- Entrevista a Jorge F. Hernández, sobre los Cuarentínimos para la cuarentena
- El cuentínimo está emparentado con la anécdota, con el chiste y con el chisme, algunos son absolutos delirios de la imaginación
Durante los días de cuarentena obligatoria implementada por el gobierno de España, el escritor mexicano Jorge F. Hernández, tuvo que quedarse en su casa. Pero esa cuarentena obligatoria le permitió, a partir de la sugerencia de Jaime Vigna, subdirector del Instituto Cultural de México en España (IMEX), en donde Jorge F. Hernández director del mismo Instituto, empezar a escribir y compartir en redes sociales un cuentínimo diario desde el primer día de confinamiento en España. El 31 de mayo y después de 76 días de encierro y 76 relatos, este proyecto terminó de escribirse. Sin embargo, ahora empieza un nuevo camino, pues Minerva Editorial publicará estos magníficos relatos en agosto de 2020 bajo el título Cuarentínimos para la cuarentena.
Los cuentínimos —nombre que le dio Hernández a sus microficciones en homenaje a los poemínimos de Efraín Huerta— comenzaron grabándose con la voz del autor y editándose con la ayuda del equipo del Instituto de México en España, y de Sebastián, el hijo del escritor, pero a los pocos días se sumó al proyecto Miguel Repiso, REP, quien propuso ilustrar los relatos, y luego animarlos él mismo desde Argentina. Así, desde el confinamiento en Madrid volaba la voz de Hernández hasta el encierro de Buenos Aires para entrar en sintonía con el trazo de REP y liberar a algunos lectores de su cuarentena, al menos por un par de minutos.
Entre los temas de los cuentínimos no solo está el encierro y la pandemia: hay homenajes a Jorge Luis Borges o Juan Rulfo, José Emilio Pacheco, Miguel de Cervantes, Eliseo Alberto, Frank Sinatra, Georges Simenon, Luis González y González, Joy Laville y Jorge Ibargüengoitia, entre muchos otros. Además, la mayoría de los relatos cuentan con el enorme talento para la imitación de Jorge F. Hernández, quien nos sorprende con extraordinarias dramatizaciones. Cuarentínimos para la cuarentena de Jorge F. Hernández se publicará por Minerva Editorial, quien nos traerá un libro de realidad aumentada, en donde podremos leer y escuchar y ver el trabajo que realizó el ilustrador argentino Miguel Repiso, mejor conocido como REP, sobre los cuentínimos del escritor mexicano nacido en 1962 en la Ciudad de México, y autor de libros de cuentos de En las nubes (1997), Escenarios del sueño (2000), Un montón de piedras (2012).
“Los cuetínimos los escribo desde hace muchos años, porque son como engendros de cuento, no llegan a cuento, y entonces en cuanto nos confinaron, mi amigo Jaime Vigna, que es subdirector del Instituto Cultural de España en México, me sugirió que para mantener la presencia del Instituto en las redes, y ahí le comenté sobre lo que venía escribiendo, y que podría grabar voces, imite a Julio Cortázar, a Octavo Paz, y una vez que se encarreró el proyecto, Miguel Repiso, que firma como REP; que es un buen amigo mío, un ilustrador que tiene más de cuarenta libros publicados, me propuso hacer una serie con él, que ahora van a publicar Minerva Editorial, que son 60 cuentínimo ilustrados por REP, y los otros. 76 cuentínimos, que se publicaron y se dieron a conocer a través de la página y de las redes sociales del Instituto Cultural de España en México y también se publicaron en la página de Milenio Diario en México y de Página 12 en Argentina. Y Canal 22 transmitió los cuentínimo que hicimos con REP, ya que esos son vídeos, que son justo los que va a publicar Minerva” Nos comentó el autor en entrevista desde Madrid.
Javier Moro Hernández (JMH): Los cuentínimos muy distintos, aborda con temáticas y géneros distintos: Hay de corte fantástico, pero también hay algunos que podríamos considerar más de temas cotidianos.
