Es probable que el Covid-19 cambie considerablemente la manera cómo vivimos, trabajamos, convivimos y nos movemos en las ciudades, e incluso distintas dinámicas, como la interacción en el espacio público o la demanda de transporte colectivo, se han modificado en los últimos meses a partir de la necesidad de mantener una distancia razonable entre las personas para reducir la transmisión del virus. En ese sentido, algunos gobiernos locales en el mundo están aprovechando la reanudación gradual de las actividades para impulsar nuevas agendas que permitan hacer de sus ciudades mejores lugares para vivir. El post-covid traerá consigo áreas de oportunidad para revertir tendencias que desde hace tiempo han reducido la calidad de vida urbana, pero que a partir de la crisis sanitaria podrían modificarse para obtener mejores resultados. Veamos.
En materia de movilidad, la evidencia muestra que la reducción de la demanda de transporte colectivo en algunas ciudades podría continuar en el corto a mediano plazo por la necesidad de mantener una mayor distancia entre las personas, lo que se espera contribuya al aumento del uso del automóvil. Lo anterior podría elevar aún más externalidades negativas que afectan directamente la calidad de vida urbana, como el tráfico, los accidentes o la contaminación. Por ello, ciudades como Bogotá, Santiago de Chile y París están poniendo en práctica acciones emergentes de movilidad sostenible, como la habilitación de nuevas ciclovías, para facilitar a las personas realizar desplazamientos de distancias razonables de forma segura en términos sanitarios, especialmente para quienes dependen del transporte público para moverse en la ciudad. Esas ciudades están apostando fuertemente por la infraestructura ciclista para proveer alternativas seguras a quienes de otra manera tendrían que utilizar un transporte público que en ciudades como la nuestra suele operar con unidades hacinadas. En Aguascalientes, la Coordinación General de Movilidad (CMOV) del Gobierno del Estado no parece tener planes de habilitar ciclovías emergentes o permanentes en la ciudad para facilitar la movilidad de las personas en el post-covid, por lo cual habría que preguntar si en los últimos años de esta administración la CMOV ahora sí impulsará inversiones significativas en infraestructura ciclista o permanecerá en la inacción.
Por otro lado, algunas ciudades están realizando inversiones importantes para rediseñar el espacio peatonal en zonas con altas concentraciones de personas que caminan, como los centros históricos o áreas de oficinas, comercios, etcétera. Esas inversiones están enfocadas en la peatonalización de algunas calles y la ampliación de las banquetas para que las personas puedan caminar respetando distancias adecuadas entre sí, es decir, lo contrario a lo que pasa en muchas zonas de Aguascalientes donde difícilmente dos o más personas pueden caminar por el mismo espacio de manera segura. Por lo tanto, los municipios podrían aprovechar la reanudación de actividades para impulsar proyectos integrales de movilidad peatonal, no sólo para garantizar una sana distancia en el espacio público, sino también para mejorar el confort de los peatones y prevenir accidentes viales. ¿Estarán los municipios dispuestos a invertir tiempo, dinero y esfuerzo para mejorar la movilidad peatonal en el post-Covid?
Similarmente, existe evidencia que sugiere que las personas con padecimientos de salud como diabetes e hipertensión relacionados con el sobrepeso y la obesidad, pueden presentar mayores complicaciones con virus como el Covid-19. Por ello, distintos gobiernos locales en el mundo están diseñando estrategias de espacio público para mejorar la salud de la población. Por ejemplo, algunas ciudades han anunciado que en el post-Covid reforzarán sus programas de “Calles Abiertas” que buscan transformar temporalmente –por ejemplo, los domingos por la mañana– algunas vialidades en espacios libres de automóviles para que las personas puedan para caminar, patinar, andar en bicicleta, hacer ejercicio, jugar, descansar o pasear. Estos programas, que ya existen en más de 400 ciudades en el mundo, pueden generar beneficios importantes en cuanto a la actividad física que realiza la población, y, con ello, mejores los hábitos de salud en las ciudades. ¿Por qué no implementar un programa de Calles Abiertas en Aguascalientes para que las personas realicen actividades físicas en alguna avenida importante como Universidad, Canal Interceptor, Zaragoza, López Mateos o Tecnológico?
En conclusión, en Aguascalientes existen grandes áreas de oportunidad para fomentar y mejorar la movilidad ciclista y peatonal y promover nuevas actividades en el espacio público encaminadas a mejorar la salud de las personas. No obstante, mientras algunas dependencias parecen estar ya en la entrega-recepción, otras se dedican exclusivamente a la movilización electoral. ¿Serán capaces los gobiernos estatal y municipales de anteponer las necesidades e intereses de la ciudadanía en el post-covid e impulsar agendas más ambiciosas que eleven la prosperidad del estado y la ciudad?
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