La posibilidad de adivinar qué número saldrá al tirar un dado, 1/6. La suerte necesaria para ganar apostándole al color rojo en la ruleta, .474. La inconmensurable chanza de ganar en las cartas jugando una mala mano de forma astuta. En alguna parte de este espectro están las posibilidades de Trump de ganar. En otras palabras, es completamente posible que se reelija.
Yo mismo escribí hace un mes que Biden ganaría con toda seguridad si no fuera por la trampa de Trump. Esa edición de Mareas Lejanas se enfocaba en la situación general del país vecino y las formas en las que Trump buscará influir de forma extralegal en la elección. Luego de los dos debates creo que Trump tiene mejores probabilidades de lo que pensaba originalmente y esta vez les voy a contar como podría llegar a ganar. Al final se remontará a la manera en la que se han acomodado las fichas y a los movimientos que han hecho ambos candidatos desde el inicio de la contienda. Pronto será la hora de cambiar las fichas en el colegio electoral.
Trump tiene en su mano su empuje sostenido para acercarse a los latinos conservadores. Esto lo ha hecho desde tres frentes: El primero es la economía, un tema en el que ha superado a Biden de forma sostenida en las encuestas. El segundo es la religión y su disposición de abarrotar el poder judicial con conservadores, tanto en la Suprema Corte como en las Cortes Distritales. El último es su personalidad de macho que ha atraído a mucho hombres latinos, según reporta Jennifer Medina en el New York Times.
Los demócratas, en cambio, no invirtieron lo suficiente en los latinos. Como de costumbre, los han dado por sentados. No aprovecharon el trabajo hecho por Bernie Sanders durante la campaña interna, se tardaron en invertir en anuncios bilingües y repitieron el error de 2016: no escuchar a las comunidades latinas, todas diferentes según su cultura y condiciones particulares. Las entrevistas con Chuck Rocha, coordinador para comunidades latinas de la campaña de Sanders son ilustrativas en este sentido.
Trump probablemente tenga más votos entre hombres afroamericanos gracias a su reforma de justicia y el hecho de que Biden fue central en pasar una reforma penal en los noventas que llevó a cientos de miles de afroamericanos a prisión por posesión de drogas. En el segundo debate, el presidente fue muy contundente en hacer esto notar.
Estos votos serán fundamentales en todos los estados disputados, pero claves en Arizona, Florida y Carolina del Norte. Parece contradictorio, pero parece que a Biden le irá mejor entre los votantes güeros que a Hillary y que en cambio, Trump mejorará sus números con votantes de color. Veremos si estas tendencias se cumplen y cual prevalece.
Además, Donald Trump Jr. ha estado organizando personas como “observadores electorales”. No sería sorprendente ver a estos voluntarios portando armas de fuego en las casillas de los estados donde es legal portar un arma a la vista. Todo esto destinado a intimidar votantes, entre los cuales también podrá haber personas que vayan armadas a votar. Desgraciadamente, es muy probable que veamos violencia en el día de la elección en algunas casillas por la enorme tensión en algunas áreas y la enorme polarización política en el país. Sin embargo, no creo que sea algo generalizado ni tremendamente relevante para el resultado. Si a esto le sumamos el enorme esfuerzo de supresión del voto que los republicanos hacen en todas las elecciones en distritos de minorías, tendremos que habrá pocas casillas donde mucha gente tendrá que ir a votar, aumentando el riesgo para los votantes por el Covid-19.
Por ese lado, el factor Covid es la mayor debilidad de Trump, pero podría acabar por ayudarle. Nos encontramos en medio de una acelerada escalada de los contagios en Estados Unidos y para el día de la elección probablemente estemos en plena crisis. Esto sin duda podrá tener un efecto en el número de personas que voten, impactando negativamente a Biden. Esto debido a que el presidente repetidamente les ha pedido a sus seguidores que voten en persona. Desde esta perspectiva, puede vislumbrarse una estrategia para interferir el voto masivo por correo , medio por el que hasta el momento cerca de 55 millones de estadounidenses han emitido su sufragio. Es posible que haya disputas legales en relación con qué boletas son válidas y cuáles no, cuestión que podría extender el resultado varios días. En términos de filiación partidista, muchos más demócratas registrados han votado en comparación a los republicanos. Este dato en sí mismo podría definir la elección, dependiendo de cuantas boletas por correo se descalifiquen y las razones por las que esto se haga.
Las ruletas en el casino Trump. giran y giran, y esfera gira por el canal circundante. Florida, Pennsylvania, Wisconsin, Michigan, Arizona y Carolina del Norte. Florida, Pennsylvania, Wisconsin, Michigan, Arizona y Carolina del Norte. Florida, Pennsylvania, Wisconsin, Michigan, Arizona y Carolina del Norte. Florida y Pennsylvania son las campanas. Si Trump gana Florida y un estado más de la ruleta, tendremos un resultado cerrado en el que “La Casa” fácilmente hará maniobras para reelegirse. La suerte está echada, y con un poco de estrella, Trump puede ganar. Si Biden gana Florida y Pennsylvania, una victoria de Trump se antoja difícil. Si Florida acaba cerrado, podríamos estar en un escenario tipo 2000 en el que el estado lo decida la Suprema Corte, instancia en la cual Trump tiene la ventaja del casino.
Al diablo las predicciones, cualquier cosa puede pasar. Las posibilidades son inconmensurables y en un año como este, calcularlas es una locura. Me retiro por esta temporada y después de la elección, les cuento que fue lo que pasó. Deseémosle suerte a los estadounidenses.