Una amiga me comentó que había visto una serie francesa de la que estaba segura me encantaría, tardé varias semanas en buscarla y finalmente nos dispusimos a ver El bazar de la Caridad.
A primera impresión parece ser una serie que trata sobre la opresión de las mujeres en una época donde comenzaban a liberarse, pero en el fondo es una historia que trata mucho más que eso.
El bazar de la Caridad, la serie, narra la tragedia que ocurrió el 4 de mayo de 1897 donde 126 personas perecieron durante el incendio del Bazar de la Charité, evento que durante una decena de años se llevó a cabo con la finalidad de recaudar fondos para diferentes causas en París.
El bazar de la Caridad reunía a la aristocracia de Francia, era el evento esperado para lucir la bastedad y también era usado como plataforma política. Cada año buscaban un tema y lo más novedoso en atracción para que fuera atractivo e innovador, no era una feria, pero la gente acudía para entretenerse y “apoyar causas” con el visto bueno del papa.
En la edición de 1897 trataron de imitar una calle medieval por lo que la decoración fue hecha con papel, madera, telas y cartulinas. Tenía únicamente 2 accesos y ninguna ventana. Además de que instalaron un cinematógrafo que era alimentado con éter, en un espacio reducido y sin ventilación.
La tragedia ocurrió cuando hubo una explosión en la atracción principal del bazar de 1897. Por 50 centavos los asistentes podían ver las películas de los hermanos Lumière en una pequeña sala instalada al fondo del bazar, el encargado del cinematógrafo necesitaba alimentar al aparato, pero no abrió la cortina por lo que encendió un cerrillo y, con los gases acumulados por el éter, se detonó una pequeña explosión.
Como la decoración del bazar era completamente inflamable, en cuestión de segundo se incendió hasta hacer colapsar la edificación en menos de 15 minutos.
Cuando se detonó el incendio había en el lugar alrededor de 1200 personas quienes buscaban salir por las estrechas 2 puertas que existían, la muchedumbre hizo que algunas mujeres cayeran y murieran al ser destrozados sus cuerpos por quienes las pisaban, lo que provocó que la acumulación de cadáveres bloqueará las puertas y las personas que quedaron dentro murieran irremediablemente calcinadas.
Durante el incendio algunos testigos aseguraron ver a hombres golpeando a mujeres y niños para intentar salir, y como en su mayoría las defunciones fueron de mujeres se culpaba a los hombres de que hubieran quedado bloqueadas las puertas, a los pocos días la periodista feminista Caroline Rémy de Guebhard bajo el seudónimo de Séverine escribió una nota en el L’Écho de Paris titulada ¿Dónde estaban los hombres? Denotando que habían preferido atacar a los niños y mujeres dentro del bazar para salvarse sin importar que su osadía hubiera tenido consecuencias fatales, además de huir del lugar de los hechos y no quedarse a ayudar a los heridos.
Así pues, esta tragedia dio rienda suelta a la creatividad de los productores de El bazar de la Caridad donde mientras se investiga si fue un atentado y se busca a los culpables las mujeres sobrevivientes nos cuentan el cómo cada una, desde situaciones distintas, luchan por su libertad en una época donde las leyes no protegían a las mujeres por el simple hecho de ser mujer.
La fotografía, los guiones, el arte de la serie es fabulosa, no solo por la difícil recreación del incendio (aunque ahora gran parte del trabajo es digital) sino por la fusión de todas sus partes para lograr unos capítulos envolventes, llenos de suspenso y drama.
Las actuaciones del elenco y el giro de los personajes nos hacen permanecer al filo del asiento mientras sufrimos con cada una de las mujeres, quienes luchan por su libertad e integridad.
Nunca imaginamos lo que sería de la vida de las sobrevivientes después del incendio, cómo nos mostrarían el cómo la política y las leyes las llevaría a tomar decisiones que cambiarían su destino teniendo consecuencias sobre sus familias, algunas de ellas irremediables.
La serie nos habla sobre la libertad mental, física y de corazón de cada una de las mujeres que nos cuentan el cómo el incendio sería mucho más que una tragedia local.
Algo que me da terror es el recordar que para esa fecha la guillotina era el medio por el cual se solucionaban muchos crímenes, en ocasiones, inocentes perdían la cabeza sin poder encontrar la manera de demostrar su inocencia.
Tenemos que agregar que este trágico suceso trajo grandes avances en la tecnología. En las ciencias forenses se desarrolló el reconocimiento de cadáveres por medio de la dentadura y el cinematógrafo tuvo que evolucionar urgentemente a su primer estereotipo eléctrico ya que después del accidente quedaron prohibidas las exhibiciones cinematográficas durante un tiempo.
Aunque se centra la serie en la ruptura de las costumbres de la época frente al feminismo también muestra a hombres amorosos y cuidadosos quienes por amor son capaces de poner su vida en juego por sus mujeres, dándoles su espacio, dejándolas libres para elegir y actuar.
Así que si quiere ver descubrir cómo las vidas de Alice, Rose y Adrienne cambian gracias a una tragedia, no puede perderse El bazar de la Caridad una serie que nos permite ver las costumbres de 1897 en una época donde la tecnología recién comenzaba y la lucha por los derechos de la mujer iba en crecimiento
Laus Deo
@paulanajber