- Conversación con Roberta Garza sobre Márcame, amo
- Raniere es una persona carente de cualquier talento excepto el de vender chaquiras a precio de oro, todos los mitos que se construyó fueron probados como totalmente falsos en la corte
En 2018 saltó a la escena pública el escándalo de la secta Nxvim, cuando se dio a conocer en los medios de comunicación las acusaciones en contra de su líder, Keith Raniere, quien fue acusado por la justicia de Estados Unidos por tráfico sexual, extorsión, delincuencia organizada, amenazas y abuso de menores. La cercanía de Raniere con herederos de grandes fortunas en Estados Unidos y con actrices como Allison Mack, hicieron que este caso se convirtiera en un escándalo a los medios de comunicación. En 2019 Raniere fue declarado culpable de todos los cargos y condenado a cadena perpetua, pero el hombre de 58 años disimulaba esas prácticas tras una organización creada en 2003, bautizada como Nxvim (que se pronuncia como Nexium), que tenía como objetivo oficial ofrecer formaciones para una mayor y mejor realización personal de sus integrantes.
Desde el comienzo el gurú mantuvo bajo su influencia a un círculo de entre 15 y 20 mujeres con las que tenía relaciones sexuales a su antojo. Una de ellas apenas tenía 15 años cuando esto sucedió. En 2015 creó una segunda organización paralela piramidal, llamada DOS que se dividía en “esclavas” y “maestras”. Todos los miembros eran mujeres y respondían ante el gurú. Las esclavas debían tener relaciones sexuales con Raniere cada vez que él lo deseara. Antes de ser aceptadas como esclavas, las mujeres debían entregar elementos comprometedores para ellas, conocidas como “colateral” como fotos, cartas, documentos, que la organización amenazaba con publicar si ellas abandonaban la organización. Varias de las mujeres que fueron llamadas “esclavas” fueron marcadas o cauterizadas con fuego. El supuesto signo que les era tatuado a las mujeres, eran en realidad las iniciales de Raniere.
Nxvim se presentaba como una organización que ofrecía cursos y seminarios de desarrollo personal y profesional. Pero la organización funcionaba como de ventas piramidal, en donde los miembros de la organización tenían que reclutar a nuevos miembros para que compraran los productos, los talleres, los cursos de la organización. Nxvim prometía el empoderamiento a partir del trabajo de tus debilidades, los traumas personales, para mejorar como ser humano. Raniere mencionaba a sus discípulos que su intención era mejorar el mundo a partir de las acciones individuales, y que todos los trabajos personales que se hacían para cambiar y sanar personalmente podían convertir al mundo en un mejor lugar.
Sin embargo, mientras más se adentraban las personas en el círculo de Nxvim, el control que está ejercía sobre sus miembros se volvía más férreo. Mientras más secretos personales conocían Nxvim significaba que más castigos ejercían sobre los miembros. Todo con la idea de que el castigo te hacía mejor persona. Y ese procedimiento de control y castigo, buscaba al final de cuentas, romper la personalidad de los miembros de Nxvim, para terminar, realizando los deseos de Raniere, a quien todos en la secta conocían como “Vanguardia”.
Raniere se presentaba a sí mismo como un gran filósofo, un hombre ético y un científico que podía extender los límites del potencial humano. Para esto había desarrollado cursos de dieciséis días que duraban hasta doce horas diarias en un salón y abogaba por el control de hábitos mentales y corporales, como el ejercicio y la alimentación. También tenía una idea única que hizo eco entre muchas mujeres, sobre todo acaudaladas: era una intersección de teorías sobre la femineidad, la victimización, el dinero y la ética influenciadas por Ayn Rand, una de las autoras favoritas del líder de la organización.
Nxvim se promovía como un programa de desarrollo con mentores pero que terminó convirtiéndose en una secta sexual. La actriz norteamericana Allison Mack (famosa por su participación en la serie Smallville) quien también sería acusada de reclutar a mujeres para ser “esclavas” del grupo, habló durante el juicio de la práctica de marcar a las mujeres de DOS, un acrónimo de una frase en latín que puede traducirse como “Dominio de los Acompañantes Femeninas Obedientes, y de la demanda de entregar un material “colateral” o de “garantía”, es decir: fotos, videos, cartas comprometedores o cartas de cesión de sus propiedades.
Todas estas acusaciones permitieron a las autoridades de los Estados Unidos, abrir un expediente de investigación federal tras la cual las autoridades mexicanas detuvieron a Raniere en una villa en Puerto Vallarta. Y aquí se abre la otra parte de la investigación: El enlace o el vínculo que sostuvo Raniere con miembros de poderosas familias de la élite mexicana. Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas, y a Rosa Laura Junco, hija de Alejandro Junco de la vega, socio del periódico Reforma, quienes han sido señalados de reclutar miembros de la elite mexicana y de abrirle las puertas a Nxvim, que abrió centros de estudios en Monterrey.
