Uno de los sueños que tiene cualquier actriz o actor de teatro, es pertenecer a una institución de prestigio, de renombre, pero nos atrevemos a decir que antes que esto, está el anhelo de dedicarse exclusivamente a hacer teatro. Dos actrices de Aguascalientes han logrado este sueño; primero, Azalia Ortiz y ahora Paloma Domínguez, ambas como integrantes de la Compañía Nacional de Teatro. Para quienes no han escuchado de la CNT, dice Enrique Singer su actual director: “La compañía realiza alrededor de 32 giras anuales por todo el país y co-produce varios montajes con compañías independientes, cuenta con un elenco estable lo que le permite tener un repertorio y continuidad de obras de teatro. Los actores y actrices de la CNT trabajan seis días a la semana, es decir, se dedican exclusivamente a hacer teatro”.
Desde 2008 la CNT incluye a artistas en residencia con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, quienes conviven con algunos de los mejores artistas de teatro en México como Luisa Huertas, Ana Ofelia Murguía, Julieta Egurrola, Angelina Peláez, Adriana Roel, Farnesio de Bernal, entre otros.
Ahora sí, vayamos a conocer a nuestras actrices.
Azalia Ortiz es actriz de teatro hidrocálida, egresada del Centro de Investigación Teatral del Centro Cultural Los Arquitos, y su carrera de más de 15 años la ha llevado a radicar en la CDMX para trabajar en cine, televisión, y por supuesto en teatro incursionando no solo como actriz sino también como maestra, directora y productora: “Estoy por salir de la CNT, estuve seis años y es momento de cerrar el ciclo. Me parece muy bien porque es muy bueno que la compañía se nutra de otro tipo de actoralidades, de búsquedas creativas (…) dice Luis de Tavira, la CNT es el patrimonio de todos los actores”.
Como integrante estable de la CNT (de 2014 a 2020), Azalia estuvo primero como actriz invitada: “(…) aquí en la ciudad siempre debe estar una lista para las oportunidades. Ha sido una experiencia maravillosa estar acá pero también han sido años muy fuertes, de muchas experiencias y trabajo”.
Piensa su respuesta cuando le preguntamos qué necesita un actor o una actriz para estar en la CNT: “Lo primordial es tener ganas de hacerlo, debe suceder primero en nosotros para que luego se materialice; en Aguascalientes hay excelentes actores y actrices, pero si no nos ponemos las pilas no vamos a llegar a ningún lado. A quien se decida a tomar este camino le sugiero invertir en su educación, que estén dispuestos a reaprender, a reorganizarse, transformarse, a revolucionarse. Hacer esto requiere mucha valentía y coraje, muchas ganas para hacerlo, hay que estar muy abiertos, tener mucha disposición”.
A pregunta expresa de qué viene para ella ahora que termina esta etapa, nos dice: “Ahorita es tiempo de mucha incertidumbre, todo se está reorganizando, pero este ciclo que termino me abre una nueva perspectiva y estoy pensando en estudiar una maestría, o tal vez retome mi carrera en el cine porque esto del teatro va para largo, estoy pensando en muchas cosas, pero también quiero hacer mis proyectos personales. He sido una mujer muy afortunada dentro del teatro, de hecho, hay más actrices que actores, y pues aquí en la capital la competencia es feroz”.
En la charla también nos platicó del proyecto que acaba de comenzar en su Instagram (@azalia.victoire), llamado En compañía y en Autonomía: “Somos un grupo de artistas los que nos vamos de la CNT, y con el afán de mostrar quiénes somos y cómo vivimos nuestras residencias es que decidí comenzar videocharlas con todos ellos, en las que nos hablan de su búsqueda personal y profesional, y lo que ha implicado conocernos, así que creo que es muy enriquecedor. También es una manera de despedirnos del público de la compañía”.
