“La educación preescolar es muy importante en términos de estimulación”, explica psicóloga de la UNAM. Al quedar fuera de las aulas, “esa parte socioemocional se ve coartada”, comenta especialista de la SEP. Los padres son clave en este problema.
EMEEQUIS.– Alison Orta Mendoza es una niña de 5 años que actualmente cursa el tercer grado de preescolar. Desde que dejó de ir a clases, acompaña a su mamá todos los días al comedor económico donde trabaja, “su último día de clases fue el 19 de marzo y desde entonces ya vamos para 6 meses sin escuelas, sin actividades, de hecho, ha sido muy difícil”, platica su mamá, la señora Giovanna Mendoza Buenrostro.
Alison forma parte de los más de 30 millones de estudiantes que han tenido que adaptarse a tomar clases a distancia por la pandemia de Covid-19. Un cambio de rutina que representa un reto académico para todos los estudiantes, debido al confinamiento, pero que podría afectar en mayor medida a los menores que, como ella, cursan la educación preescolar, ya que su desarrollo motor y socioemocional está siendo interrumpido.
“La educación preescolar es muy importante en términos de estimulación. Hay dos grandes metas a lograr en esta etapa: la primera es la autorregulación, que implica que las personas seamos capaces de regularnos a nosotros mismos en relación con las emociones, y la segunda tiene que ver con adquirir habilidades sociales. Esta interacción con pares da la posibilidad de ir mejorando la comunicación”, explica la psicológa Karla Cervantes, profesora de asignatura de la Facultad de Psicología de la UNAM.
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Cuando asistía a la escuela, Alison solía jugar y realizar actividades recreativas con sus compañeros, hoy, su panorama es distinto, porque “de repente se me ha puesto de malas, se enoja, hace berrinche porque diario hace lo mismo y siento que se estresa por no tener actividades; no podemos ir a un deportivo, a una clase de natación o algo así”, agrega la señora Buenrostro.
SE PERCATAN DEL VIRUS
“Aunque son pequeños, sí conciben la pandemia, sí conciben el virus como algo real, pero ellos requieren de esta interacción con otros contextos: el contexto áulico, el contexto escolar y el que estén ahí, esa parte socioemocional que se ve coartada”, comenta Yazmín Venegas, licenciada en Educación especial de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Estudios psicológicos y pedagógicos refieren que la experiencia educativa más importante de un niño ocurre antes de los 6 años. El Centro de desarrollo de la niñez de la Universidad de Harvard informa que cada segundo se forman más de un millón de conexiones neuronales en el cerebro de un niño, sin embargo, cuando se presenta una situación estresante, como la pandemia de Covid- 19, podría tener efectos adversos a su desarrollo, “el confinamiento como tal no necesariamente tiene estas consecuencias. Estas consecuencias se dan en función de qué acciones empiezan a tener los papás. Puede haber algunas dificultades en el desarrollo del lenguaje. Puede generar factores de riesgo para desarrollar algún tipo de enfermedad, ansiedad o depresión”, indica la profesora Cervantes.
La experiencia educativa más importante de un niño ocurre antes de los 6 años, refieren especialistas. Foto: Emeequis.
“Muchas veces los papás creen que sólo van a cantar, jugar. Sí, es el medio y a través de eso se hace la transmisión de conocimientos. Marca una pauta de socialización, de conocimientos básicos, lo mínimo que tiene que tener un niño en conocimientos para enfrentar el siguiente nivel educativo que es primaria”, añade la especialista en educación especial de la SEP.
Iker Ramsés Lázaro Orta, de 5 años de edad, es otro niño que ha permanecido en confinamiento y aunque por el momento no hay una discusión sobre la apertura de escuelas, su mamá, la señora Andrea Orta, quisiera que haya otros protocolos para la educación de su hijo, “ahora que empezaron las clases pues siento que sí retrocedió un poco. A mi sí me gustaría que regresaran, la verdad. Bueno, obviamente bajo medidas”, agrega.
EL PROBLEMA CON LAS PANTALLAS DIGITALES
La Asociación Americana de Pediatría sugiere que los niños menores a 5 años no usen pantallas digitales, porque no tienen el desarrollo cognitivo para poder hacer un uso adecuado de ellas, sin embargo, por el momento es la única medida que se puede tomar para evitar contagios.
El ciclo escolar 2020-2021 se desarrolla, hasta el momento, bajo el programa “Regreso a clases, aprende en casa II” que implementó la SEP, por lo que ahora, la mayor responsabilidad recae en los padres, “que el niño recoja los juguetes implica actividades motoras, que el niño recoja el cereal con los dedos, implica motor fino; que el niño aprenda a esperar mientras acabamos de comer para que le puedan servir su postre, implica un proceso de autorregulación”, son algunos de los consejos para los padres de familia por parte de la psicóloga de la UNAM.
“La parte socioemocional es muy importante en estos momentos y, si no se hace, a la larga tendrá sus repercusiones en cada uno de los pequeños”, finaliza la representante de la SEP.
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Los pequeños son menos propensos a contagiarse de Covid-19. De acuerdo con los datos publicados por la Secretaría de Salud (SSa), hasta el 10 de septiembre de 2020, han muerto 690 menores a causa del Coronavirus, lo que representa el 0.99% del total de defunciones acumuladas hasta esa fecha dada a conocer en el reporte diario, de 69 mil 649 fallecidos.
El reto de hoy en día para las autoridades educativas es tener mayor conocimiento en términos de desarrollo infantil para que padres de familia conozcan la manera de optimizar el desarrollo de los pequeños a lo largo del confinamiento causado por la pandemia de Covid-19.
@elemisor