- A pesar de las cuantiosas pérdidas, la administración de la 4T ha dejado claro que el apoyo a la paraestatal que dirige Octavio Romero Oropeza es una prioridad sobre todas las cosas
EMEEQUIS/Patricia Tapia
Rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex), cumplir con sus programas sociales, proyectos insignia y no endeudarse han sido las constantes promesas del presidente, Andrés Manuel López Obrador, pero esto se mira complicado con unos ingresos presupuestarios que se han debilitado por los efectos de la pandemia y el golpe de los bajos precios del petróleo.
De enero a mayo de este año los ingresos presupuestarios del sector público cayeron 3.1% real en relación con el mismo periodo de 2019, pero en abril y mayo sufrieron un desplome de 19% y 23.1% real en su comparación anual, respectivamente.
Los ingresos presupuestarios se han visto principalmente afectados por el derrumbe en el rubro petrolero. En los primeros cinco meses de 2020 estos ingresos se ubicaron en 185 mil 963 millones de pesos, una caída de 47.3% en términos reales respecto a enero-mayo de 2019. De igual manera, abril y mayo tienen las caídas más profundas con 73.8% y 65.3%. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Héctor Villarreal, apunta que, si bien no estamos en el extremo de que el gobierno esté en bancarrota, puesto que eso implicaría ya no pagar sus compromisos de deuda y pensiones, sí hay una precariedad fiscal, por lo que el gobierno debe tomar decisiones complicadas para el paquete económico 2021.
“Yo creo que se presentan tres cosas: tú necesitas más dinero en el sector salud y también una parte para educación…Por otro lado, tú quieres apoyar a Pemex, pero también no te quieres endeudar. Pues te garantizo que las tres cosas no se pueden cumplir simultáneamente: o te endeudas, o no apoyas a Pemex, o tu gasto social no lo puedes expandir”.
La principal alarma
El primer foco rojo concierne al destino de los recursos es Pemex, ya que, a pesar de las cuantiosas pérdidas, la administración ha dejado claro que el apoyo a la Empresa Productiva del Estado, que dirige Octavio Romero Oropeza, es una de las prioridades.
De enero de 2019 a marzo de 2020 la petrolera acumula pérdidas netas por más de 900 mil millones de pesos. Pero es de las más privilegiadas en el presupuesto de esta administración: el año pasado tuvo 18.5% más de recursos que en 2018 y en 2020 fue 12.6% mayor que en 2019.
Además, en abril pasado obtuvo un apoyo extraordinario por 65 mil millones de pesos por parte del Gobierno Federal.
Mientras tanto, otras dependencias han sufrido un recorte de hasta 75% en sus gastos de operación. En últimas fechas ha salido a relucir que las están limitando con equipos de cómputo, agua y luz, como son los casos de la Secretaría de Economía y del Trabajo.
En el mismo mes que a Pemex se le hizo la transferencia de apoyo, el presidente lanzó un decreto en el que se determinaba que este 75% para servicios materiales, servicios y suministros no fuera ejercido.
“No sabemos qué va a hacer el gobierno con Pemex, hay un contraste muy extraño, pues por un lado tienes este programa de austeridad súper draconiano. Lo que pasó con capítulo 2,000 y 3,000 es una barbaridad, y al mismo tiempo a Pemex no se le toca ni con el pétalo de una rosa”, señala Héctor Villarreal.
Otro tema de urgencia –que ve el director del CIEP– es que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) está en el limbo y que también necesita de recursos para que pueda funcionar.
Y a todo esto se suma todo el daño estructural que han sufrido diversos sectores por la pérdida de empresas y empleos que ha dejado la Covid-19. Que el gobierno tiene un problema de fondeo, es una realidad, pues no se ve de dónde pueda salir todo el dinero que se requiere.
“Es precisamente una de las partes más complicadas de las decisiones que vienen, ¿de dónde echar mano? creo que en términos de finanzas públicas 2021 va a ser un año muy duro… y sí quisiera matizar, dinero hay, pero no hay mucho. Si alguien dice: híjole que organizándonos bien alcanza para todo, es falso”.
Un gran problema
Si la economía se mantiene con un mal desempeño, entonces las finanzas del país sí se verían ya muy comprometidas. Se prevé que en 2021 se tenga un déficit primario (ingresos menos gastos, no considerando el servicio de deuda) de entre medio punto y un punto del PIB.
“A mucha gente esto ya lo pone más nervioso y va a decir bueno, pues entonces si nos podemos meter en un mediano plazo, si la economía no se recupera muy rápido y tú sigues con déficit primario, pues entonces ya podemos empezar a tener problemas de otra naturaleza. A la palabra la palabra insolvencia le tengo mucho respeto, no la uso a la ligera, pero digamos que la viabilidad de las finanzas públicas mexicanas sí quedarían en entredicho”, alerta Héctor Villarreal.
Este jueves, el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, indicó que el impacto que dejará el Covid-19 en el país deja ver que será una crisis profunda, pero también destacó que podría tener una recuperación más rápida que las crisis de otros años, lo cual dependerá de la parte de salud.
La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), volvió a hacer esta semana un ajuste en sus estimaciones económicas para México, pronostica una contracción del PIB de 9% en 2020.
También Bank of America (BofA), refirió que el país está más propenso a que su deuda gubernamental pierda su grado de inversión en 2021 por su situación fiscal y la débil economía.
El gasto del sector público en México está aumentando, a pesar de la narrativa de austeridad de la administración, y también a pesar de la falta de estímulos fiscales para amortiguar el impacto de Covid-19. México tiene un problema fiscal estructural con ingresos sistemáticamente inferiores a los gastos, explica BofA en su reciente reporte.
Héctor Villarreal considera que, de no tomar buenas decisiones y seguir recortando gasto a programas pequeños, pero importantes, y continuar con las transferencias a estados para privilegiar a Pemex y a sus proyectos, como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía, los resultados pueden ser algo que le pegue a AMLO en los resultados de las elecciones de 2021.
