Con la ya muy usada fórmula de culpar al pasado y a la corrupción, “debería darles vergüenza” dice quien obviamente no tiene. Así, Andrés Manuel López Obrador utilizó su tribuna mañanera para darle un espaldarazo a su fiel y romántico escudero, el otro López, López-Gatell porque “lo maltrataron”. En serio, pensaban que lo iban a recibir como héroe nacional? “Los quieren desacreditar” agrega.
A ver, contamos oficialmente con 83,945 personas fallecidas por COVID-19 y más de 821 mil infectados. Nos hemos mantenido varios meses en el cuarto lugar mundial de países con más muertos, no hay ningún mérito, al contrario. Son estos datos los que los desacreditan, no las Senadoras que les dicen sus verdades. El Poder Legislativo es responsable de pedir cuentas al Poder Ejecutivo y eso le molesta a los dos López y por eso avienta un ”están enojados” dice el jefe del otro quien se ríe y goza el apapacho presidencial.
Como ya es usual, el tono de burla y las risas de los dos personajes contrastan con los semblantes de miedo y preocupación del pueblo que está afuera de los hospitales, de los padres de niños con cáncer quienes ayer se enteraron de que se robaron los medicamentos para escuchar la explicación presidencial: “está raro”.
Por eso las Senadoras panistas le dieron fuerte a López-Gatell y le pusieron a sus espaldas un par de letreros con las características que consideran más dañinas “exceso de ineptitud” y “exceso de soberbia”. Le pegaron a él y a su jefe por esa soberbia que los caracteriza y si, están enojadas como lo están millones de mexicanos que han perdido familiares y amigos por la pésima gestión del gobierno ante la pandemia, como lo están los 30 millones de nuevos pobres, como lo están los millones de personas que perdieron su empleo.
Apenas ayer se anunció la recuperación de poco más de 250 mil empleos, pero fueron más de 2 millones los que se perdieron por falta de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas que dan empleo formal a la mayoría de los mexicanos. Los especialistas en economía del sector privado estiman que la variación en el número de trabajadores que cotiza al IMSS a final de año será de -981 mil personas comprado con el año pasado.
Triste espectáculo de ambas partes ayer en el Senado sin duda, pero más triste que hoy el presidente y su estrella favorita lo tomen a burla y oportunidad para reírse como los cómplices que son. Como si los muertos fueran simples números, como si los desempleados fueran solamente un dato, como si los pobres fueran solamente un error de dedo.