- Más presupuesto para la salud y mecanismos para garantizar acceso efectivo para todas las personas, acuerdan organizaciones académicas y ciudadanas
- El incremento de uso de consultorios de farmacias, los abusos en hospitales privados y las citas postergadas en servicios públicos producen gasto de bolsillo
- El estándar mínimo es 80% gasto público y 20% gasto privado. En México estamos 50/50, con grandes diferencias entre subsistemas.
En México el sistema de salud produce una sangría constante en la economía de las personas y las familias. El gasto privado en salud produce endeudamiento, pérdida de patrimonio y en ocasiones, empobrecimiento.
El gasto privado de bolsillo se da cuando alguien enferma y las familias tienen que recurrir a un servicio privado y pagar el costo de medicamentos, de un estudio médico o de cualquier gasto relacionado con la salud.
México tiene una de las más altas tasas de gasto privado y de gasto de bolsillo en salud de los países de la OCDE. En 2006 el gasto de bolsillo era el 53% del gasto total en salud, en 2012 bajó al 40%, para 2018 era ligeramente peor: 41%.
El gasto de bolsillo es la peor forma del gasto privado en salud, pues se ejerce en el peor momento y en las peores condiciones: El gasto de bolsillo requiere pagar costos al menudeo, con poca capacidad de buscar alternativas por ser situaciones de emergencia. Situaciones que se prestan al abuso y a la inflación de precios de servicios privados, por la urgencia y el dolor, en momentos que, a veces literalmente son de vida o muerte.
Causas del gasto de bolsillo
- a) Exclusión. La causa más evidente es cuando las personas no tienen afiliación a uno de los subsistemas públicos de salud: IMSS, Issste o Insabi (antes “Seguro Popular”). Cada vez que requieren atención en salud deben pagar.
En 2018, 20 millones 245 mil personas, el 16% de la población carecía de afiliación y acceso a alguno de los subsistemas de salud. Estas personas están totalmente excluidas para ejercer su derecho a la salud. La carencia de afiliación es una de las dimensiones de la pobreza en México.
- b) Fallas en la atención. Pero hay una segunda situación que afecta a personas que sí están afiliadas al IMSS, al Issste, al Insabi u otro subsistema público, y por fallas de atención tienen que recurrir a gastar de su bolsillo. Hay varios casos: El caso más conocido y sonado recientemente es cuando no se surten las recetas de medicamentos.
Los medicamentos representan casi la cuarta parte del gasto privado en salud de las familias (23.4%), y para los hogares más pobres representa más de la tercera parte (34.5%).
La mitad de las personas que requieren atención en salud tienen que pagar por los medicamentos recetados y el 39% por la atención recibida.
Otros casos en que falla la atención se dan cuando se programan citas con varias semanas o meses después. Por la condición médica de la persona si requiere una cirugía o un estudio y se las programan semanas después, no puede esperar y debe acudir a un servicio privado.
- c) Debilidad de la atención primaria y proliferación de consultorios privados. Una tercera falla grave del sistema público de salud es el abandono y deterioro de la atención primaria en salud. Esta situación tiene efectos muy negativos en salud, además de los económicos. Afecta la prevención y la detección oportuna de riesgos y de las enfermedades en sus primeras fases. Con lo cual aumenta el dolor, la muerte y también los costos de los tratamientos cuando se complican las enfermedades.
Las fallas en la atención primaria provocan que muchas personas, aún cuando tengan afiliación, acudan primero a consultorios privados, ante la pérdida de tiempo para conseguir una consulta, ante la mala atención o por la falta de abasto de medicamentos, en los servicios públicos.
En particular se ha multiplicado el uso de consultorios adyacentes a farmacias. Esto produce mayor gasto. Pero sobre todo impide medidas preventivas y de detección oportuna de riesgos o de complicación de enfermedades, pues ese no es el objetivo de los consultorios privados y menos aún de los adyacentes a farmacias.
Propuestas de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza para un sistema público de salud con cobertura universal y calidad
La finalidad debe ser construir un sistema público de salud, sin exclusión, es decir, para todas las personas. Y con calidad, es decir, con capacidad de atención oportuna y adecuada, desde la atención primaria que garantice el enfoque preventivo y de promoción de la salud, hasta el nivel de alta especialidad.
Para ello la reforma estructural indispensable es desvincular el sistema de salud del contrato de trabajo e integrar un sistema único que no haga distinción entre derechohabientes y no derechohabientes de la seguridad social. Un sistema público que garantice el derecho a la salud y por tanto el acceso efectivo y equitativo a todas las personas.
Para avanzar en ese camino y tener logros efectivos en la reducción del gasto privado y en particular del gasto de bolsillo, proponemos para 2021:
- Un punto del PIB por la igualdad en salud. Para equilibrar la calidad de atención y lograr equidad de gasto público, hay que incrementar el presupuesto destinado a Insabi e IMSS Bienestar. Para equiparar el gasto por persona se requiere 1 punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB): 240 mil millones de pesos. Esa es la primera meta, hasta llegar al 6% del PIB (hoy se ubica en 2.5%)
- Servicios integrados centrados en las personas. Para corregir las fallas de atención urge integrar funcionalmente las redes de todos los subsistemas públicos (IMSS, Issste, Insabi y demás), iniciando por la atención primaria en salud. En una primera fase se pueden priorizar la integración para la atención del embarazo, la salud de la primera infancia y la atención a las principales causas de mortalidad, incluyendo el Covid-19
- Cero listas de espera para atención. Para evitar las citas postergadas, urge un mecanismo que resuelva de manera ágil la atención inmediata, la provisión de medicamentos y la prestación de los servicios requeridos, en el momento oportuno. Junto con un sistema de información que capte las fallas y mida la disponibilidad real de personal, equipamiento o abasto de medicamentos e insumos, a nivel de establecimiento y jurisdicción, para tomar decisiones de corrección y mejora
- Profeco de la salud. Para reducir el gasto privado de bolsillo también urge un mecanismo de supervisión y defensa frente al abuso de los servicios privados, para promover la transparencia en costos, la información completa y clara sobre alternativas y la sanción en caso de abuso.
- Participación ciudadana. Para promover la mejora de los servicios, evitar abusos y generar información oportuna y veraz desde el primer nivel de atención y los hospitales, urgen mecanismos tipo observatorio ciudadano y otras modalidades de participación social en la salud, especialmente en las acciones de promoción y prevención.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza