El Fondo de Población de las Naciones Unidas dio a conocer el Estado de la Población Mundial. La humanidad está compuesta por 7 mil 795 millones de personas, de los cuales 6 mil 521 se encuentran en las naciones menos desarrolladas por 1 mil 274 habitando los países más desarrollados. Las primeras crecen a un ritmo de 1.3% anual por 0.3% de los segundos.
Con la pandemia por el Covid se hace previsible el crecimiento del desempleo, en un incremento sustantivo de la economía informal y de la pobreza que invariablemente afectará más a las familias pobres y particularmente a las mujeres y los niños.
El análisis realizado por la revista Nexos de julio, permite conocer que el porcentaje de la población cuyo ingreso no alcanzará a cubrir la canasta alimentaria aumentó 12 puntos en un lapso de dos meses y el aumento absoluto de personas en esta situación ya alcanzó los 16 millones. La situación de cada persona, por supuesto, es distinta; mientras algunos se encuentran muy lejos del límite establecido otras pueden estar muy cerca. Lo que permite establecer la brecha de ingreso de cada persona en la muestra: la distancia promedio entre el ingreso total de las personas en pobreza extrema por ingreso y el necesario para cubrir el costo de la canasta más elemental es de 480 pesos por persona, es decir el 29 % de los 1 637 pesos que costaba la canasta alimentaria por persona en mayo.
La disminución de la desigualdad de ingresos es clave para retomar la senda de reducción de la pobreza y cumplir las metas establecidas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 1 de la Agenda 2030. “Es necesario crecer para igualar e igualar para crecer. La superación de la pobreza en medio de la pandemia no exige solamente crecimiento económico; este debe estar acompañado por políticas redistributivas y políticas fiscales activas”, dice la CEPAL.
El rápido envejecimiento es resultado de un proceso demográfico motivado por el mejoramiento de las condiciones de vida, particularmente en materia de salud y alimentación, se sabe que en el mundo había en el año 2000 tantas como 605 millones de personas con 60 años o más, pero para el 2050 se espera que dicha cantidad se triplicará, sumará 2,000 millones de seres humanos con esa edad. Para ese entonces, según las mismas estimaciones, por primera vez en la historia, en el mundo como en Aguascalientes, habrá más ancianos que niños.
Para ONU Habitat, las ciudades y asentamientos, donde vive la mitad de la población mundial, pueden ser centros de crecimiento económico y desarrollo. Y eso puede significar una mejor calidad de vida para todos. Ningún país alcanzó el estado de ingreso medio sin urbanizarse y las ciudades generan alrededor del 70 por ciento del PIB mundial. En el planeta, tendremos para el año 2030, 700 ciudades como Aguascalientes, con más de un millón de habitantes.
La zona metropolitana de la ciudad de Aguascalientes alcanzó durante el 2020 un millón 130 mil 475 habitantes lo que representa el 80% de la población total del estado; la millonaria ZM abarca los municipios de la Capital, Jesús María y San Francisco de los Romo.
Para la agenda internacional este año destaca mucho la Tasa de Fecundidad Adolescente, por ser muy alta en determinadas latitudes. Se mide por número de nacimientos por cada mil adolescentes entre los 15 y los 19 años. La TFA en el ámbito mundial es de 41 nacimientos; pero en México aumenta a 71 y en Aguascalientes a 74. Las regiones más desarrolladas sólo presentan 12 y en las de menor desarrollo se contabilizan 91 nacimientos por cada mil adolescentes, prácticamente una de cada diez de ellas.
Difícilmente encontraremos una prioridad tan importante a atender como esta de hacer posible que nuestras niñas y adolescentes florezcan sanas, dignas, educadas y furiosamente libres. Sin tener que concebir. Tenemos que cuidar a nuestras hijas, nuestras hermanas y primas; hay que cuidar a las nietas y ahijadas. Cuidar a las alumnas y compañeras, las vecinas y las que viven en zonas marginadas y deprimidas que con la pandemia se han convertido en zonas donde se infringen con mayor acento sus derechos. No hay que acostumbrarse a estos fenómenos monstruosos. Las niñas no deben tener niños y ser padres no es cosa de niños.
Las mejores condiciones de vida nos permiten tener más expectativa de sobrevivir hasta los 80 años. Es una larga receta en materia de alimentación, ejercicio, vida plena y prevenir las conductas de riesgo para lograr una larga vida y saludable. El envejecimiento se asoma a nuestras sociedades y tiene cara de mujer.