Jorge F. Hernández (JFH): Debo decir que yo sé que los cuentínimos son en realidad microrrelatos minificción, como le llaman también, pero yo les puse así, cuentínimo, por ser un homenaje a Efraín Huerta y a sus poemínimos, y si hubiera una teoría sobre el cuentínimo, es que ésta emparentado con la anécdota, con el chiste y con el chisme, y el chiste de todo es saberlo contar, y entonces algunos son absolutos delirios de la imaginación, y aproveche a otros para ser homenajes de escritores que conocí y que admiro mucho, como Octavio Paz, aunque lo imite, a Julio Cortázar, de quien también imite su voz, a Carlos Fuentes, a Eliseo Alberto. Hay muchos homenajes a quienes yo considero mis maestros.
JMH: Ahora que mencionas la imitación, pensaba que los cuentínimos te dieron la posibilidad de jugar a ser otras personas.
JFH: Eso me entretuvo muchísimo al estar confinado, me dio muchas posibilidades de divertirme y jugar con la imaginación.
JMH: ¿Ya estaban escritos estos cuentínimos o todos los escribiste a lo largo de estos días?
JFH: En los cinco libros de cuentos que he publicado, he reservado algún espacio para los cuentínimos, que es como decirle al lector, de que ahora le quería regalar los que no se convirtieron en cuento, porque el problema de los cuentínimos, es que si los alargas, los echas a perder, entonces algunos ya se habían publicado en papel, pero nunca había grabado mi voz. Con REP la dinámica era que un día él me mandaba un dibujo, sin avisarme de qué era, y el reto era que yo tenía que escribir el cuentínimo en un par de horas. La venganza venía al día siguiente, cuando yo le mandaba el cuentínimo y él tenía un par de horas para hacer el dibujo y filmarlo en video. La parte de prosa es mía, pero fueron 30 cuentínimos que originalmente fueron dibujos.
JMH: ¿Entonces fue un reto creativo que iba más allá de solo escribir los cuentínimos?
JFH: Si, y fue muy divertido ver cómo íbamos sincronizándonos REP y yo, aunque a veces me ponía a sudar tinta, literalmente, aunque yo sé que a veces también lo metí en un brete, por ejemplo, yo escribí un cuentínimo que se llama Los meninos, y dije a ver si es capaz de reproducir el cuadro de Velázquez, y le salió maravilloso, un dibujo genial, con el mismo juego de perspectivas del cuadro que está en el Museo del Prado.
JMH: ¿Esos cuentínimos están en las páginas que me comentas?
JFH: Si, pero también estarán muy pronto en la página de Diplomacia cultural, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que es www.diploamaciacultural.gob.mx, que son los mismos que va a editar Minerva Editorial, o sea que tendrás tu ejemplar con realidad aumentada, entonces es un libro que se va a poder leer, pero al mismo tiempo se podrá ver y se podrá escuchar.
JMH: Estamos hablando de Literatura Expandida, que es el diálogo entre la palabra y las posibilidades de la tecnología y el diálogo con el dibujo. Algo que en prosa no se ve tan cotidianamente.
JFH: De hecho, yo no me imaginaba que nos iban a proponer a REP y a mí la edición del libro de esta manera. Estoy muy agradecido e ilusionado con el hecho de que cualquiera ya puede leer los cuentínimos, pero lo que me parece ya galáctico es que acercas un teléfono, y el teléfono capara un código y entonces en tu pantalla ves como los dibujo REP, y escuchas las travesuras de mi voz.
JMH: ¿Cómo fue llevar tu cuento a la grabación?
JFH: Fue muy intuitivo, pero además, tengo una columna que se llama “Agua de Azar”, porque yo creo muchos en el azar y en las coincidencias, y este año Milenio me pidió justo que mi columna semanal la mandará escrita y grabada, para subirla a la página, entonces ahí está la primera coincidencia, porque ahora la columna se puede escuchar, la puedo escuchar mi madre, por ejemplo, y estamos conectados, porque descubrí que el teléfono tiene un micrófono que puedes usar para grabarte, yo no lo había usado nunca, y resulta que tiene muy buena calidad. También coincidió que mi hijo llegó unos días antes de que se iniciara la cuarentena, y él me ayudó a formatear el dibujo con el audio, y en el caso de los de REP, Berenice Sotelo, lo filmaba con el teléfono, y entonces se acelera el proceso creativo. Todo eso se puede ver y se podrá ver.