La periodista regiomontana Roberta Garza, se dio a la tarea de dar seguimiento al juicio de Keith Raniere en Nueva York. El resultado fue el libro de crónicas periodística Márcame, amo, publicado por la editorial Cal y Arena, que es una recolección de las revelaciones surgidas a partir de dicho juicio, que se llevó a cabo entre mayo y junio de 2019 en la corte del Estado de Nueva York. En sus páginas están los antecedentes del grupo que formó alrededor de él, sus cómplices y víctimas principales, y los mecanismos que le permitieron a Raniere convertirse, de un estafador de ligas menores, en el líder de una peligrosa secta de esclavas sexuales con presencia en Canadá, los Estados Unidos y México. Roberta Garza es periodista y psicóloga, fue maestra de Literatura de ITESM y editora en jefe del periódico Milenios (Milenios Monterrey y Milenio Semanal). Fundó la revista Replicante. Platicamos con ella sobre el libro de Márcame, amo y el caso de Keith Raniere.
Javier Moro Hernández (JMH): Quería preguntarte cuáles fueron los motivos periodísticos que te llevaron a realizar la presente investigación.
Roberta Garza (RG): Siempre me han interesado los cultos religiosos y sus estructuras de poder y control, y desde que entró ESP a México, como se conoció a NXIVM en sus inicios, en los albores del 2000, mis antenitas de vinil me dijeron que había que ponerles atención. Comencé a guardar información sobre el grupo desde entonces, pero siempre los ubiqué como una estafa simple, nunca creí que llegarían a las perversidades que hoy conocemos.
El de Raniere es un caso complejo, que involucra sectas cerradas con personajes de familias mexicanas poderosas y adineradas. ¿Cómo podrías definir la fascinación que les produjo a estas personas un personaje como Raniere? Estas atracciones fatales no suelen ser racionales o críticas, y por eso son explotadas a cabalidad por personajes como éste; suelen venir de vacíos emocionales, de una fuerte necesidad de pertenencia o simplemente de ansias de estimulación, de vivir por supuestos méritos propios fuera del capelo familiar o social.
JMH: Raniere afirmaba que Nxivm era una empresa ética, pero en realidad tiene tintes de ser una secta ¿Qué diferencia a Nxivm de otras sectas? ¿Cree que se manejan de la misma manera?
RG: Sí, totalmente, una secta construida alrededor del culto a la personalidad de Raniere.
JMH: El ego desproporcionado de Raniere puede ser visto de manera clara cuando nos cuentas sobre el nombre que se impuso a sí mismo: “Vanguardia”. Pero ¿cómo podrías definir a este personaje?
RG: Como una persona carente de cualquier talento excepto el de vender chaquiras a precio de oro, al estilo de los vendedores de coches usados y defectuosos. Todos los mitos que se construyó —el de su supuesta genialidad escolar; el de su virtuosismo al piano; ya no digamos de su capacidad para leer la mente o curar el cáncer— fueron probados como totalmente falsos en la corte.
JMH: El tema de las sectas es un tema que ha generado mucha controversia. Pareciera que florecen más en Estados Unidos, pero el hecho de que varios miembros de las miembros más importantes hayan sido mexicanas, en específico de la ciudad Monterrey nos dice otra cosa ¿Cuáles son las características de la sociedad regiomontana que permiten o que generan la fascinación por estos grupos cerrados y por personajes como Raniere?
RG: Es una sociedad muy conservadora y patriarcal, donde en particular las clases altas creen en la figura del hombre fuerte que protegerá y proveerá. Raniere es el último en llegar a cantarles al oído.
JMH: ¿Cómo podríamos definir el “colateral”?
RG: Cualquier cosa que pueda causar un daño severo, patrimonial o de reputación, en caso de ser reclamado o liberado al público, que las mujeres entregaban a cambio de su “compromiso” con Raniere. Desde las escrituras de la casa hasta fotos pornográficas o cartas comprometedoras.
JMH: ¿Cómo era la relación que entablaba Raniere con las mujeres (en especial con sus esclavas mexicanas) para que ellas quedaran tan “seducidas” con este personaje”? ¿Cómo es que caen estas mujeres en las manos de este sujeto?
RG: Es necesidad de pertenencia y de cumplir objetivos o metas de vida fuera de la égida de los padres o esposos, de liberarse de la sociedad de dónde vienen, que puede ser asfixiante. Lo curioso es que asumieron esa supuesta liberación creyéndole todas sus patrañas y sintiéndose orgullosas de “pertenecerle”.
JMH: ¿Cuál era el rol de los hombres en el entorno más cercano de Raniere? Pienso en los casos obvios de Emiliano Salinas y Alejandro Betancourt, por ejemplo.
RG: Eran empleados glorificados; Raniere no sostenía amistades con hombres, quizá su más cercano fue Mark Vicente, pero porque era su documentalista y debía grabar y fotografiarlo a todas horas. Los demás le servían ocupándose del negocio, de enviarle dinero o de hacerle su trabajo sucio como las extorsiones o espionajes, sin mucho más. Raniere nunca permitía que ningún hombre se acercara al círculo de esclavas.