Dicen que “Libertad, igualdad y fraternidad” fue un lema contra la opresión y la tiranía; un lema propio del Estado de Derecho y la evolución social.
Libertad: Las Cámaras Legislativas Federales se encuentran en proceso de aprobar definitivamente la modificación a diversas leyes penales para permitir el incremento de la prisión preventiva oficiosa, que implica privar de la libertad a personas inocentes que apenas serán juzgadas, y sin posibilidad de evidenciar que pueden estar en libertad sin poner en riesgo a la víctima, sociedad o su proceso. Un mecanismo que la comunidad internacional, y parte de la nacional, rechaza, y al que estaremos sometidos cualquier persona, no solo los “delincuentes”, ya que tanto las normas como las actuaciones de autoridades se dirigen a toda la sociedad. Pero mientras la seguridad ciudadana siga trabajando conforme a creencias disfrazadas de percepciones, donde se hace creer que todos los problemas se resuelven con prisión, seguirá aplicando la frase de Aldoux Huxley respecto de que “el Estado Policial es un Estado sin lágrimas, donde las personas aman sus propias cadenas”.
Igualdad: La mayoría de ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, decidieron que la justicia puede consultarse popularmente, al establecer la validez de la Consulta Popular solicitada por la Presidencia, para preguntar a la sociedad si quiere que se juzgue o no a ciertas personas por la comisión de hechos ilícitos. En “protección” de la igualdad y la democracia, la mayoría de la Corte ha declarado que las autoridades han dejado de tener obligaciones y ahora cuentan con facultades discrecionales que, para ejercerlas, serán sometidas a consulta popular, por lo que ya no es necesario respetar o cumplir las normas fundamentales, salvo que la sociedad autorice a cumplirlas mediante consulta popular. Ahora, la justicia se consulta antes de pensar siquiera si debe realizarse.
Fraternidad: Las políticas públicas tienden a la división; se hace ver a personas como conservadoras, a otras ignorantes o huecas, otras como salvadoras, y unas más como títeres. Se emplean medios masivos para dividir; se crean movimientos de reacción contra determinadas ideologías y se hace creer que surgieron libremente de la sociedad; se utilizan las redes sociales para enfrentar, agredir, descalificar, destruir familias, personas, amistades. Surgen encuestas para generar una consciencia colectiva de que todos tienen la razón, y que a la vez nadie la tiene. Se es corrupto y se alega que el otro es corrupto. Se enfrenta a los jóvenes y se les hace creer que todo lo que no coincide con su pensamiento, es inadecuado o falso. Se difunden notas cortas, contradictorias para que la duda y la ignorancia siga en pie. Se emplea la tecnología para crear falsedades, pues a final de cuentas casi nadie verifica la fuente y todo se cree, y hasta los medios de naciones extranjeras ayudan a incrementar la división. Se emplea la necesidad, los sentimientos, el miedo, la ignorancia, para dividir y mantener la división.
¿A consulta la libertad, igualdad y fraternidad? Las y los humanos somos programables; cualquier primera información que recibimos, regularmente la creemos, la tomamos como veraz y la hacemos nuestra. Para las personas es fácil prejuzgar y difícil salir de ese prejuicio. Para la sociedad es más cómodo adquirir el conocimiento de su filtro de percepción, debidamente influenciado, que tener un conocimiento directo. Y es gracias a eso como se le divide para vencerlo y someterlo. El doble lenguaje genera doble pensar; el doble pensar genera confusión, y la confusión puede ser encaminada a lo que alguien quiere, y no a la justicia social. Pero cuando México despertó el 2 de octubre, el dinosaurio aún seguía ahí…