- Es necesario que los gobiernos emprendan acciones afirmativas con perspectiva de género
- Según la OIT las mujeres están sufriendo el impacto laboral más severo producto de la pandemia
Es necesario que los gobiernos emprendan planes, estrategias y acciones afirmativas con perspectiva de género para amortiguar el impacto de la pandemia, dirigidas específicamente a las mujeres, recomendó Dafne Viramontes, secretaria de la Comisión de Estudios de Género del Colegio de Economistas de Aguascalientes.
Tras recordar que una política de acción afirmativa, que consideró que aún no se comprende del todo, se trata de acciones encaminadas a ciertos grupos minoritarios como personas migrantes, de origen étnico o que históricamente han sido discriminados por alguna razón como es el caso de las mujeres, a fin de resarcir las brechas y sea posible una mejor calidad de vida con base a la igualdad sustantiva.
La economista expuso que según información de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que las mujeres están sufriendo el impacto laboral más severo y desproporcionado producto de la pandemia por la Covid-19, lo que representa el riesgo de que algunos de los modestos progresos en materia de igualdad de género alcanzados en las últimas décadas se pierdan y que las desigualdades de género, relacionadas con el trabajo, se agudicen.
Dafne Viramontes presentó ocho recomendaciones de políticas públicas con perspectiva de género, pero antes expuso el escenario que enfrentan las mujeres empresarias en el ámbito nacional: uno de cada tres negocios con menos de 100 personas ocupadas, es liderado por una mujer; son responsables del 10.7% del personal ocupado en el país, teniendo una amplia presencia en el sector informal, donde dan empleo al 78.4% de los trabajadores informales, en contraste con su participación del 21.6% en el sector formal. Solamente el 12.8% de las empresarias pudo acceder a financiamientos durante el 2018; el 29.5% tenía un equipo de cómputo en su trabajo; y solo el 25% acceso a internet y solo el 2.9% realizó ventas por la internet; porcentajes verdaderamente bajos: “Lo anterior no responde a que las mujeres no lo quieran hacer, sino que se enfrentan a diferentes barreras que les impide, por ejemplo, acceder a créditos por el tipo de requerimientos que les solicitan, o por otro tipo de barreras, como la discriminación por el simple hecho de que son mujeres”.
Con la expectativa de sean tomadas en cuenta por los gobiernos, estatal y municipales, expuso las siguientes recomendaciones con perspectiva de género:
- Que se otorguen programas de créditos, préstamos y subvenciones dirigidas particularmente a mujeres empresarias y emprendedoras, dado que sólo uno de cada tres empresarios son mujeres, lo que representa una situación de desigualdad.
- Que las condiciones de acceso a los financiamientos sean diferenciadas por género, dado que en general, los programas de apoyo establecen limitantes que hacen más difícil a las mujeres alcanzarlos como la posesión de propiedades.
- Fomentar políticas de protección al empleo a jefas de familias y mujeres embarazadas, al ser esto muy importante, dado que se encuentran en una vulnerabilidad social muy alta y si se quedan sin empleo, varias personas que dependen de ellas pueden quedar completamente desprotegidas.
- Brindar atención especial a sectores que se han visto mayoritariamente afectados por la Covid-19 y que cuentan con un alto porcentaje de participación las mujeres, como es el servicio de alojamiento temporal y preparación de alimentos, el comercio al por menor y los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes intangibles.
- Impulsar apoyos económicos a aquellas jefas de familia, mujeres que hayan perdido su empleo formal o informal a consecuencia de la pandemia, y aquellas mujeres que vivan en situación de pobreza por ingreso, así como a personas adultas mayores que hayan visto severamente afectada su fuente de ingreso por la pandemia.
- Brindar apoyos especiales a aquellas PyMEs que faciliten el trabajo remoto. “Esto es importante porque muchas de las mujeres no pueden salir al mercado laboral porque en ellas recae la carga de los cuidados del hogar: “Las empresas que tengan un compromiso social con la igualdad y equidad de género también deberían ser apoyadas”.
- Desarrollar medidas para la distribución del trabajo de cuidados del hogar entre el estado, las empresas y las familias, pues las tareas de cuidado están mal distribuidas entre las empresas, el Estado y la familia, que recae principalmente en las mujeres, por lo que son necesarias específicas.
- Establecer apoyos a trabajadoras del sector informal, particularmente a trabajadoras que han estado relegadas, o que no tienen ningún tipo de prestación, o que se encuentran en una situación de vulnerabilidad muy fuerte, como pueden ser las trabajadoras domésticas, las trabajadoras sexuales y las comerciantes.