- Tras el escándalo por el youtuber, un interesante tándem de mujeres indígenas se perfila para liderar la lucha contra la discriminación. Aventajan Marcelina Bautista, Zenaida Pérez, Amaranta Gómez y Larisa Ortiz. ¿Qué factores de poder incidirán en AMLO?
EMEEQUIS
Pasado el penoso escándalo por el youtuber Chumel Torres, muchas y muchos se han ido con la finta de que las seis candidatas de la Asamblea Consultiva del Conapred integran una suerte de lista oficial de quienes tienen más posibilidades de dirigir el organismo encargado de combatir la discriminación en el país, pero no, nos subrayan. En círculos de gobierno ven esa propuesta como “un primer saque”: en el Palacio de Cobián están haciendo su propia auscultación.
Donde hay que poner el ojo es en los factores de poder que incidirán en el ánimo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tendrá la última palabra, as usual. Así, las aspirantes que realmente quieran continuar su lucha en la trinchera institucional tendrán que llenarle el ojo a Olga Sánchez Cordero, quien sí tendrá voz y voto en la decisión, principalmente porque la idea gubernamental es que en el mediano plazo el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) pase a formar parte de la estructura central de la Secretaría de Gobernación.
Nadine Gasman Zylbermann, del Inmujeres; Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente; las poderosas legisladoras Malú Mícher y Citlalli Hernández, así como la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, también son funcionarias públicas en quienes el presidente confía para este tipo de decisiones. Ellas serán, en su momento, consultadas por López Obrador.
En tanto, la discusión sobre quién debe ser la próxima comandanta de Conapred recorre chats, correos electrónicos y conversaciones por Zoom. “Será una lucha de gigantas”, reconoce una fuente informada en el tema.
Las 4 gigantas
De las 6 candidatas propuestas por el Conapred, hay cuatro que aventajan a sus compañeras de lista. Una de las más reconocidas ha sido Marcelina Bautista Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH). Un punto a favor es que su discurso ha sido escuchado a través de TV, radio y otros medios, espacios donde aparece con frecuencia, pero tiene en su desfavor haber sido hasta hace unos días asambleísta de Conapred (pidió licencia para contender).
Recuérdese que AMLO está tratando de acotar a las funcionarias y funcionarios que jugaron con el establishment, y hay voces desde el Palacio de Cobián que no quieren repetir “el error” de haber elegido a Mónica Maccise, la destacada activista que presentó su renuncia luego de haber invitado a un foro sobre racismo y clasismo nada menos que a Chumel Torres, un youtuber que ha probado, a golpe de tuits, su proclividad a hacer comentarios racistas y clasistas.
Amaranta Gómez Regalado, del Grupo de Mujeres Indígenas de la Ciudad de México y de la Coalición Mexicana LGBTTI, también solicitó licencia al Conapred para ser considerada para el honroso puesto, un factor que también puede colocarla en el grupo de las candidatas “conservadoras”, a pesar de su compromiso con la lucha por la igualdad de género.
En el caso de Zenaida Pérez Gutiérrez, de la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas (ANPMI), se le reconoce su participación en la lucha social que ha ampliado los derechos de grupos vulnerables, incluida una red de incidencia entre mujeres Ayuuk, Ch´ol, Chatino, Cucapá, Nahua, Hñahñu, Maya, Mazahua, Mazateco, Me’phaa, Ñomndaa, Ñuu savi, Ocumiche, Ódami, Otomí, Purhépucha, Ráramuri, Tojolabal, Triqui, Tseltal, Tzotzil, Wixárika, Yaqui y Zapoteco. Tiene el apoyo de bases reales, pues, un asunto que está siendo bien visto por quienes conocen al presidente.
La cuarta candidata con fuertes respaldos es Larisa Ortiz Quintero, titular de la Secretaría de Pueblos Indígenas de la Ciudad de México. Claudia Sheinbaum ve en ella un ejemplo de trabajo y lucha en comunidades vulnerables, sobre todo en el estado de Puebla y la capital del país. El CV de la abogada nahua también tiene un lugar privilegiado en los escritorios donde se están revisando los perfiles de las activistas sociales que están frente a la oportunidad de encabezar la batalla nacional contra el pensamiento conservador que socava derechos.
Entre las excluidas por la lista de la Conapred, pero con oportunidades de competir por el cargo, están Rubí Celia Huerta Norberto, académica con lazos con la comunidad purépecha de Michoacán; Ismerai Betanzos Ordaz, integrante del Consejo Consultivo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, y Yásnaya Elena Aguilar, integrante del Colegio Mixe.
Como las y los lectores podrán notar, las destacadas trayectorias de las candidatas indican que la decisión no será fácil, por lo que en círculos legislativos no descartan que “hombres del gabinete” quieran meter mano en una decisión que, consideran, debería corresponder a las mujeres, porque así lo dijo el propio presidente: en esta ocasión, la titular de la Conapred será una mujer indígena.
