Esta situación de la pandemia es inédita, cierto, la humanidad ha sufrido en otros tiempos virus como este que han paralizado total o parcialmente la actividad en todo el mundo o en alguna región o en un país específico, pero no me quiero meter en recuentos históricos ni en repaso de los daños provocados o en comparaciones, no es el objetivo del presente banquete. Lo que vivimos o dicho más correctamente, lo que padecemos en este momento es lo que nos afecta y de lo que nos queremos librar en la mayor brevedad posible, esta es nuestra realidad.
El miedo al contagio, lo que por supuesto resulta comprensible, ha paralizado todo tipo de actividades. La humanidad se encuentra en una terrible y desesperante pausa, todo está detenido, vivimos en una especie de puntos suspensivos. Y aunque quienes consideramos al arte como una forma de liberación ante el caos que nos azota y tenemos en casa un arsenal de libros y discos, además de la posibilidad de crear: el que pueda escribir que escriba, el que sepa componer que componga, el que sepa tocar un instrumento que lo toque, el que pueda pintar que pinte y el que no, por lo menos, que lo intente, eso nadie nos lo puede impedir, pero te decía, aunque todos tengamos esa alternativa, –porque todos la tenemos, aunque algunos prefieren enterrarse vivos en el celular–, necesitamos salir y congregarnos, necesitamos ir a un concierto, a una galería, a un museo y comentar con otros la experiencia proporcionada por ese indispensable recurso que es el arte, porque eso es parte de nuestra naturaleza, porque así somos, seres sociales por naturaleza, pero todo eso que no es dado, ahora lo tenemos prohibido.
No obstante el arte viene al rescate, como sucede siempre, porque efectivamente, tenemos el arte para liberarnos del caos.
La Orquesta Sinfónica de Aguascalientes nos saluda con la mano, porque los saludos de la Sinfónica, aunque sean con la mano no contaminan, al contrario, desintoxican, y aunque sus próximos dos conciertos son a puerta cerrada, serán por cierto en la sala de conciertos nueva que es, o se planea que sea su sala, no deja de alentarnos que por fin hay movimiento con nuestra más importante entidad musical.
Son dos conciertos, uno es hoy viernes 14 de agosto a las 10:00 de la mañana, como te digo a puerta cerrada y será transmitido el domingo 16 de agosto a las 20:00 por la señal de Canal 26 de Radio y televisión de Aguascalientes con un programa integrado por música de Johann Sebastian Bach y Antonio Lucio Vivaldi.
El segundo concierto es el viernes 21 de agosto a la misma hora igualmente a puerta cerrada, también en la Sala de Conciertos con un programa integrado por obras de Georg Philipp Telemann y Richard Wagner que será transmitido por Canal 26 de Radio y Televisión de Aguascalientes el domingo 23 a las 20:00. Los dos conciertos serán dirigidos por el maestro Iván López Reynoso, actualmente director adjunto de la Orquesta Filarmónica de la UNAM siendo el titular el maestro Massimo Quarta. Recordemos que el maestro López Reynoso ya trabajó anteriormente con nuestra Sinfónica en el período de transición entre la gestión del maestro Román Revueltas y la llegada del maestro José Areán, ahora le toca un segundo interinato antes de que llegue a nuestra ciudad el maestro Lanfranco Marcelletti lo cual sucederá a finales del mes de agosto para empezar a trabajar ya como director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes a partir del mes de septiembre.
Existe la posibilidad, sujeta a aprobación considerando la situación que vivimos a causa de la contingencia provocada por la pandemia del Covid-19, de que la OSA ofrezca un tercer concierto en la explanada del Teatro Aguascalientes el viernes 28 del mes en curso con asistencia de público restringida, se estima que quizás se puedan recibir sin riesgo a unas 80 personas. Esto con el fin de que la Sinfónica regrese a una presentación pública desde mediados del mes de marzo cuando toda actividad fue suspendida. En caso de realizarse esta tercera presentación de una mini temporada, el concierto sería dirigido también por el maestro Iván López Reynoso.
Si somos cuidadosos al observar los programas diseñados para presentarse en los dos conciertos hasta ahora confirmados, ambos a puerta cerrada, es un repertorio que no exige la presencia de la orquesta completa, esto como parte de las disposiciones de seguridad que hay que asumir con responsabilidad. El repertorio barroco no exige la presencia de la totalidad de la plantilla de la orquesta, y en caso de que el tercer concierto se pueda realizar se buscarán obras que requieran una veintena de músicos para su ejecución, es decir, apenas un cuarto del plantel de la OSA. En este momento, por causas de seguridad, no es prudente hacer uso de la sección de alientos de la Sinfónica, es decir, maderas y metales, porque la naturaleza misma de la ejecución del instrumento obliga a la expulsión de partículas de saliva, lo que por supuesto, hay que evitar, por lo tanto, se hace necesario buscar un repertorio apropiado, lógicamente la música tiene posibilidades inagotables.
Lo importante es que la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, después de casi cinco meses de no estar tocando en un escenario finalmente regresa y esto es algo que celebramos con bombos y platillos.
Ya veremos las estrategias a seguir cuando el maestro Lanfranco Marcelletti tome las riendas de la dirección de la OSA y ver de qué manera se trabaja, por lo pronto la Sinfónica está de regreso y eso, por supuesto, lo celebramos.