JMH: Es utilizar las muchas posibilidades de la tecnología, pero tomando a la palabra como soporte.
JFH: Exacto, y yo no estoy peleado con los libros en pantalla, yo no tengo problema con que voy a seguir conservando los veinte mil libros que tengo en una bodega, pero soy el primero en decir que celebro que en la Tablet tengo casi cinco mil libros, y no pago exceso de equipaje. Y también me he vuelto audio lector, entonces caminó ahora por Madrid escuchando Moby Dick, por las calles, y la ventaja es que a la mejor no tendría tiempo para sentarme y leer el viejo ejemplar, pero además ahora lo puedes compra con la voz de Gregory Peck, con la voz de un clásico.
JMH: También está el elemento de las redes sociales, que fue la primera plataforma en donde se podían escuchar, pero que me imagino también te permitió acercarte con otros públicos.
JFH: Totalmente y por eso se volvió exponencial, y hubo cuentínimos que llegaron a oídos de miles de personas, y a su vez el tipo de satisfacciones que recibe un escritor, que son, por ejemplo, soy de los que cada año voy a la FIL de Guadalajara y soy de los agradecidos cuando alguien me pide que les firme un libro, pero con los cuentínimos me enteré por Twitter que un profesor de telesecundaria, a quien le había llegado de rebote un cuentínimo, se volvió fan, se los pasó a sus alumnos por WhatsApp y el trabajo de fin de curso fue un concurso de cuentínimos de sus alumnos. Me mandó uno, que fue el que ganó, un cuentínimo de un chico de secundaria maravilloso, entonces las redes sociales me permitieron llegar a un público que no es necesariamente lector, pero que si son escuchas.
JMH: Es un acercamiento de otro público a la literatura.
JFH: Sí, también creo que de eso se trataba, porque si yo hacía un homenaje a Octavio Paz o a Agatha Christie, era con la intención de que quienes escuchará se sintiera propenso a leer la obra de los escritores que yo mencionaba u homenajeaba, descubrir a Cortázar, y asumo la responsabilidad de que uno tiene la obligación de que el día de hoy nazca el próximo lector de Ibargüengoitia y el de García Márquez.
JMH: Quería preguntarte por los homenajes que hiciste, ya que me imagino que es un gusto que te das, pero al mismo tiempo es una aproximación a su obra.
JFH: Sobre todo es la gratitud que les tengo a estos autores. Por ejemplo, a Cortázar lo conocí, a Rulfo también lo vi un día, a Juan José Arreola, a Paz lo conocí, salvo a Borges, a todos los que les hice un homenaje era una manera de darles las gracias. Y esos autores también me convirtieron en el lector y autor que soy ahora, y los sigo releyendo, y espero ser un dino ocupante de clara sombra.
JMH: Quería preguntarte si ha sido difícil poder escribir en estos días de cuarentena.
JFH: Es un poco tramposo que el escritor se queje de la cuarentena, porque en realidad, desde niño tuve una vida al aire libre muy activa, pero en realidad el escritor pasa mucho tiempo en el escritorio, y leyendo, y entonces pasamos mucho tiempo encerrados. Entonces es tramposo decir que se nos complicó la vocación. Lo que complica es la preocupación, yo sí pasé estos días sintiéndome muy preocupado y con miedo, soy un paciente de alto riesgo, me daba pavor morir de Covid. Pero también creo que no debe de tener lo que está en las ventanas, y en mi caso escribo tanto lo que está allá afuera, como lo que no está allá afuera, que es lo que está en el espejo. Lo sobrellevé muy bien porque mi hijo Sebastián llegó de México de milagro y me cuidó y me ayudó con los temas técnicos y en la vida cotidiana. Pero otra compañía, fue lo que leo y lo que iba escribiendo, es decir, hay algunos personajes que jamás me van a abandonar, porque me divirtieron muchísimo.