Esta semana me puse a hacer un repaso por algunas de las grandes instituciones musicales que hemos tenido en Aguascalientes con el fin de recopilar información para la publicación de un libro que gentilmente me propuso escribir José Alberto López Sustaita para su nueva editorial que está por inaugurar. El libro es sobre la música clásica en Aguascalientes, así que me puse a buscar en mis archivos y me di un chapuzón en internet buscando datos, acontecimientos, conciertos, festivales, cursos intensivos, en fin, todo aquello que pudiera nutrirme para ponerme a escribir con singular alegría, y en esta búsqueda, más que encontrar, recordé al Coro Palestrina y ya con la intención de dedicar mi atención a este coro con el que yo estoy íntimamente relacionado, además de ocuparme de él en este libro que está ya prácticamente terminado, se me ocurrió que sería buena idea compartir contigo, amigo melómano, un dulce recuerdo de aquel coro que considero histórico en Aguascalientes.
Te decía que estoy íntimamente relacionado con el Coro Palestrina por algunos motivos, uno de ellos es que desde que yo era niño, mi padres nos llevaban a mis hermanos y a mí, a los conciertos que este coro ofrecía en temporada navideña, recuerdo algunos en especial, solíamos ir al concierto que el Palestrina ofrecía en el Museo Aguascalientes o en Catedral, también eran frecuentes nuestras visitas al santuario de Guadalupe en donde el coro ofrecía también sus conciertos, entonces el recuerdo de aquellos conciertos es una dulce y placentera evocación a mi infancia y primera juventud.
Por otro lado, mi relación con el coro es muy cercana, yo nunca pertenecí a él, en realidad yo no canto ni en la regadera, digamos que amo y respeto tanto la música que de ninguna manera pretendo mancillarla con mi aguardentosa voz.
Mi relación con el coro es porque desde los orígenes del mismo, ahí cantaban mis cinco cuñadas: Lupe, Nena, Carmen, Rosy y Mague, obviamente en ese tiempo, te hablo de finales de los años 70 y principios de los 80, yo no tenía idea que mucho más tarde, me casaría con la menor de sus hermanas. Ya avanzados los 80 mi ahora esposa se integró al coro y algunos años después mi papá, recalcitrante admirador del Palestrina, también se integró, esto fue por allá de 1990.
El Coro Palestrina fue fundado por el maestro Estanislao Díaz Soria en julio de 1976, hace 44 años, y los ensayos se realizaban en la Escuela Diocesana de Música Sacra, por cierto, la escuela en activo más antigua en Aguascalientes y se llama así como un homenaje al compositor italiano Giovanni Pierluigi da Palestrina a quien se atribuye la creación de la polifonía, lo que por supuesto está sujeto a polémica, aunque efectivamente la polifonía surge en el renacimiento y él fue uno de los que mejor hizo uso de esta nueva herramienta.
Desde sus orígenes la especialidad del coro era ofrecer una serie de conciertos navideños en diferentes parroquias, museos y otros lugares públicos y su poder de convocatoria era muy fuerte, no hay duda.
Pero la actividad del coro no se limitaba a los conciertos navideños, una de esas presentaciones históricas fue para celebrar el tercer aniversario del coro, es decir, en julio de 1979. El maestro Tanilo organizó un concierto en el Teatro Morelos acompañados por la Orquesta de Cámara de la casa de la Cultura que era dirigida por el maestro José Guadalupe Robles Guel, integrante de la sección de primeros violines de la aquella que fue quizás la segunda versión de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, en aquella ocasión se hizo una muy digna ejecución del Gloria de Antonio Vivaldi y esto ha quedado como parte del currículum del Coro Palestrina
Por razones como ésta y otros motivos, nos queda claro que la calidad del coro no estaba puesta en tela de juicio ni era motivo de polémica, es por ello sin duda, y también por las gestiones de su director el maestro Tanilo, que el Coro Palestrina fue convocado para participar dentro de los cursos de dirección orquestal y dirección coral que la Orquesta Sinfónica Nacional ofrecía cada verano en Aguascalientes, además, claro de los conciertos de cada noche en el Teatro Morelos, te estoy hablando de 1981. Venían estudiantes de música de toda la República a participar en estas actividades que de alguna manera debemos entender como un obvio antecedente de los festivales de verano que disfrutamos en la actualidad, excepto claro este verano del conflictivo 2020 por razones tristemente obvias, ya sabes, el tema de la pandemia.
Dentro de aquellas temporadas de la OSN en Aguascalientes, el Coro Palestrina participó en el curso de dirección coral siendo en aquel tiempo el maestro Sergio Cárdenas el director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional. Vamos, esto no es cualquier cosa, estamos hablando de uno de los mejores directores mexicanos en toda la historia, y esto, además de ser currículum, la experiencia y la enseñanza adquirida por los integrantes del coro es invaluable.
El maestro Tanilo dejó el coro seis años después de haberlo fundado y desde ese momento se hizo cargo de la dirección Silvia Soto Martínez que continuó al frente de la organización hasta su desaparición en julio de 2006, justamente en un concierto de despedida realizado en el teatro Leal y Romero de la Casa de la Cultura con motivo de los 30 años de su fundación.
Me pareció interesante compartir contigo estos recuerdos aprovechando que el coro cumpliría hace unas semanas 44 años de existencia, y bueno, de alguna manera me doy el gusto de hacerlo.