The One. Ya llegará el momento para que nos digan que, como siempre, nos equivocamos, mientras tanto, le podemos asegurar que la candidatura a la alcaldía capitalina del Partido Acción Nacional ya tiene nombre, no es ningún secreto: Martha Márquez Alvarado. La primera razón, también tiene nombre: Martín Orozco Sandoval, solamente quien busca su favor no lee las señales que hacen a la senadora llevar ventaja en la carrera por ese encargo; las razones para que Márquez Alvarado no sea candidata están en el PAN, todo lo que le juega a favor para ser la elegida por el gobernador, también está en su contra.
Gris. Toda la carrera de Martha Márquez ha sido bajo el ala protectora de Martín Orozco, ascendente y rápida en los últimos años, cuando saltó de un encargo a otro para ganar presencia, de diputada en el Congreso pasó a titular de la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Social, dejó ese puesto para irse a la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas y abandonó ese barco para subirse al del Senado de la República. Nada distingue a Márquez Alvarado de sus adversarios, como buena panista su desempeño en los diversos cargos públicos que ha desempeñado va de mediocre a gris, no hay en el archivo alguna acción excepcional que la distinga, ninguna iniciativa de ley o programa desarrollado que lleve su marca; ni como parte del gabinete estatal ni como senadora se destaca; pero eso no importa, porque ninguno de sus competidores tiene más méritos que ella, es más, ninguno de los del blanquiazul que llega al cargo de presidente municipal o gobernador cuenta con un historial apantallante, ni Teresa Jiménez Esquivel, Martín Orozco, Juan Antonio Martín del Campo, Luis Armando Reynoso, Ricardo Magdaleno o Alfredo Reyes Velázquez… ninguno, lo que hicieron se lo hicieron en el cargo; de ahí que aspirar a la gubernatura fuera natural, pero no a todos le alcanzó.
Obstáculos. Las recientes apariciones públicas de Martha Márquez que han sido notorias en los medios de comunicación no pasan de llamaradas de petate, que si le arrebataron una pancarta y se enfureció, que si acompañó a los padres de familia de niños con cáncer, que si apoya buenas causas o si lleva a su hijo a tribuna, pura forma, de fondo, nada, no hay ideas, hay intenciones; esa figura que proyecta sólo le suma entre los panistas, fuera de quienes la puedan votar en la interna, poca influencia tiene, porque nada la distingue de la centena de legisladores federales que cada fin de semana pisan su terruño para demostrar que sí están trabajando y buscan posicionarse entre el electorado, igual que hacen Juan Antonio Martín del Campo o como se llamen los otros que están en el Congreso y sólo saben mandar boletines.
Piedras. Las piedras entonces están al interior del PAN, pero no del partido, sino de los grupos caciquiles que se disputan los encargos que hay, los que dicen que saben juran que la candidatura de María Teresa Jiménez Esquivel a la gubernatura depende de si logra colocar o no a uno de su equipo para impulsar a todo el grupo, ja, como si se tratara de eso, cuando bien se sabe que desde este momento, de los desencuentros entre alcaldesa y gobernador están al pendiente para recoger las migajas Fernando Herrera, Arturo González y, con más escándalo que presencia, Rubén Camarillo. Así que los bultos que impedirían a Martha Márquez ser candidata a la alcaldía capitalina son los costales de suspirantes con que cargan Martín Orozco y Teresa Jiménez, esos.
Costales. No le vamos a repetir la larga lista de paniaguados que se creen con los méritos para llegar a presidente municipal de Aguascalientes, pero sí hacer constar que la inmensa mayoría son hombres. Del lado del equipo del gobernador, ellos sabrán a qué le juegan al ir en contra de la evidente preferencia de Martín Orozco; mientras que, del lado del equipo de la alcaldesa, no dudarán en hacer y pagar lo que sea necesario para que llegue a ese encargo uno de los suyos. A pesar de la pandemia y de que aún no inicia el periodo electoral, las rémoras que nadan junto a Teresa Jiménez Esquivel van con todo para difundir la idea de que ya son los elegidos, el ejemplo más vergonzante es el de Luis Enrique García López, el diputado que más pagó por cada voto para llegar al Congreso local, el joven presume sus acciones y se engalla presumiendo un respaldo del Palacio de gobierno chico que le da para demandar que nadie se meta con la ignorancia y corrupción de los diputados, para engallarse y cacarear un apoyo social con el que no cuenta. ¿Qué tan fuerte es el grupo de la alcaldesa como para oponerse a la designación de Martha Márquez?, depende de a quién le pregunte, si a los calumnistas, a los que tiene en la nómina, son disruptivos, brillantes y simpáticos, fuera de los gastos de comunicación social, es otro el peso real.
