El polémico retorno de Cabal Peniche - LJA Aguascalientes
22/11/2024

APRO/Juan Carlos Cruz Vargas

 

En pleno aterrizaje forzoso del sector del transporte aéreo, impactado por el Covid-19, el empresario Carlos Efraín de Jesús Cabal Peniche intenta “salvar” Interjet, compañía propiedad de la familia Alemán. 

Con un equipaje que contiene un historial de prófugo de la justicia a nivel internacional, un amplio financiamiento de campañas electorales, años en la cárcel, Cabal Peniche busca posicionar su imagen empresarial en plena cuarta transformación.

Los vientos turbulentos fueron los óptimos para el empresario, encumbrado por Carlos Salinas de Gortari. Ahora, junto con Alejandro del Valle, presidente del Consejo de Administración de la Intercontinental Chamber of Commerce (ICC), Cabal dispuso de 150 millones de dólares para relanzar Interjet a los aires nacionales e internacionales.

En el gobierno de Salinas de Gortari, Cabal era considerado prototipo empresarial de la “modernización” y de los nuevos ricos sexenales.

En 1991, cuando en su esplendor el salinato se deshacía de los bancos nacionalizados, se presentaron cuatro ofertas para la adquisición del banco BCH. Dos de ellas quedaron empatadas y la Secretaría de Hacienda, bajo el mando de Pedro Aspe, resolvió en favor del grupo de 3 mil socios encabezados por Cabal Peniche, justificando su “experiencia administrativa y probidad”. Era el modelo del joven empresario de la liberalización económica salinista.

Cabal transformó al BCH en Banco Unión y finalmente en el Grupo Cremi-Unión, al mismo tiempo que acumuló unas 20 empresas con oficinas en la Ciudad de México, Santiago de Chile, Buenos Aires, Los Ángeles, Nueva York, Londres, Zurich y Hong Kong, entre otros grandes centros financieros y comerciales.

Entre ellas, la compañía Del Monte, adquirida a mediados de 1993 en 500 millones de dólares –la tercera empresa más importante del mundo dedicada a la comercialización de frutas tropicales–, con empresarios de Tabasco, Chiapas, Campeche y Sinaloa asociados en el Grupo Empresarial Agrícola Mexicano.


Cabeza del Grupo Empresarial Sureste, el estrenado banquero era además principal accionista de la compañía Platanera San Carlos del Golfo y una veintena de empresas más. 

En septiembre de 1994, dos meses antes de las elecciones del 20 de noviembre para la gubernatura de Tabasco, Hacienda anunció que el presidente del Grupo Cremi-Unión, Carlos Cabal Peniche, había cometido fraudes multimillonarios y que el Banco Unión sería intervenido. 

El banquero, con orden de aprehensión, se dio a la fuga. 

El candidato priista a la gubernatura, Roberto Madrazo, negó todo vínculo con el banquero y el abanderado perredista, Andrés Manuel López Obrador, consideró que la caída de Cabal “se debió a un ajuste de cuentas”.

Los 5 millones de dólares aportados a Madrazo los documentó López Obrador en junio de 1995, al presentar denuncia y entregar a la entonces Procuraduría General de la República varias cajas con la documentación original de todos los gastos de campaña del priista, que ascendieron a 237 millones de pesos, cuando el tope de campaña era de 5 millones.

Aquella vez el ahora presidente de la República denunció que las pruebas del fraude electoral de Roberto Madrazo estaban en “las cajas de la infamia”.

 

De vuelta al primer plano

En diciembre de 2019, en una entrevista para el noticiario local Telerreportaje de la estación de radio XEVT, a más de 24 años de su persecución, encarcelamiento y liberación, Cabal Peniche admitió que en 1994 entregó 25 millones de dólares a la campaña presidencial y para la gubernatura de Tabasco.

Confesó que, a través de fideicomisos, aportó 15 millones de dólares para la campaña de Luis Donaldo Colosio y 5 millones para la de su sucesor, Ernesto Zedillo, así como 5 millones más para la de Roberto Madrazo para la gubernatura de Tabasco.

