- Entre marzo, abril y mayo se han perdido más de un millón de empleos y se espera una caída abrupta del Producto Interno Bruto que no se ha visto en años. Se necesita una reconstrucción económica
- “Un decálogo como el de ayer no ayuda mucho al tema económico”, reprochó el gobernador de Aguascalientes respecto al decálogo para enfrentar la nueva normalidad del presidente de México
Además de los daños colaterales que la pandemia del coronavirus ya ha dejado en México en materia de salud –hasta ayer, 14 de julio, más 140 mil contagios y 17 mil muertes–, existen otros detrimentos, como el del sector económico, que también preocupan a las autoridades estatales que desde ya hace casi un mes comenzaron con la obligatoria reactivación económica. Tal es el caso de Aguascalientes, que como otros y según el gobernador Martín Orozco Sandoval, tuvo repercusiones en ese tema desde la segunda semana de la emergencia sanitaria y que desde entonces sólo se ha acrecentado.
Por tal razón, el jefe del ejecutivo estatal criticó la estrategia federal y el decálogo para salir del confinamiento y enfrentar la nueva normalidad presentado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ya que, si bien sus intenciones son buenas, como tal no abona en nada a la reactivación económica que el país. “Un decálogo como el de ayer no ayuda mucho al tema económico, al contrario, tenemos que tener posturas muy claras, muy relacionadas con la economía que se quiere tener a partir de estos momentos”, manifestó Orozco Sandoval.
Este fin de semana la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) se reunió en Guanajuato para dar a conocer su posicionamiento como contrapeso con respecto a la crisis sanitaria y económica que atraviesa el país y que desde la Federación, sostienen, no se está actuando como se debería.
El reproche de los nueve gobernadores blanquiazules ante el desinterés de la Federación fue constante en cada una de las respuestas que hacían a las preguntas seleccionadas para la rueda de prensa organizada en el estado vecino.
En su cargo como presidente de la GOAN, Orozco Sandoval abundó en que la estrategia que el gobierno de López Obrador está implementando para hacer fluir la economía nacional, no está tomando en cuenta una reconstrucción total y coordinada que distinga qué sectores son los clave para restaurar la inminente depresión que se viene. En cambio, lo que se ha hecho, es desconocer las necesidades estatales y no dar recursos ya no sólo para equipamiento de salud, sino tampoco para reactivación económica: “Ninguno de los estados hemos recibido ni siquiera apoyo para el tema de la salud, mucho menos para la reactivación económica. Los grandes esfuerzos se están haciendo directamente de los estados”.
Sin ideas realmente claras, como las del decálogo que externó en sus redes sociales el presidente López Obrador –más bien enfocadas al “bienestar” de los mexicanos–, no se podrá frenar la caída del Producto Interno Bruto (PIB) que se anticipa sea la más severa en años, así como tampoco se podrá detener la pérdida de empleos que, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante marzo, abril y mayo son más de un millón de trabajos menos en México. Tan sólo en mayo se dieron a la baja 344 mil 526 empleos.
El mensaje final de la proclama leída en la rueda de prensa organizada por la GOAN fue el siguiente: “Tenemos esta certeza y reiteramos este ofrecimiento: Sí hay de otra; Se puede vivir en libertad y en prosperidad; Propiciemos la unidad de todas y todos; Llevemos salud a cada uno de los hogares; Recuperemos la tranquilidad en nuestras calles; Defendamos la democracia y sus instituciones; Hagamos de México un país de leyes ¡Sí hay de otra!”.
Si bien la GOAN ha sido mediáticamente la punta de lanza que opera la oposición democrática al gobierno del morenista que abandera la Cuarta Transformación, cabe recalcar que ya en otras ocasiones la Federación ha ignorado acuerdos a los que se habían llegado con los nueve estados que conforman esta asociación, como pasó con los pactos previos a la no adhesión al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), institución que, paralelamente, tampoco ha figurado como una gran panacea a la pandemia que se vive en el país.