Una nueva relación con Estados Unidos - LJA Aguascalientes
21/11/2024

Sin duda, tener a un Presidente de la República con autoridad moral y profundo compromiso en defender y hacer respetar nuestra soberanía nacional hace la diferencia mostrando ante el gobierno estadounidense a un mandatario mexicano con dignidad y decoro logrando una inmejorable buena relación hasta el momento.

Luego de ver las actividades del Presidente Andrés Manuel López Obrador en Estados Unidos en el que se destaca el encuentro con el Presidente Donald Trump, me llevó a reflexionar sobre los que considero fueron los más importantes mensajes tanto de forma como de fondo que hizo nuestro mandatario federal durante su visita y que sin duda nos lleva a manera de conclusión y eje, precisamente el sentido de mi comentario con el que inició este comentario: que gracias a su sólida y respetuosa postura en defensa de nuestra soberanía, así como por la autoridad moral y apoyo popular, es que se pudo marcar una histórica diferencia entre las diplomacia bilateral entre los gobiernos de México y Estados Unidos antes, en esa larga noche neoliberal, y ahora con nuestra Cuarta Transformación.

Desde el principio y a pesar de las críticas, su congruencia en viajar en una aerolínea comercial a Estados Unidos cumpliendo con los protocolos sanitarios nos dejó un primer mensaje de que no es un mandatario que no cambia su manera de actuar y pensar, pero que es respetuoso de los reglamentos y lineamientos legales como una básica señal de respeto al país que lo recibe. En esa misma jornada nuestro Presidente, como ya lo tenía decidido, luego de su arribo pernoctó en la Embajada de México en Washington y con ello determinó dormir en territorio mexicano.

A la mañana siguiente al realizar ceremonia de colocación de ofrendas florales y guardia de honor ante los monumentos de los presidentes Abraham Lincoln y Benito Juárez fijó implícitamente su visión de una relación bilateral ideal con el gobierno estadounidense basada en el respeto mutuo al Estado de Derecho, la soberanía y a las libertades individuales y colectivas. De alguna manera unió a dos presidentes que coincidieron en el tiempo, se comunicaron, se admiraron y se respetaron.

Sin duda, las muestras de cariño de los mexicanos residentes en Estados Unidos que fueron a verlo a esas actividades públicas nos dejó claro que es un mandatario con apoyo popular y con una autoridad moral emanada de haber sido electo después de una larga lucha democrática al lado de su pueblo y mantenerse siempre honesto y transparente.

Durante el intercambio de mensajes de López Obrador y Trump en la ceremonia de bienvenida ambos coincidieron en que en sus respectivos países muchas personas apostaban a que esa relación bilateral culminaría en confrontación, pero no fue así.

Trump, que anteriormente había ofendido y menospreciado a los mexicanos, ahora en el marco de la conmemoración por la entrada en vigor del Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá, ante nuestro Presidente cambió sus adjetivos por otros de reconocimiento.

“Son grandes hombres y mujeres comerciantes que conforman un gran porcentaje de propiedad de negocios”, comentó Trump quien reiteró su deseo de una buena relación con nuestro país y auguró una mejoría en las condiciones de vida y desarrollo entre ambos países con la puesta en marcha del tratado.

Ese cambio de actitud y de lenguaje no es asunto menor en un Presidente estadounidense que se ha caracterizado por momentos de gran beligerancia y agresividad verbal. Esto es resultado de mucho trabajo de diplomacia, pero sobre todo de ver que hay en México un Presidente digno que no se doblega y que tiene una gran disposición al diálogo.


Sin embargo, como lo he comentado lo más significativo son los mensajes emitidos por nuestro Presidente quien por ejemplo, describió a nuestros paisanos como personas honestas y trabajadoras en contraste con las descalificaciones que alguna vez realizó contra la comunidad mexicana en Estados Unidos.

“Se trata de una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada y que mucho ha aportado al desarrollo de esta gran nación”, expresó nuestro Presidente.

Pero además, destacó la importancia de la fuerza e importancia que tienen los trabajadores en el desarrollo de un país y en este caso de la región que conforma el nuevo tratado al recordar que de nada sirve el capital sin los trabajadores.

“No olvidemos que la participación de los trabajadores en los procesos productivos es igual de importante que el papel de las empresas. De poco serviría tener capital y tecnología, si no se cuenta con buenos obreros que se destaquen por su imaginación, su talento y su mística de trabajo”, dijo al recalcar que México puede aportar también y de manera significativa esa fuerza laboral ante el nuevo tratado.

Otro momento significativo en su mensaje fue cuando agradeció a Trump por el apoyo del gobierno estadounidense con la venta de equipo médico para combatir al Covid- 19 y luego de ello fue contundente al señalar su reconocimiento porque no ha tenido intenciones de someter o intervenir en la soberanía de México.

“Lo que más aprecio, es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía. En vez de la Doctrina Monroe, usted ha seguido, en nuestro caso, el sabio consejo del ilustre y prudente George Washington, quien advertía que “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”. Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente”, expresó.

En su mensaje, nuestro mandatario mencionó a los presidentes estadounidenses George Washington, Abraham Lincoln, Franklin Delano Roosevelt y a sus pares mexicanos, Benito Juárez y Lázaro Cárdenas del Río dejando en claro lo que considera el deber ser de una relación basada en el respeto, la amistad y la dignidad.

Dentro del cierre de su discurso, al expresar vítores a Estados Unidos, Canadá y a México, incluyó uno a “Nuestra América” que es una clara referencia al pensamiento político de José Martí sobre la necesaria unidad del Continente a partir de principios como la libertad, la justicia y la igualdad. Esa mención fue sin duda una expresión que engloba toda la intención y discurso respecto la relación entre las naciones.

Esta reunión es sin duda histórica y una muestra de que esta Cuarta Transformación al caminar distinto a los anteriores gobiernos, está logrando novedosos y mejores resultados.


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