En la pista digital del aprendizaje/ Opciones y decisiones  - LJA Aguascalientes
22/11/2024

Asomados a esta vertiente de la “Pista digital”, partimos de la verdad neurofisiológica según la cual descubrir un nuevo conocimiento, o simplemente aprender, es más función de las emociones humanas que el producto de la razón pura, y todo ocurriendo en esa enigmática masa encefálica del cerebro. Punto de partida que adquiere gran relevancia en el contexto actual, en que millones de padres de familia e hijos en edad escolar están confrontando el inédito paisaje de estar aprendiendo, sentados en alguna área de su casa, frente a una pantalla o un dispositivo electrónico; que hasta hace todavía unos pocos días eran gadgets útiles principalmente para comunicarse con otros, –celulares, tablets o laptops o sus pantallas de TV– utilizados mayormente para el entretenimiento y la recreación; secundariamente, para descubrir el ancho mundo de nuevos conceptos o reflexionar críticamente y en definitiva cultivar la inteligencia para manejar mejor y aun transformar nuestro entorno material hecho de tiempo y espacio.

Hoy, a querer o no, estamos obligados a leer, escuchar y conversar sobre ideas o conceptos de extraña confección o factura, generalmente compuestos de raíces griegas y latinas –otras muchas del idioma Inglés-, que son los nombres de bautismo con que nació la “red de la información”, la Net, mundialmente conocida como Internet. El desafío educativo en que estamos inmersos, consiste primeramente en haceros visitantes, viajeros de este increíble paisaje electrónico, de pantallas mágicas a base de circuitos electrónicos que emiten puntos subatómicos y de tal dimensión que son viajeros medidos en nanómetros o equivales a una mil millonésima parte de un metro (1 nm = 10−9 m) su símbolo es nm, la millonésima parte de un milímetro.

Ellos son las fotopartículas que forman un pixel o picture element (del inglés picture: imagen), definido como un punto físico en una imagen de trama, o el elemento identificable más pequeño en un dispositivo de visualización. Su longitud es diferente para los diferentes monitores. La ubicación de cualquier pixel corresponde a sus coordinadas físicas en la pantalla. Un convertidor tipo, por ejemplo, calcula el tamaño del pixel en 0,265 mm y corresponde aproximadamente al tamaño de un pixel de un monitor de 17 pulgadas de 1280 * 1024. Lo cual ya suscita nuestra imaginación para “ver” millones de puntitos luminosos que forman vertiginosamente las bellas, coloridas e impresionantes imágenes de nuestros televisores o dispositivos digitales. 

Pues bien, esta nueva “normalidad” me provoca a explorar con usted, querido-a lector-a, algunos de los conceptos centrales que construyen el andamiaje de la maravillosa arquitectura por la que nos desplazamos y la que admiramos desde nuestras excursiones al campo del aprendizaje a distancia. 

Para comenzar, partimos de la novísima ciencia que nos ha traído esta Era del Conocimiento o de la Información, sintetizada en AI –Inteligencia Artificial, por sus siglas en inglés–.

El primer sitio a visitar es la Cibernética. Ciencia interdisciplinar que trata de los sistemas de comunicación y control en los organismos vivos, las máquinas y las organizaciones. La palabra, que proviene del griego kybernes (‘timonel’ o ‘gobernador’), fue aplicado por primera vez en 1948 por el matemático Norbert Wiener a la teoría de los mecanismos de control. (Estas nociones han sido desarrolladas en un vanguardista artículo escrito nada menos que por Bill Gates. Que intituló “Business @ The Speed of Thought: Using a Digital Nervous System”, by (C) 1999, by William H. Gates, III. Warner Books, USA).

La cibernética se desarrolló como investigación de las técnicas por las cuales la información se transforma en la actuación deseada. Esta ciencia surgió de los problemas planteados durante la Segunda Guerra Mundial a la hora de desarrollar los denominados cerebros electrónicos y los mecanismos de control automático para los equipos militares como los visores de bombardeo.

La cibernética contempla de igual forma los sistemas de comunicación y control de los organismos vivos que los de las máquinas. Para obtener la respuesta deseada en un organismo humano o en un dispositivo mecánico, habrá que proporcionarle, como guía para acciones futuras, la información relativa a los resultados reales de la acción prevista. En el cuerpo humano, el cerebro y el sistema nervioso coordinan dicha información, que sirve para determinar una futura línea de conducta; los mecanismos de control y de autocorrección en las máquinas sirven para lo mismo. El principio se conoce como feedback (realimentación), que constituye el concepto fundamental de la automatización. 

