca de las razones por las que ese partido no merecía el registro; los razonamientos sobre el registro otorgado a las otras tres organizaciones no fueron tan extensos y si bien la decisión del Tribunal fue por mayoría y no por unanimidad, lo que se comenta es que los partidos afines a la Cuarta Transformación la tuvieron más fácil y se festeja la decisión contra quienes el propio presidente considera sus adversarios.
Detrás de Fuerza Social por México está el senador de Morena, Pedro Haces, quien está convencido que su papel en la Cuarta Transformación es emular a Fidel Velázquez y regalarle a la presidencia una nueva CTM que se pliegue a los deseos de López Obrador; las Redes Sociales Progresistas están encabezadas por Fernando González Sánchez, yerno de la polémica (por decir lo menos) Elba Esther Gordillo, y a quien ya le ofreció una candidatura, incluso sin necesidad de militar en RSP, en las elecciones presidenciales anteriores, esta red se disfrazó de servidores de la nación para, sin militar en Morena, apoyar la candidatura de López Obrador, con una fuerte presencia en redes sociales. El Partido Encuentro Solidario son las nuevas siglas del Partido Encuentro Social, al Tribunal Electoral no le importó que, para renovar su registro, esta organización haya incurrido en la compra de votos y permitido la participación de ministros de culto en las asambleas.
El TEPJF es la institución que tiene la última palabra, la argumentación de los magistrados fue pública, el razonamiento de su voto también; especular sobre la influencia del presidente López Obrador es inútil, la decisión está tomada. El ruido en redes sociales acerca de si se favoreció a los aliados de la Cuarta Transformación y perjudicó a la pareja Margarita Zavala y Felipe Calderón, no son más que ejercicios entretenidos, dichos que tienen la misma validez e influencia que los miles de fanáticos que gritan como directores técnicos cuando juega la selección nacional, hasta ahí. Se entiende la necesidad de miles por sentir que forman parte de algo manifestándose a favor o en contra de las decisiones del Tribunal, con el pretexto del libre ejercicio de la expresión se puede seguir la rebambaramba, después, lo que sigue a esa distracción es cómo participaremos a través de las organizaciones que aparecerán en la boleta de las siguientes elecciones.
El tablero está hecho para participar a través de un sistema de partidos, un sistema que está en crisis, no sólo por la aparición de un líder carismático como López Obrador, sino porque las organizaciones políticas no han logrado sacudirse de las prácticas corruptas establecidas a lo largo de 70 años de hegemonía priista y, hasta ahora, se ofrecen como carcasa para los intereses personalísimos de quienes quieren un cargo público
La multiplicación de la oferta de partidos políticos y las evidentes fallas de un sistema que no acaba de reformarse son el estado actual de las cosas, lo que necesariamente sigue es una decidida participación ciudadana para hacer de esas organizaciones herramientas útiles para representar causas y movimientos antes que defender ideologías y personajes, para que los candidatos que se postulen no se cobijen en una figura o unas siglas, sino para que representen el conjunto de ideales un colectivo.
Coda. Alain Badiou en conversación con Nicolas Truong (Elogio del amor) explica que la esencia de la política está contenida en la pregunta “¿De qué son capaces los individuos cuando se reúnen, se organizan, piensan y deciden?”, mientras que el amor se trata de saber si dos son capaces de asumir la diferencia, volviéndola creadora, y concluye, “en la política, se trata de saber si son capaces de muchos, es decir, como masa, de crear igualdad”. Ahí está el propósito y la tarea.
@aldan