Por su parte, Paloma Domínguez es también de Aguascalientes y está involucrada con el mundo del teatro desde niña, sus padres (Víctor Domínguez y Gabriela Ramírez) también eran teatristas y la llevaban a sus ensayos y funciones: “Para mí el teatro era cosa de todos los días, era un espacio de juego, muy cercano, muy familiar”. Después incursionó con ellos como actriz, actuando géneros como la pieza, tragedia y teatro musical. Ya en su adolescencia formó parte del taller de teatro de la Preparatoria Petróleos, y de ahí decidió ser actriz profesional, matriculándose para la Licenciatura en Artes Escénicas para la Expresión Teatral, en la Universidad de Guadalajara (UDG).
Formó parte de la compañía Teatristas de Aguascalientes, bajo la dirección del maestro Jorge Galván: “Mi paso por ese grupo fue fundamental por ser mi primer contacto con el teatro como una profesión. El maestro Galván me enseñó a amar el oficio y a respetarlo, a entregar el alma y la disciplina. De mis primeras obras con esta compañía fueron Los desarraigados, El médico a palos, y Clase a medias. Compartí escenarios con colegas como Carlos Velasco, Graciela Juárez (qepd), Sergio Alfonso, Fernando López, entre otros”.
Por su paso en la Compañía Estatal del Teatro de Jalisco, Paloma actuó en la obra El gesticulador junto con algunos compañeros de generación, quienes además formaron el Colectivo Transeúnte, dedicado a trabajar con jóvenes audiencias, es decir, niños y adolescentes. Con este colectivo también fundaron el Instituto de Arte Escénico: “Estuve cinco años colaborando en la directiva de esta escuela, es un área de trabajo que me apasiona junto con la actuación”. Estuvo también en el elenco de la versión tapatía de El amor de las luciérnagas, de Alejandro Ricaño, además de La piel de metal, tragedia con la que su grupo representó al estado de Jalisco en una Muestra Nacional de Teatro: “Es de las obras que más he disfrutado y que más me ha dado aprendizaje como actriz con un personaje muy complicado“.
La carrera de Paloma igualmente se ha perfilado hacia el teatro de títeres y el teatro con objetos: “Recientemente, junto con Miguel Ángel Gutiérrez (director de la compañía de títeres experimental Luna Morena), hice un experimento llamado Animal silencio, con el cual ganamos una beca del Fonca de Creadores Escénicos”.
Es importante comentar que este año la convocatoria para pertenecer a la Compañía Nacional de Teatro se lanzó unos días después de que se hiciera el anuncio oficial de permanecer resguardados por la epidemia de Covid-19, a mediados de marzo. Esta es una residencia artística a la que son convocados actores y actrices de toda la República y consta de dos fases: la primera, es administrativa, los interesados mandan los documentos requeridos y entran a un proceso de preselección con un jurado; la segunda etapa es presencial: “Este año el jurado estuvo integrado por Gerardo Trejo Luna y Verónica Langer, quienes dieron un pre-dictamen. Al ser seleccionada me pidieron que diera una audición virtual con un monólogo, una canción a capela, y una lectura de primera intención, después el jurado me hizo una entrevista con las preguntas que consideraban más pertinentes para conocer el tipo de teatro que venía haciendo”. A principios de julio Paloma fue notificada que había sido seleccionada para pertenecer a la Compañía Nacional de Teatro.
Sin duda, son escasas las becas o estímulos artísticos en este país, y mucha la demanda, así lo considera Paloma: “Tristemente en México hay pocas opciones de tener un sueldo digno y estable para los hacedores de teatro, normalmente somos freelancer así que estamos a la caza de los recursos ya sean municipales, estatales o federales que nos permitan mantenernos y generar producción artística. La CNT es una opción que te permite hacer una residencia artística en la CDMX, trabajando con creadores y creadoras con trayectoria, y recibiendo además una beca mensual que te permite vivir dignamente. Estoy bastante contenta por haber sido elegida”.
Aguascalientes está representado en la CNT por dos muy buenas actrices; Azalia Ortiz terminó su residencia de seis años en julio, y Paloma Domínguez comienza la de dos años en agosto, aunque por la contingencia será hasta septiembre de manera presencial. ¡Felicidades a estas actrices que son orgullo del teatro en Aguascalientes!
