La arremetida de la administración federal en contra de la revista Nexos no puede ser reducida a si es o no un ataque a la libertad de expresión, esas simplificaciones otorgan a los tetratransformistas la simplicidad de un argumento (conmigo o contra mí) para continuar la defensa ciega del presidente Andrés Manuel López Obrador y su fascinación por la falta de crítica. La revista ha publicado una relatoría de la hostilidad de la Secretaría de la Función Pública, que el lector acuda a ella y decida, por el bien de la lectura de comprensión se permita recorrer los argumentos y revise las pruebas, sobre todo que atienda el llamado que hace a los lectores: “si quieres apoyar nuestro trabajo te invitamos a suscribirte a la edición impresa”.
Ningún medio sobrevive sin el apoyo de sus lectores pero tampoco los medios están obligados a satisfacer la voluntad única de un solo lector porque se transforma en propaganda y se aleja de la función social a la que están obligadas los medios de comunicación.
Cuando se habla de periodismo, se debe tener clara la distinción entre la empresa periodística y el trabajo periodístico, que es un servicio. El modelo de negocios que siga cualquier empresa para poder realizar su producto es criticable, pero sobre todo se debe cuestionar si la obtención de fondos, especialmente del erario, se basa en la manipulación de la información.
En La guerra del futbol y otros reportajes, Ryszard Kapuściński señala que “El verdadero periodismo es intencional, a saber: aquel que se fija un objetivo y que intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo posible. Hablo, obviamente, del buen periodismo”, y el periodismo pensado como servicio o es bueno o simplemente no es, es propaganda.
Quien quiera apoyar a Nexos está en todo su derecho, yo me cuento entre los lectores que ha formado esa revista, lo considero una obligación; quien no lo quiera hacer, sólo se le pediría que no evidenciara su mezquindad festejando la hostilidad de quienes se sienten afectados por el trabajo periodístico que hace esa revista. Sé que es mucho pedir, porque para los tetratransformistas todo aquello que no tenga el visto bueno dictado por quien nos gobierna es descalificado.
Apenas en estos días, la revista Proceso decidió terminar su relación con John Ackerman y el esposo de la titular de la Función Pública volvió a utilizar las redes sociales para acusar de censura. Jorge Carrasco, el director de la revista lo calló en una tercia de tuits:
1) @Proceso hace periodismo, @JohnMAckerman El proyecto político es el tuyo. Como te lo dije cuando hablamos, tus declaraciones sobre el “periodismo sicario” no pueden ser compartidas por esta casa editorial.
2) ¿Hablas de censura? Te molestaste por la manera en que @proceso se refirió a tí en una publicación y usaste las páginas para defenderte. También reclamaste, destemplado, las fotografías que publicamos sobre la secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, tu esposa
3) No te confundas. El periodismo de @proceso no se suma a ningún interés político. Ni al tuyo ni a ningún otro. Bien sabes lo que dicen los opositores a tu proyecto desde que, en una más de sus batallas por el acceso a la información, pidió las boletas de la elección de 2006.
A eso me refería cuando escribo que el periodista no debe poner al servicio de una sola facción sus textos; como servicio, el periodismo trata de cumplir con principios éticos para con su lector, ni se erige en poder para pelear con ni en sirviente para adular.
Coda. La Unesco elaboró un código universal de ética periodística, son diez postulados que aquí intento sintetizar:
- El derecho de la gente a la información veraz.
- La dedicación del periodista a la realidad objetiva.
III. La responsabilidad social del periodista, entender la información como bien social y no como un producto.
- La integridad profesional del periodista.
- Promoción del acceso del público a la información y a su participación en los medios.
- Respeto a la intimidad y a la dignidad humana.
VII. Respeto por el interés público.
VIII. Respeto por los valores universales y la diversidad de culturas.
- Compromiso ético del periodista para abstenerse de justificar las guerras, la carrera armamentista y toda forma de violencia, odio o discriminación.
- Promoción de un nuevo orden de información y de comunicación mundial.
@aldan