¡Trece de la mala suerte! Pero la suerte de Awitas por la pandemia de coronavirus ya no puede ir peor: 2,591 positivos detectados al día de ayer martes 22 de junio y 127 hidrocálidas e hidrocálidos que perdieron la vida; entre los cuales hay una joven paramédico, varias enfermeras y varios enfermeros, así como una médica y un médico.
Esta cocina se duele por la pérdida de tantas vidas, de tantos compañeros de vida; padres, madres, esposos, hijas e hijos, familiares o amistades de alguien. No se trata de un frío número sino de 127 personas que deberíamos tener aquí para gozar de su presencia, para reír con ellos, para enojarnos con ellos, para saberles en el mundo, para formar parte de su paso por esta vida. En lo particular lastima a esta cocinera la pérdida de un bebé de apenas dos meses de edad que, no fue diagnosticado a tiempo y que presumiblemente fue contagiado en una unidad de medicina familiar del IMSS, al respecto escribió Raúl Cobos: imagine Usted lo que es festejar el diez de mayo con su bebé en brazos, y quince días después estarlo sepultando. Sin palabras.
En esta semana trece que inicia para Awitas, desde aquél primer caso exportado de España portando el temible virus; la población decidió que más vale morir de pie, que morir suplicando ¡Ja! No me crea estimada lectora, querido lector; la población decidió que mejor le sorprendiera el Covid-19 en ¡plena pachanga! Tomando cerveza en los merenderos que abundan en nuestra entidad, disfrutando de la carne asada con la familia o degustando desde un menudo en un tianguis hasta las más costosas viandas en un fino restaurante.
A los otrora prudentes Aguascalentenses ya nos pareció mucho encierro, suficiente gel de alcohol y bastante lavado de manos. Hemos dejado los cubre-bocas o mascarillas porque sentimos que nos asfixiamos y no queremos usar tapetes sanitarios porque estorban. ¡
Así de fácil! La gente se hartó de estar asustada y con una irresponsabilidad casi infantil, salió a las calles con actitud desafiante: los tianguis y mercados abarrotados; las plazas y centros comerciales plenos y lugares como la central de abastos, los centros de atención a clientes y cajeros automáticos, atestados.
Arribamos a esta semana con la elección del titular en el Órgano Superior de Fiscalización de Aguascalientes; extrañamente, en un asunto de carácter estatal se llega a la designación por parte del Congreso del Estado de Aguascalientes, con una terna en que se inserta a un representante del grupo político que actualmente ocupa el palacio municipal capital. Y digo extrañamente porque la inserción del alfil del grupo panista líder de la política capitalina, no debiera estar presente en esa votación ¡pero! no sólo estará presente sino que llega con amplia posibilidad de encabezar el órgano revisor de las cuentas públicas y este no es un tema menor.
El OSF es el encargado de la revisión técnica del ejercicio de los recursos públicos de los entes sujetos a revisión. Usted se preguntará estimada lectora, querido lector, quiénes son esos entes sujetos a revisión, pues bien; los tres poderes del estado, los ayuntamientos de la entidad, todas las dependencias de la administración estatal y municipales; los organismos paraestatales y paramunicipales, organismos autónomos, empresas de participación pública mayoritaria y fideicomisos pertenecientes a la Administración Pública Descentralizada de Gobierno del Estado y de los Ayuntamientos. ¡Sopas! ¿Nada más? Seguro preguntará Usted lectora-lector, -pues sí, nada más eso- le respondo yo. Se trata en pocas palabras, de la revisión técnica del gasto público estatal y de los ayuntamientos para que los diputados analicen, discutan y en todo caso, aprueben.
¿Qué hace un infiltrado de un municipio en la terna de un órgano de fiscalización de nivel estatal? Mucho me temo que llevar mano, queridos lectores; pues lo metieron ahí para tratar a toda costa que sea el titular y, que actúe en beneficio de sus tutores o, en perjuicio de grupos políticos no afines al suyo.
A esta pluma, no le parece sorprendente, toda vez que en las últimas votaciones de la actual legislatura, se nota la confrontación de las dos tribus políticas panistas estatales; la inserción de un representante del equipo municipal. Lo que queda a la estricta observación ciudadana es el desempeño de los representantes de los otros partidos políticos representados en el congreso estatal. Ya permean en redes sociales textos que acusan sobornos hasta por un millón de pesos para quien sume su voto al alfil del grupo Camarillo-Jiménez-González y asociados.
De forma muy especial, y por romance largamente sostenido entre el PRI y la de la pluma, me quita el sueño el comportamiento legislativo de los cuatro representantes populares priistas: Juan Manuel Gómez del grupo Augusto Gómez Villanueva; Elsa Landín del grupo Olivares-Ventura; y las lorenistas Lucía Armendáriz y Margarita Gallegos. Mucho se ha hablado de torcidas alianzas futuristas entre un par de grupos políticos priístas con líderes de otros partidos políticos; por lo que la lectura del voto que emita cada una-uno de los tricolores, más allá del señalamiento de corrupción tendría lectura de alianza confirmada.
Es momento de mostrar sensatez en la votación del titular al Osfags y de dejar claro que el enfrentamiento entre palacios le es ajeno al PRI, o, de emular a la población hidrocálida que decidió salir de casa y descararse, perder el temor y hasta desafiar al destino.
¡Nos vemos en la próxima!