El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó los resultados de la sexta edición de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT), levantada el año pasado en colaboración con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Los resultados más destacables son los siguientes:
*El tiempo total de trabajo de la población de 12 años y más es de 5 mil 661 millones de horas a la semana, de las cuales 49.4% corresponden al trabajo no remunerado, 47.9% al trabajo para el mercado y 2.8% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar.
*Del total del tiempo de trabajo de la población de 12 años y más, prácticamente 5 de cada 10 horas contribuyen a la economía del país, sin que medie pago alguno por ello.
*Del total de población de 12 años y más, 97% participa en el trabajo doméstico no remunerado para el propio hogar, con un promedio de 22 horas semanales.
*El 30.9% del Total de Tiempo Trabajado TTT para las mujeres corresponde al trabajo para el mercado, 66.6% al trabajo no remunerado de los hogares y 2.5% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar. Para los hombres, 68.9% concierne al tiempo dedicado al trabajo para el mercado, 27.9% para el trabajo no remunerado de los hogares y 3.1% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar.
*A nivel nacional, el promedio de horas semanales de tiempo total de trabajo para las mujeres de 12 años y más es de 59.5 horas y para los hombres es de 53.3 horas. El tiempo TTT identifica una brecha desfavorable para las mujeres de 6.2 horas más de trabajo total a la semana.
*Las cinco entidades con las mayores brechas en desventaja en el TTT para las mujeres son: Zacatecas, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz, con -12.2, -9.6, -9.1, -8.7 y -8.7 horas, respectivamente. En contraste, las cinco entidades con menores brechas son: Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Tabasco y Nuevo León, con -0.4, -1.0, -2.1, -3.5 y -3.7 horas, respectivamente.
Aguascalientes presenta una diferencia de -5.7 horas, que la ubica en el segundo rango entre las entidades que tienen menor brecha entre el tiempo total de trabajo de las mujeres con relación a los hombres.
Sobre el Trabajo No Remunerado de los Hogares (TNRH) destaca que, del total de población de 12 años y más, 97% participa en el trabajo doméstico no remunerado para el propio hogar, con un promedio de 22 horas semanales.
El trabajo no remunerado de cuidados a integrantes del hogar reportó una tasa de participación de 50% de la población de 12 años y más y un promedio de 9.3 horas a la semana.
El trabajo no remunerado como apoyo a otros hogares y trabajo voluntario tiene una tasa de participación del 20% y un promedio de 8.3 horas semanales. El tiempo dedicado a los cuidados pasivos no se contabiliza, cuando es un tiempo de vital importancia. Por supuesto las mujeres dedican el doble de su tiempo a esta actividad del cuidado simultáneo o secundario, en el que se está al pendiente o al cuidado de otra persona mientras se realiza otra actividad (principal).
En trabajo doméstico no remunerado para el propio hogar, las mujeres de 12 años y más reportaron 30.8 horas promedio a la semana mientras que los hombres en el mismo rango de edad registraron 11.6 horas semanales. En comparación con los resultados de 2014, se incrementa el tiempo promedio de trabajo doméstico no remunerado, una hora para las mujeres (29.8) e incrementa la participación para los hombres en prácticamente dos horas (9.7).
Pese a su jornada completa de trabajo para el mercado, para las mujeres no existe una reducción importante de las horas de trabajo no remunerado, siendo de 25.7 horas a la semana en el trabajo doméstico para el propio hogar, contra 11.0 horas de los hombres, ambos bajo la misma condición de trabajar 40 o más horas para el mercado.
La brecha de género nacional entre hombres y mujeres que trabajan en materia de tiempo de trabajo no remunerado en el hogar asciende a -14.7 horas en contra de las mujeres, aun trabajando 40 horas semanales cada uno en sus trabajos. En el caso de Aguascalientes la brecha suma las -13.9 horas; para efecto de mejorar las prácticas hay que ver entidades como Quintana Roo, Nuevo León y Yucatán cuya diferencia es menor.
Entre la población mexicana: las mujeres en casi todas las actividades reportan más participación que los hombres, pero en el Mantenimiento, instalación y reparaciones menores de la vivienda y otros bienes del hogar las mujeres reportan una tasa de participación de 6.8%, mientras que los hombres registraron una tasa de 32.0% en el mismo rubro. En la preparación y servicio de alimentos las mujeres reportan una tasa de participación de 93.5% mientras que los hombres reportan 63.6%. Así mismo, en la misma actividad las mujeres reportan 9.1 horas más de trabajo a la semana que los hombres.
En el vecindario regional tanto las mujeres como los hombres de Aguascalientes son quienes más trabajan (57.7 horas a la semana), seguido de Guanajuato y San Luís Potosí. Es menor la jornada en horas para Querétaro y Jalisco, este último con 54.8 horas.
En el trabajo no remunerado las mujeres ofrendan alrededor de 40 horas por semana y los varones solo 15. A actividades de estudio también las mujeres de 12 a 24 años, le dedican en general más horas que los hombres y en la Región Centro Bajío los queretanos son quienes más se dedican a estudiar con 44 horas semanales. Algo destacable de la región son las mujeres de Aguascalientes, dado que son las que más horas estudian 45.2 horas, y seguramente aderezadas con muchas horas dedicadas al trabajo no remunerado…
En México le dedicamos alrededor de ocho horas a la semana a las “actividades de convivencia familiar y social” con 8.6 horas para las mujeres y 7.6 horas para los hombres. La novedad es que, en la Región Centro Bajío Occidente, los masculinos somos más “socialitos” y le dedicamos más tiempo a estos menesteres que las femeninas en todos los estados que la componen; siendo particularmente alta la diferencia en Jalisco con 8.9 horas para los hombres, por solo 7.5 horas para las mujeres.
Fuente: Inegi Regional Centro Norte, octubre del 2020
Para la Agenda 2030 de Naciones Unidas, los efectos de la pandemia de Covid-19 podrían revertir los escasos logros que se han alcanzado en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres. El brote de coronavirus agrava las desigualdades existentes para las mujeres y niñas a nivel mundial; desde la salud y la economía, hasta la seguridad y la protección social.
Las mujeres desempeñan un papel desproporcionado en la respuesta al virus, incluso como trabajadoras sanitarias en primera línea y como cuidadoras en el hogar. El trabajo de cuidados no remunerado de las mujeres ha aumentado de manera significativa como consecuencia del cierre de las escuelas y el aumento de las necesidades de los ancianos. Las mujeres también se ven más afectadas por los efectos económicos de Covid-19, ya que trabajan, de manera desproporcionada, en mercados laborales inseguros. Cerca del 60 % de las mujeres trabaja en la economía informal, lo que las expone aún más a caer en la pobreza.
La pandemia también ha conducido a un fuerte aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas. Con las medidas de confinamiento en vigor, muchas mujeres se encuentran atrapadas en casa con sus abusadores, con dificultades para acceder a servicios que están padeciendo recortes y restricciones. Los nuevos datos muestran que, desde el brote de la pandemia, la violencia contra las mujeres y las niñas (y, especialmente, la violencia doméstica) se ha intensificado.