Los tiempos cambian estimado lector y la forma de percibir y vivir nuestra cotidianeidad parece no tener nada que ver con la vida de antes. Virus vs virus es una analogía directa a aquella película de Robert Benton protagonizada por Dustin Hoffman, Meryl Streep, Jane Alexander y Justin Henry, me refiero a Kramer vs Kramer de 1979. Un film que plantea un problema social de esa época, narra la historia de Ted y Joanna, una pareja joven que al parecer viven de acuerdo a lo que el ritmo de la sociedad marca, un marido amoroso con éxito en el trabajo al cual le debe dedicar tiempo para no perder de vista el futuro prometedor de un ejecutivo que va en ascenso. Ellos tienen un pequeño de seis años; un día al volver del trabajo Ted se enfrenta a una situación diferente a lo establecido por la sociedad, Joanna decide dejar a su marido y a su hijo. La historia muestra el aprendizaje que experimenta Ted para poder hacerse cargo del pequeño sin descuidar su trabajo, el rol de padre y madre que ahora es más común que en aquellos años; el conflicto de la historia se presenta cuando Joanna regresa a casa, pero ya no embona en la dinámica familiar, pues Ted además de sentirse realizado como padre, tiene todo bajo control.
Siempre he pensado que algunas películas reflejan la realidad del acontecer cotidiano, esta en particular, y aunque no la vi en la fecha que se estreno, tenía 10 años y seguramente no me iban a permitir el acceso al cine, me deja asomar a esa época donde el rol de pareja iba tomando otro rumbo, al interior de la sociedad norteamericana no sólo la madre se podía o se tenía que hacer cargo de la educación de sus hijos, ahora también los varones se descubrían aptos para esas tareas y combinarlas con la dinámica laboral, si bien a lo largo de la historia se ha tocado el tema de la equidad de género casi siempre se relaciona con los derechos, obligaciones y libertades de las mujeres, nunca lo relacionamos en primera instancia con los hombres. Kramer vs Kramer mostró el tema desde la perspectiva del papá, quien se queda con su hijo, lo saca adelante, no descuida el trabajo y finalmente puede con la responsabilidad. Película polémica en su momento por el tema, tal vez ahora el discurso audiovisual esté rebasado por la tecnología, pero el contenido de la historia deja evidencia de los cambios dentro de una sociedad que día a día demanda más, cada vez somos menos tolerantes o pacientes, por naturaleza es difícil aceptar el cambio y más adaptarse a este.
Hemos pasado ya seis meses de incertidumbre, de información manipulada que no nos permite terminar de hacer un análisis claro de lo que pasa en estos momentos en el mundo. Nos encontramos ante una constante amenaza mediática que nos muestra una realidad que en ocasiones rebasa la cotidianeidad de todos nosotros. Hemos visto más de lo que deberíamos ver, sabemos más que antes, los medios digitales han abierto la puerta de la información sin mesura, eso quiere decir que tenemos acceso a material que en muchos de los casos nadie lo autentifica, nadie lo avala del todo; como consumidores de medios somos imprudentes y entonces no formamos un criterio sólido o por lo menos más coherente de los acontecimientos. Pasamos por un momento donde cada uno de nosotros debería reaccionar diferente, no podemos masificar el comportamiento de la sociedad por la información que circula en los medios; hace unos días estaba viendo un documental de un fotógrafo que fue a levantar imagen a Daca, yo recuerdo que más o menos por los mismos años en que se filmó Kramer vs Kramer, George Harrison hizo un concierto para ayudar a los pobladores de Bangladesh, pero ni con concierto anuales creo yo se puede resolver la miseria de esa nación. El fotógrafo plasmó con su cámara la realidad de la capital de ese país, el cómo los niños trabajan para apoyar la economía de su familia, las condiciones de extrema pobreza en las que la mayoría de las personas viven, pero si le digo pobreza extrema es en grados superlativos, es ahí donde comento que no se puede masificar ni dar por hecho que la sociedad se va a comportar de la misma manera en diferentes contextos y entornos, en Daca por lo menos no se cuida la distancia social o sana distancia, no existen las medidas de higiene, ni siquiera agua para lavarse las manos. No vayamos tan lejos estimado lector, en nuestro propio país, cuántas comunidades sufren pobreza extrema, definitivamente no podemos generalizar un comportamiento social frente a un fenómeno de salud como este.
Virus vs Virus, cómo es que nos tenemos que comportar, qué debemos hacer, de qué manera actuar; al parecer tenemos un protocolo para seguir, estamos aprendiendo una nueva manera de interacción, vivimos amenazados por rebrotes, mutaciones, nuevos virus, la influenza estacional y aun tenemos dudas sobre la existencia de esta pandemia y sus consecuencia, no me diga que hoy por hoy no se topa con personas que piensan que esto no existe, aún y cuando a su alrededor hayan fallecido conocidos.
El virus está ahí, el otro virus también y siempre ha estado, por qué nos cuesta tanto aceptar los cambios, qué hace falta para que como sociedad asimilemos los sucesos. Hagamos una prueba sencilla, observe a su alrededor e identifique cuántas personas usan el cubrebocas, de las que lo utilizan quiénes lo portan correctamente, a qué distancia interactuamos, cuántas personas se congregan en los lugares públicos, las instituciones de educación que decidieron abrir sus aulas, cumplen con las medidas de higiene y seguridad para garantizar el no contagio, o abrieron para no perder más dinero, los gimnasios y restaurantes en las entidades donde ya se autorizó la apertura, cumplen con las medidas sanitarias; definitivamente la economía se debe reactivar a la brevedad pero tenemos que aprender a hacer las cosas, así como Ted Kramer aprendió a ser papá y no descuidar su empleo, nosotros debemos encontrar cómo ser ciudadanos responsables, no poner en riesgo nuestra salud y la de los demás, y garantizar nuestros ingresos, intentémoslo, vale la pena.
@ericazocar