Ejemplo/ Bajo presión  - LJA Aguascalientes
22/04/2025

El vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, explicó en una entrevista que sí se vale que todo se concentre en la persona de Andrés Manuel López Obrador, porque “El presidente está convencido de la democratización de la presidencia, por eso la volvió tan cercana. Es más cómodo para un gobernante hacer lo que quiera. Ese presidencialismo se acabó. Tenemos un hombre de carne y hueso que hace política y que, claro, no va a renunciar a la fuerza de las instituciones mexicanas, donde el presidencialismo sigue siendo muy fuerte, pero lo pone al servicio de lo que considera las causas de la mayoría”, es decir, López Obrador puede hacer lo que quiera porque tiene el poder de adivinar qué es lo que la mayoría quiere; leyendo con atención lo que declara el vocero, revela lo evidente: la Cuarta Transformación adoptó sin pena alguna el sistema presidencialista priista, ese en que era la hora que el presidente quisiera.

Las décadas del priismo en el poder generaron una clase burocrática servil y sumisa, en que eran más importante la capacidad de zalamería que el servicio profesional de carrera, durante mucho tiempo se designó a funcionarios que no estaban preparados para desempeñar un cargo, pero tenían la recomendación que valían, eran el hermano idiota de un gobernador, el primo analfabeta de un senador, o habían sido compañeros en la primaria del gran jefe, eso bastaba para que fueran a cobrar, y se rodeaban de una corte que pensaba que con asentir a lo que dijera “el licenciado” le caerían migajas en forma de bono o compensación. En la burocracia se perdió la vocación de servicio, en cambio se afinó el comportamiento canino de someterse sin cuestionamientos al capricho del jefe.

Hace unos días, Arturo Herrera Gutiérrez declaró que consideraba que el cubrebocas era un elemento importante en la reactivación de la economía, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, evidentemente, se refería a la adopción de hábitos de higiene y sana distancia ahora que se nos ha impuesto una nueva normalidad; lo malo es que a López Obrador no le pareció y sin temor a humillar a su colaborador, quien se encontraba sentado a un lado del presidente, dijo: “No, pues creo que está muy desproporcionado, ojalá y fuese eso. No, pues si fuese el cubrebocas una opción para la reactivación de la economía, pues me lo pongo de inmediato, pero no es así. Yo sigo las recomendaciones de los médicos, de los científicos”. Apenado, Arturo Herrera pidió la palabra para aclarar lo que sí había dicho. 

Ante los miles o millones de miradas que siguen la mañanera, Arturo Herrera sostuvo lo que había dicho sobre el uso del cubrebocas, matizando al gusto de López Obrador, de manera que pareciera que se disculpaba de decir la estupidez que el reportero entendió y reprodujo en la pregunta al presidente. Una analogía, explicó el secretario de Hacienda, para enseguida añadir que como el presidente ya había señalado, se están empezando a recuperar empleos. Acto seguido, el funcionario regresó a su silla, como niño castigado en la esquina y mirando a la pared.

Luego de la aclaración, López Obrador se llenó la boca explicando lo que es la sana distancia y la libertad, de nueva cuenta pidió que los ciudadanos aprendan a cuidarse, a ser responsables, “tomemos conciencia de que depende mucho el no enfermarnos, en este caso de no contagiarnos, de nuestra actitud, o sea, de que guardemos la sana distancia, la higiene personal, todo lo que nos recomiendan. Pero nosotros mismos podemos actuar de esa forma, no tiene que ser por decreto, por orden, sino somos mayores de edad, somos ciudadanos responsables y todos debemos de cuidarnos. Lo hemos venido haciendo los mexicanos”.

México registró un nuevo pico de contagios de Covid-19, la cuenta de fallecidos por el coronavirus casi alcanza las 42 mil personas. López Obrador es un irresponsable por no predicar con el ejemplo, por negarse a usar el cubrebocas, para los serviles tetratransformistas que quieran defender al presidente, exculparlo de su responsabilidad, un dato del Inegi, de la Encuesta Telefónica sobre Covid-19 y Mercado Laboral, en la que se indica que en abril de 2020, en 98.8% de las viviendas sus integrantes se mantienen informados de la situación de la pandemia y de las medidas de protección recomendadas por las autoridades sanitarias para evitar el contagio del Covid-19 y el medio principal por el que se mantienen informados es la televisión con 85.5%, seguido de las redes sociales con 44.4%, Internet que representa 33.6%, la radio con 29.7% y finalmente, otro medio, con 5.1 por ciento.

De lunes a viernes, en la mañanera dicta misa López Obrador, los fines de semana remite su sermón a través de las benditas redes sociales, ¿cuántos contagios se evitarían con la simple recomendación de usar un cubrebocas?, si se difundiera la imagen del presidente usándolo; pero no ocurre así, prefiere exhibirse como un roble, infalible, una fuerza de contagio moral… Miserable.

Coda. No quiero cerrar la semana con este sabor a hiel, mejor unos versos de Roberto Juarroz:

Mis ojos buscan eso


que nos hace sacarnos los zapatos

para ver si hay algo más sosteniéndonos debajo

o inventar un pájaro

para averiguar si existe el aire

o crear un mundo

para saber si hay dios

o ponernos el sombrero

para comprobar que existimos.

 

@aldan


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Director editorial de La Jornada Aguascalientes
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