Memoria no es caudal sólo un rasgo,
Luz que decrece.
Duele no saber que fuimos -perfil de sombra-
Duele dar por perdido
El silencio oquo que somos,
Percibir por ocultamiento.
Francisco Javier Martínez Farfán
En nuestro imaginario social los archivos están dentro de una subcategoría del interés público y cultural, son entes imaginados entre polvo, cajas, documentos viejos y gente extraña que trabaja en ellos. En los Archivos todo parece ajeno al día a día que sucede fuera, nos perdemos entre papel, cartón, cintas, fotografías… qué alguien nos diga por favor ¿qué se cuidan con tanto recelo en esos espacios?
Desde dentro, los archivistas y conservadores saben que trabajan con tesoros invaluables, cada día sistematizar, conservan, restauran, digitalizan, educan y difunden aquellos tesoros que parecen valorados solo por unos pocos. Es una lucha que, a veces, parece una marea incontrolable de expedientes y metros y metros lineales de documentos que contienen la memoria escrita de nuestra sociedad.
Pero ¿qué importancia y para qué son los archivos? Hoy en día vivimos un periodo de cambios, crisis en la totalidad de nuestros conceptos del mundo, del papel de la sociedad, de nosotros mismos como individuos, es, como dice Francois Hartog (Francia, 1946) “un cambio de época” y como tal, un signo de este cambio, es el conflicto de definición y delimitación entre memoria e historia.
Ese conflicto se desdibuja. La lucha de las minorías –minorías no en número sino de condiciones de desigualdad– están íntimamente vinculadas con el pasado lejano o reciente. Hablamos de un pasado violento, que se prolonga y se vuelve presente y nos reclama mirar a las víctimas en su digna lucha, víctimas que exigen la reparación de los daños y los cambios de las prácticas dominantes de poder.
No es difícil darse cuenta de esto, ahora mismo se vive el movimiento internacional contra el racismo que tiene su origen en el colonialismo y se hace presente a través de la violencia policial. Es también como los movimientos feministas, que luchan contra las violencias machistas y el definitivo reconocimiento de sus derechos, como el respeto a la decisión de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Las luchas del presente están dotadas de un pasado que duele y necesita ser reconocido.
La memoria es presente y a través de ella se busca la reivindicación de los olvidados en el discurso histórico y abona en la construcción de una verdadera democracia y en este sentido los archivos juegan un papel fundamental, porque en ellos se resguarda la memoria colectiva de la sociedad.
#UnArchivoEs cultura, patrimonio, la base de investigaciones y en él se conserva la memoria, se vincula con diferentes entes sociales, se promueve el diálogo y la comunicación, #UnArchivoEs presente y está vivo.
Y cuando decimos archivo no sólo nos referimos a los de las instituciones, llámese gubernamental, religiosa o civil, también hablamos de los archivos que evocan la memoria colectiva cercana. Los “archivos de la memoria” son generados por las minorías para resguardar su propia memoria, aquella que los Estados “no ven”, aquella que niegan y ocultan. Este movimiento de los archivos y monumentos de la memoria es enteramente decolonial, nacida en la América Latina de los años sesenta y setenta ante el embate del Plan Condor y en las luchas autonomistas africanas del siglo XX
Como vemos, los archivos juegan un papel fundamental en nuestra relación con el pasado y resguardan los documentos que contienen parte de nuestro constructo social. Ahí, en esos espacios de la memoria, se resguarda lo que somos como sociedad y los documentos están en espera de que los cuestionemos porque tienen mucho que decirnos de nosotros mismos.
Desde hace algunos años el Consejo Internacional de Archivos y los organismos regionales como la Asociación Latinoamericana de Archivos, han promovido el Día Internacional de los Archivos que se celebra hoy 9 de junio, con el objetivo de hacer presente la importancia de su valoración, cuidado y conservación. Cada año se realiza una campaña internacional, se celebra la Semana de Internacional de los Archivos y se genera un hashtag en redes sociales, este año es #UnArchivoEs. A esta campaña se suman, archivos de todo el mundo sean nacionales, provinciales, o institucionales, el objetivo es no olvidar su importancia.
En ese sentido, este año es muy importante para México. El 15 de junio de 2019 entró en vigor la nueva Ley General de Archivos, una ley que establece los lineamientos para el funcionamiento adecuado de los Archivos y la rendición de cuentas, vinculado íntimamente a la Ley de Transparencia y el acceso a la información pública. Con esta ley se amplía la obligación de transparentar su información a más sujetos que deben rendir cuentas y abrir sus archivos, va mucho más allá de la obligación del Estado y los tres niveles de gobierno. Esta ley además, reconoce plenamente a los Archivo como Patrimonio Cultural de Nación y establece los lineamientos para la conservación documental y preservación digital. Es un ley pensada para el presente y el futuro.
A partir de que entró en vigor, los Congresos Estatales están obligados a armonizar sus leyes locales con la Ley General, hemos leído en las noticias como varios estados han estado anunciando sus Leyes de Archivos, demostrando su interés y agenda política.
En Aguascalientes aún no tenemos noticia de la armonización, al día de ayer contamos que quedan siete días para su aprobación. Preocupa la nula exposición mediática de esta ley, la nula postura pública de los miembros del Congreso local y hasta este momento, la no armonización de la ley. Este aparente o real desinterés, que choca con la urgencia que han tenido para asuntos polémicos que van contra los Derechos Humanos o por la privatización de los recursos públicos, preocupa a la luz de un momento histórico que exige exactamente lo contrario y para lo cual los archivos juegan un papel fundamental. Un Estado, sea cual sea, que cuida, promueve y transparenta sus archivos, es un Estado que está encaminado en la definitiva construcción de su democracia. El nulo o escaso interés en los archivos dice mucho de cualquier gobierno.