- Poco después de tuitear una imagen del Monumento a Colón, con estatua y sin estatua, el celular del periodista Jorge Valencia se volvió loco: miles de likes, retuits y comentarios. ¿Qué fue lo que causó tanta controversia?
EMEEQUIS/Osvaldo Anaya
Ambas fotos se conjugan en una imagen poderosa por sus contrastes. Del lado izquierdo, el Monumento a Cristóbal Colón de Paseo de la Reforma, con un aire bucólico (“before”). Al otro extremo: el vacío que grita su ausencia, tras su remoción para “mantenimiento”, según lo dicho por el gobierno capitalino (“today”).
Una composición sencilla pero profunda que sacudiría Twitter.
La pinta: “¡¡¡HASTA NUNCA GENOCIDA!!!” en la barricada que protege el lugar donde debía estar la estatua. Y, enfrente, un artista con vestimenta prehispánica, absorto en lo que parece un ritual sagrado, con los brazos en alto y mirando a lo lejos.
Jorge Valencia, corresponsal para el medio estadounidense The World, pasaba por ahí en busca de datos para su reportaje sobre la petición de perdón a las poblaciones originarias, que López Obrador hace, cada vez que tiene oportunidad, al Rey de España y al Papa. Es un tema que llama la atención en Estados Unidos.
Tomó la foto como a las 2:30 de la tarde del lunes 12 de octubre, Día de la Raza, cuando se esperaba que esa zona estaría convertida en un caos, con la estatua de Colón en el suelo. En lugar del desmadre, se topó con una imagen hasta cierto punto reconfortante, de un artista en comunión consigo mismo. Ya no estaba Cristóbal Colón.
“El momento en que le tomé la foto fue porque llegó un señor que me parece que también era periodista, pero pues él tenía una cámara, porque yo no soy fotógrafo. La razón por la que yo no estoy directamente al frente de él es porque el fotógrafo está parado al frente de él. En la foto se ve que yo estoy como de costado, porque el fotógrafo estaba frente a Víctor (el artista), entonces llego y le quiero tomar foto”, dice Jorge Valencia en entrevista por Zoom.
Las coincidencias de una imagen
Primera coincidencia. Le pareció conocido el personaje, así que se acercó. Efectivamente, era Víctor, el vocalista de una banda de “rock mexica” llamada Los Cogelones, de Ciudad Neza. Un tatuaje en el hombro del rockero con el nombre de la agrupación lo convenció. Resulta que Jorge había ido a un par de toquines de este grupo, que no tiene nada que ver con el “mainstream”.
Segunda coincidencia. Rato después, se acordó que había visto una foto con un ángulo similar en una página de turismo. Resultó casi idéntica, salvo por la falta de estatua y la barricada anti protestas, además de la presencia del rockero. “Después de eso fue cuando me di cuenta que la foto que yo había mirado en esa página turística es del mismo ángulo de la foto de Víctor. Cero planeado, me di cuenta como a la media hora”.
¿Lluvia? Tormenta de notificaciones
A las 3:52 de la tarde, casi sin querer, colocó un tweet con ambas fotos y una leyenda: “méxico city’s monument to christopher Columbus. before: today:”. Se desentendió hasta que un sonido característico lo sacó de su marasmo. “Cuando de repente empezaron los retrinos (retuits) dije ¿qué es lo que está pasando? Para mí fue una sorpresa bastante grande”.
Su tweet tenía miles de likes y retuits, que seguían lloviendo a la par de un debate acalorado en su timeline. Al momento de redactar estas líneas, tres días después, el mensaje tenía 170 mil likes y 31 mil retuits, más mil 300 tuits citados y 289 comentarios. Algo que nunca le había pasado a Jorge, ni siquiera de cerca, con sus reportajes sobre México.
La cuenta de este bogotano de 36 años, @jorgevalencia, tiene 2,978 seguidores.
“Honestamente a mí me sorprendió bastante que tuviera una reacción tan grande. Si tú miras los otros tuits que yo tengo recientemente lo máximo que he tenido fue el año pasado, una vez tuvo uno como mil retrinos, mil retuits. A mí me sorprendió muchísimo”.
A Jorge no le pareció que Víctor, con el incienso quemándose y su danza, estuviera enviando un mensaje de odio al colonizador, como se leía en el letrero a sus espaldas.