Asimismo culpó al expresidente Salinas de haberlo convertido en “chivo expiatorio” y que, en complicidad con Zedillo, lo acusaron de fraude por más de 700 millones de dólares. También relató que tras la intervención de Hacienda al Grupo Cremi-Unión huyó primero a Mónaco, luego a Francia, España, Italia y, finalmente, Australia, donde fue arrestado en 1998. 

En septiembre de 2001 se concretó la extradición del empresario y llegó a México, donde –ya en el sexenio de Vicente Fox– enfrentó sus procesos en libertad, luego de casi tres años encarcelado.

En junio de 2011 el exbanquero apareció de nuevo en Tabasco, ahora del brazo del gobernador priista Andrés Granier Melo, para anunciar millonarias inversiones que nunca aterrizaron… 

Fue en octubre de 2019 cuando Cabal Peniche volvió a los primeros planos en Tabasco, acompañado de un grupo de empresarios de la Cámara Internacional de Comercio de Houston, Texas, impulsores del proyecto “Exportan Sin Intermediarios”, encabezados por Alejandro del Valle, justo con quien hizo la capitalización a Interjet.

Eso no es todo, Cabal Peniche, Alejandro del Valle y Carlos del Valle Guerrero son parte de la alta dirección de la ICC, Capítulo México, la cual de 2018 a la fecha “apoya” al gobierno mexicano como asesora en la implementación de los programas sociales, tales como Banco del Bienestar y en la reestructuración de ciertas entidades, como Seguridad Alimentaria Mexicana y el sector salud, según reza su portal de internet.

Los Del Valle, socios de Cabal en la capitalización de Interjet, son dueños de Telmark-Contact Line, dedicado a ofrecer servicios de call center y outsourcing, y de Penny Money, una operadora de remesas, servicio que detonará aún más el Banco del Bienestar, según informó Darío Celis en su columna de El Financiero la semana pasada.

Fueron ellos quienes adquirieron la vivienda que pertenecía a Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, ubicada en Cráter 525, en Jardines del Pedregal, subastada el pasado 3 de mayo.

 

El deslinde de López Obrador

La operación funcionó como tanque de oxígeno en un contexto donde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo espera que los ingresos de las aerolíneas del mundo bajen 252 mil millones de dólares en 2020, cifra que representa una reducción de 44% en la facturación de las empresas aéreas, por las restricciones surgidas por el coronavirus.

En la contingencia, México no cerró sus fronteras aéreas y también permitió los vuelos nacionales, pero la baja demanda y las restricciones de otros países provocaron cifras débiles en abril, advirtió un análisis del Banco Intercam.

De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Agencia Federal de Aviación Civil, los pasajeros transportados por empresas mexicanas en enero y febrero crecieron a doble dígito, pero en marzo hubo una caída de 27.1% y en abril un desplome de más de 90%.

Entre enero y abril Volaris tuvo el mayor porcentaje de participación de pasajeros transportados (incluyendo las aerolíneas extranjeras que operan en México), con 20.4%, seguido por Grupo Aeroméxico, con 18.0%; Interjet, 14.0%, y Viva Aerobus, con 11.3%… La empresa de los Alemán es la tercera aerolínea con mayor parte del pastel de pasajeros.

En esos aires y en plena cuarta transformación, Cabal Peniche decidió reaparecer como empresario de la aviación. 

El presidente López Obrador niega toda relación con el empresario y su historial. En su conferencia de prensa matutina del lunes 13 dijo: “No tiene nada que ver con nosotros. Da la casualidad que es mi paisano, pero eso no significa ningún tipo de relación. Yo no protejo a nadie. Yo tengo relaciones de amistad, pero no de complicidad con nadie. No llegué aquí con el apoyo de grupos de intereses creados, no llegué aquí porque recibí dinero de hombres de negocios”.


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