Intenso cabildeo
Una intensa movilización dentro del conglomerado de organizaciones feministas indígenas se desató luego de que Mónica Macisse renunciara a esa posición, tras la descalificación presidencial a las tareas del organismo.
Atentas a la línea dictada por el presidente López Obrador en el sentido de que debería ser una mujer indígena la que ocupase ese puesto, las organizaciones están ahora mismo promoviendo sus mejores alternativas.
En círculos de poder, principalmente en la Secretaría de Gobernación, pero también en Inmujeres, se están valorando los perfiles de las candidatas indígenas a dirigir la Conapred. Aunque se sabe que la última palabra la tiene AMLO, activistas sociales y legisladoras están moviendo nombres que consideran adecuados para ese puesto.
Una de las candidatas más fuertes, pero que aparentemente ya se autodescartó, es Fátima Gamboa Estrella, de la Red Nacional de Abogadas Indígenas (RAI) y de Mujeres Colibrí Colectiva LesBica Indígena. Abogada maya y lesbiana, Gamboa es Coordinadora del área legal de Equis Justicia para las Mujeres A. C.
“Agradezco la nominación de mis hermanas, este es un ejercicio donde no vamos a permitir ser tratadas como adorno o de manera simbólica para validar el autoritarismo, la colonización y la misoginia”, dijo en Twitter en medio del frenesí por la renuncia de Macisse. La consonancia de Gamboa con el discurso de quienes salieron de la Conapred ha sido interpretado como una línea argumentativa contraria a la del presidente.
Aun así, Gamboa apareció como aspirante al cargo en el noticiero de radio y televisión del periodista Hernán Gómez.
En los escritorios del poder
Los perfiles de las candidatas a comandar la Conapred descansan ya en los escritorios del poder. Aquí un repaso de sus trayectorias, basado en informes de Conapred y otras fuentes.
Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), quien fue asambleísta de Conapred, pero con licencia para contender. En 1988 fundó el Grupo de Trabajadoras del Hogar “La Esperanza” para apoyar a personas trabajadoras del hogar y asesorarles en sus derechos laborales. En 2000 fundó el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), primera organización sindical que agrupa a personas trabajadoras del hogar en México.
La reconocida activista también fue coordinadora Regional para América Latina de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar FITH.
Zenaida Pérez, comunicóloga, también forma parte de organizaciones emblemáticas del movimiento feminista indígena, como la Red Nacional de Casas de Mujeres Indígenas (CAMI), la Red Nacional de Mujeres Indígenas por la Madre Tierra y Territorio (RENAMITT); el Colegiado Interdisciplinario de Mujeres Indígenas (COIMIN); la Red de Intérpretes y Traductores de Lenguas Indígenas (RNITLI); la Red Nacional de Mujeres Jóvenes Indígenas (Renamuji) y la Red Indígena de Turismo de México (RITA).
En cuanto a Amaranta Gómez Regalado, era asambleísta de Conapred (2019-2022), pero solicitó licencia del cargo para postular su candidatura a la titularidad del organismo. La antropóloga ha sido coordinadora del Secretariado Internacional Regional para Pueblos Indígenas ante el VIH/SIDA, la Sexualidad y los Derechos Humanos (SIPIA). Es fundadora del Colectivo Binni Laanu A.C. y primera candidata Muxhe/trans a diputada federal reconocida por el IFE (hoy INE).
Larisa Ortiz Quintero, indígena nahua, titular de la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes, primera secretaría del Gobierno de la Ciudad de México dedicada a los pueblos indígenas. Ha escrito diversos artículos en publicaciones especializadas de Derechos Humanos para impulsar y visibilizar los derechos de los pueblos indígenas, tanto desde la academia, el servicio público y el activismo social. Sus reflexiones apuntan a la obligación del Estado a consultar a los pueblos ante cualquier medida que pueda incidir en sus derechos.
También tienen posibilidades María Sánchez Álvarez, abogada, de la comunidad indígena zoque, donde efectúa parte de su labor; Nelly Antonia Juárez Audelo, de la Alianza por la Reconstrucción de los Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México; Rubí Celia Huerta Norberto, de la organización “Académicas, académicos, gestores culturales y personas originarios de las 4 regiones P’urhépechas de Michoacán”; Ismerai Betanzos Ordaz, administradora pública, que fue integrante del Consejo Consultivo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
Yásnaya Elena Aguilar, licenciada en letras, traductora, integrante del Colegio Mixe; Martha Sánchez Néstor, de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas Conami; y Fabiola Poblano, representante de Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México.
Si la elección en Conapred sale bien, si optan por una nueva dirigente que concite respeto y compromiso con los más vulnerables, algo habrá que agradecerle a Chumel Torres: haber movido el piso para dar un paso adelante en la lucha contra la discriminación.
@emeequis
