APRO/J. Jesús Esquivel
El general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue detenido por autoridades federales de Estados Unidos a su arribo al aeropuerto de la ciudad de Los Ángeles, California, como resultado de una investigación de corrupción por narcotráfico que desde hace unos años venía llevando a cabo el Departamento de Justicia.
Bajo el título “Operación Padrino”, la investigación del gobierno estadounidense data de por lo menos hace diez años, antes de que Cienfuegos asumiera como titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de acuerdo con fuentes fidedignas del Departamento de Justicia que habían narrado la pesquisa a Proceso.
De acuerdo con la narración que los fiscales generales hicieron a Proceso hace meses y a un periódico de circulación nacional de Estados Unidos, la DEA investigaba al general en retiro por supuestos nexos con la agrupación delictiva de los hermanos Beltrán Leyva, que controlaban el tráfico de estupefacientes en el estado de Guerrero y Morelos.
En esa época, el general Cienfuegos era el comandante de la IX Región Militar, con sede en Acapulco.
El expediente judicial del caso del general Cienfuegos está bajo la jurisdicción de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, entidad en la que también se procesa por narcotráfico al que fuera secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, Genaro García Luna, acusado de tener vínculos con el Cártel de Sinaloa.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dio a conocer la captura del general en Los Ángeles luego de que fuera notificado por el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.
Se trata de la primera vez en que un exjefe del Ejército mexicano es detenido en Estados Unidos acusado de narcotráfico.