Discurso. El abusivo Luis Enrique García López, quien hace más ruido a la hora de candidatearse, ejemplifica un problema de discurso que tendrán que enfrentar los de la alcaldesa si quieren quedarse con ese puesto, no es una pregunta válida, pero si un hándicap a considerar al momento de las elecciones: ¿Aguascalientes está preparado para que una mujer llegue a la gubernatura?, la respuesta es obvia, por supuesto que sí, pero es una idea que se debe reforzar si se quiere a Teresa Jiménez en ese cargo, lo que tendrá que hacer desde las elecciones del 2021, destacar la juventud y el ser mujer como méritos para gobernar, pero gobierno incluye a los candidatos a alcaldes y diputados federales, hasta el momento de Palacio chico sólo se ha mencionado a Miriam Rodríguez Tiscareño y Alma Hilda Medina Macías como posibles candidatas, a las que se tendría que apoyar como refuerzo del poder femenino al gobierno. Más aún, los partidos políticos, incluido Acción Nacional, están obligados a garantizar la paridad de género en el proceso electoral, no está muy lejos el pleitazo en el blanquiazul cuando Martín Orozco se equivocó al querer imponer a Julio César Medina Delgado como candidato a la alcaldía capitalina… al final, ganó la obligatoriedad de postular a una mujer.
Ingenuos no somos, nos pasamos de largo la jugada maquiavélica con que Antonio Arámbula sacó de la jugada a Noel Mata Atilano y las puñaladas traperas con que los panistas modificaron un acuerdo sobre la repartición de cuotas en las presidencias municipales, pero lo principal es el discurso que puede impulsar a Teresa Jiménez Esquivel a la gubernatura; los supuestos candidatos que desde ya se dicen favorecidos con el dedazo de la alcaldesa, ¿se atreverán a contradecirlo con tal de ocupar ese cargo? Claro, de los trogloditas del blanquiazul, ellos y ellas, todo se puede esperar, ¿pero abiertamente?, sí creemos capaz al imberbe Luis Enrique García López de irse de hocico en contra de la paridad y equidad de género, de nuevo, ¿abiertamente? No la tienen fácil los bultos de Jiménez Esquivel… ah, y por eso se entiende a que en el círculo rojo se impulse entre la comentocracia un discurso contrario a los derechos humanos y en contra de la paridad y equidad de género, que a propósito se quiera confundir a la opinión pública sobre temas como la violencia política de género, se aliente a quienes justifican su ignorancia y miedos en la invención de la ideología de género y, en general, se alienten las conductas machistas y violentas, como en el chat a través del cual “informa” la Secretaría de Comunicación del municipio capital. Mucho está en juego, habrá que quitarse las máscaras, sobre todo, habrá que demandar un juego limpio, abierto y honesto entre quienes van a ser candidatos.
La del estribo. Mauricio Cobián ya se despidió amablemente de los reporteros de la fuente a través del chat del Congreso local. Acto seguido, Cristián Erazo, el encargado de soportar a cuanto nuevo jefe de información le impongan dada su larga experiencia en esa oficina, incluyó en el grupo de WhatsApp dos números nuevos que sólo sus amigos identifican, pues no fueron presentados. A la hora que usted lea esto, seguramente ya se anunció la llegada del suplente, que como ya le comentamos, se sigue manejando el nombre del lorenista Rafael Araiza, quien desde el lunes pasado ya se apersonó en el Palacio Legislativo, a pesar de que no podrá tomar cargo oficialmente hasta que culmine el procedimiento respectivo. A ver a qué hora cumplen con informar, y también para ellos: fuera máscaras.
@PurisimaGrilla