“Me levanto a las 4 de la mañana para venir a buscar algo y luego a las 7 me voy al jale, luego me duermo un rato y regreso en la tarde a ver qué trajeron.”
En la comunidad de Coyotes, al sur de la ciudad capital, se encuentra, muy escondido, el tiradero de escombro municipal, un espacio que la Secretaría de Obras Públicas del Municipio de Aguascalientes destinó para que los residuos de construcciones estuvieran confinados en un solo espacio y evitar el daño ambiental que éstos generan. Ahí, sobre una pila de ladrillos, hay quien a punta de mazo y pico deshace los castillos y cadenas para sacar las varillas y venderlas al kilo.
Aquí hay mucho dinerito tirado y hay que rascarle porque si no, no sale. Con los sueldos miserables por los suelos y yo con cuatro hijos ¿usted cree? Ayer sí saqué para unas gordas, pero pos a veces no hay nada.
Un gorro amplio tejido lo cubre del sol de las seis y media mientras manda a un pequeño de unos 4 años a traer la botella de agua, el niño corre con un jugo de naranja que estuvo congelado en una botella de refresco mientras su madre, en cuclillas, busca entre pedazos de azulejo algo que le sirva.