Según la teoría de la información, uno de los principios básicos de la cibernética establece que la información es estadística por naturaleza y se mide de acuerdo con las leyes de la probabilidad. En este sentido, la información es concebida como una medida de la libertad de elección implícita en la selección. A medida que aumenta la libertad de elección, disminuye la probabilidad de que sea elegido un determinado mensaje. La medida de la probabilidad se conoce como entropía. De acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, en los procesos naturales existe una tendencia hacia un estado de desorganización, o caos, que se produce sin ninguna intervención o control. En consecuencia, de acuerdo con los principios de la cibernética, el orden (disminución de la entropía) es lo menos probable, y el caos (aumento de la entropía) es lo más probable. La conducta intencionada en las personas o en las máquinas exige mecanismos de control que mantengan el orden, contrarrestando la tendencia natural hacia la desorganización.


La cibernética también se aplica al estudio de la psicología, la inteligencia artificial, los servomecanismos, la economía, la neurofisiología, la ingeniería de sistemas y al de los sistemas sociales. La palabra cibernética ha dejado de identificar un área independiente de estudio y la mayor parte de la actividad investigadora se centra ahora en el estudio y diseño de redes neurales artificiales. (Cfr. El Reto de la Comunicación Cibernética. Por: Francisco Javier Chávez Santillán. Conferencia dentro del Ciclo: Retos Educativos para el nuevo siglo, En el Centro Asesor para la Calidad Educativa, S.C., martes 21 de septiembre, de 1999). 

Perdón por citar extensamente. Lo cierto es que, en materia de aprendizaje o desarrollo del conocimiento, el dato duro y macizo consiste en saber que el espíritu humano y la materia son principios antitéticos o contrarios que no es posible conjuntar, ni mucho menos transformar en una unidad. Por lo que el desafío para entender cómo pasamos de uno al otro, se tiene que transitar por aquello que en la reflexión filosófica se conoce como un salto metodológico, y que para nuestros propósitos viene a traducirse mediante la conversión inteligente en un auténtico cambio metafísico, esto simplemente dicho sería la transformación de lo que conocemos como un objeto o cosa en algo más y de nivel superior, es decir en una “forma intencional”, y no es otra cosa que la idea. 

En esencia, de esto se trata “formar ideas” en el ejercicio de la enseñanza-aprendizaje. Un tema apasionante que bien merece ir desmontando en sus partes, para luego poder integrarlas como un todo, es decir el conocimiento adquirido. Deseo poder ayudar a quitar lo aparentemente complejo o inasible del proceso de aprender; y con ello aliviar las existentes, sin duda, aprehensiones o miedos de los padres de familia que se ven desbordados posiblemente por este reto educativo. 

Yo creo que se van a sentir reconfortados al escuchar el invaluable lenguaje del Doctor en Neuro-Ciencia de la Educación, Francisco Mora Teruel, cuando dice: “Aprendemos desde las emociones, no desde la Razón (al estilo de Aristóteles), y ellas que son vehiculadas por las palabras. Esta capacidad está inscrita en las redes neuronales, en nuestro ADN neuronal del cerebro –que posee capacidad de conocimiento y conciencia-, que inició primordialmente en el sistema límbico, aquello de: (fight, flight, fright…pelea/huye/teme-escóndete!) como reacción vital ante el mundo circundante, nuestro entorno. (Fuente: El País. #Aprendemos.Juntos, Somos lo que la educación hace de nosotros. Video. Link: https://youtu.be/ETagN9TDZJl)

–Por otro lado, sabemos que nuestra cara es el mapa emocional de los gestos y los símbolos; y este mapa –del maestro, del papá, la mamá o el tutor– es invaluable para el alumno que aprende y mucho según el sentido de esos gestos y símbolos. –Digamos que este contacto e interacción hacen del descubrimiento del conocimiento, un juego plástico de expresiones significativas que llevan que producen el conocimiento. Por ello es tan importante, cuidar ante el niño, niña o adolescente el sentido y significación de nuestros gestos al pretender ayudarle en su aprendizaje.

Sigue el Dr. Mora.- Descubrimos el conocimiento mediante la motivación, lo interesante, abrir las puertas de la atención, la alegría, la curiosidad (absorbente por definición). – Convicciones ocultas pero verdaderas y efectivas a la hora de aprender a aprender y, en efecto, enseñar. 

El proceso de educar implica el tiempo atencional de una persona, para el rendimiento… Su frase clave: el maestro es la joya de la corona de un país, porque transfiere humanidad… – Y lo corrobora al referir el gran tributo de Albert Camus a su maestro, al recibir el premio Nobel de Literatura, 10 de diciembre, 1957. Mucho se honra al maestro, y por ello mismo, mucho deberemos honrar y apoyar el esfuerzo del gran ejército en activo de los padres de familia, hoy, en la pista del aprendizaje.

 

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