El debate acalorado
Daniel Hernández Rosete (@Cetaculture), investigador del Cinvestav, tuiteó sobre la imagen: “Pero si el genocida no fue Cristobal Colón, sino Hernán Cortés. Ni qué decir de Moctezuma, que entregó la ciudad de Tenochtitlán sin defenderla militarmente”.
Francisco C. Ceballos, quien aparece como genetista en Twitter (@Ceballos_Gene), comentó: “Ese individuo está ahí hoy gracias a Colon y a los españoles. Si Latinoamérica hubiese sido una colonia inglesa o francesa prácticamente no habría genética indígena como pasa en USA, Canada, Australia… etc. Pero los españoles hemos perdido la batalla del relato”.
Un usuario que lleva por nombre los signos de agua y fuego (@elmessy0010) señaló: “Somos un país mestizo, ocultar estos monumentos es renegar nuestra historia. Sí hubo genocidio, pero también mestizaje. Debemos re-elaborar no ocultar, sino nuestras patías no se curan sino que se reprimen hasta que truenen”.
Hubo respuestas en inglés, pues el tuit estaba en ese idioma, en el que también Jorge hace sus reportes de prensa: “Not that I am a fan of colombus, but I am not a fan of vandalism. And if they really dislike their Spaniard roots, then start speaking indigenous dialects only. Go all the way”, dijo Don Quijote (@conejito_7). Algo así como: “No soy fan de Colón, pero tampoco del vandalismo. Si realmente odian sus raíces españolas, entonces hablen sólo dialectos indígenas. El trabajo completo”.
Tuitstar por un día… o dos
Víctor no tenía intención de reunir mucha gente en su ceremonia. Si hubiera querido lo podría haber hecho, pero el acto lo planeó como algo introspectivo, solitario. “Yo sé que si la gente llega es posible que la situación se ponga violenta”, le explicó a Jorge. “Yo no necesariamente estoy opuesto a eso, sino que simplemente yo quería que esto fuera algo mío, por eso lo hice solo”, le contó.
Víctor estaba bailando, cantando, en una especie de ritual, como agradeciendo a una entidad. Con conchas en los tobillos que sonaban al ritmo de sus pies. Sólo era él y un incienso quemándose al lado.
Por el contrario, el letrero de “genocida” a sus espaldas reflejaba odio. “Estoy casi seguro que eso lo hicieron unos artistas el fin de semana. Del otro costado decía: ‘ya lo derribamos, ‘hasta nunca’, ‘Cristóbal Colón, culo pelón’”, describe Jorge.
¿Y cómo es ser tuitstar por un día?
“Le apagué las notificaciones a esa vaina. Twitter las va como racionando. Le das click a 5 e inmediatamente salen otras 5. Yo le apagué las notificaciones como a las 7, como a las 8 y como a las 11 de la noche una amiga me mandó una captura de imagen del tuit y me dijo: ‘¡oye, tu tuit es viral!’”.
–¿Nunca te había pasado? ¿Ni con una nota o reportaje?
–Es que eso es lo más gracioso de todo. Me imagino que tú lo entenderás. Uno se puede clavar una semana entera realizando un reportaje super detallado, sufrirlo para que le salga a uno. Y de repente uno pone una foto y pues por algún motivo en ese momento a la gente le llama la atención y recibe toda esas interacciones. Dice 26 mil retuits y 134 mil likes (al momento de la entrevista).
“Lo que más me parece chévere es que el Twitter del grupo en el que toca Víctor, ellos tenían como 300 seguidores ayer y ahora tienen el doble. Yo los vi en, literal, un departamento. No los había visto en un escenario grande”.
En su reporte a The World (con Marco Werman), le preguntaron a Jorge Valencia por qué se removió la estatua. “La razón oficial de acuerdo con Claudia Sheinbaum fue por restauración. La remoción fue hecha de noche y de forma discreta. Algunos dijeron que iban a tirar la estatua este 12 de octubre. No hay consenso, como en Estados Unidos. Algunos hallan la estatua ofensiva y otros como parte de su historia. Hay controversia. El historiador Federico Navarrete piensa que la mayoría de mexicanos rechaza el monumento”.
Al anfitrión Marco Werman le llamó la atención que López Obrador le pidiera al Papa y al Rey de España que se disculpara con las poblaciones originarias de México por los abusos de la colonización. “Hubo debate y no hay consenso si fue una buena idea. Algunos piensan que incluso debería haber un perdón, pero del Gobierno de México, por la marginación de comunidades indígenas y afromexicanas”, le contó Valencia.
@AnayaSeconds