CIUDAD DE MÉXICO.- Las fiestas por la Independencia, en las que Andrés Manuel López Obrador imprime particular entusiasmo, cambiaron definitivamente su proyección inicial:
Ya no habrá público, ni se encenderán 500 antorchas en la ceremonia del Grito de Independencia como hace poco él quería. La celebración incluirá una “antorcha de la esperanza”, no habrá acceso a la plancha del Zócalo, habrá transmisión de imágenes y pirotecnia que el mandatario convocó a ver por televisión.
Aun así, López Obrador consideró que la conmemoración les gustará a los ciudadanos.
AMLO ha dejado claro que gusta de la historia nacional; desde el arranque de su gobierno ha recurrido a simbolismos históricos tanto en la iconografía oficial como en su discurso cotidiano y, las fiestas por la Independencia del 15 y 16 de septiembre retomaron su sentido cívico el año pasado que, esta vez se expondrán en narraciones sobre la conmemoración intercaladas en la transmisión de los dos actos.
Hoy, en su conferencia de prensa matutina, López Obrador dijo que las fiestas iniciarán el 13 de septiembre con la conmemoración de la defensa del Castillo de Chapultepec; el 15 se realizará el Grito y se encenderá la llama de la esperanza además del espectáculo pirotécnico.
El 16 de septiembre se izará la bandera, una representación de las Fuerzas Armadas harán una salutación sin las pompas del desfile tradicional, solo algunas formaciones por agrupamiento, vehículos y con sana distancia.
Ese día también se llevará a cabo una ceremonia de reconocimiento a los trabajadores de la salud por ayudar a salvar vidas durante la pandemia.