APRO/Juan Carlos Cruz Vargas
En mayo, el segundo mes de parálisis económica, derivado de la contingencia sanitaria por el Covid-19, la inflación aumentó 0.38%, alcanzando una tasa anual del 2.84%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al interior del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la inflación subyacente, que excluye de su contabilidad los productos de alta volatilidad de precios como los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno, tuvo una variación de 3.64% anual, lo que representó su nivel más alto desde febrero del presente año.
Mientras que la no subyacente, la cual integra solo los energéticos y productos agropecuarios se elevó 0.35% en el quinto mes del año. La reducción en las tarifas eléctricas en 11 ciudades del país dentro del esquema de temporada cálida fue contrarrestada por el alza en el precio de las gasolinas.
Además de las gasolinas, los productos con mayores incrementos en sus costos fueron el gas doméstico LP; el jitomate; la cerveza, que subió ante el cierre de las fábricas productoras; el chile serrano, el chayote; la naranja; así como el autobús urbano.
En contraste aparte de la electricidad, disminuyeron los precios del huevo, pollo, limón, cebolla, los derechos por el suministro de agua, y los zapatos y pantalones para hombre.
De acuerdo con el análisis del Grupo Financiero Monex, ante la posibilidad de que la inflación resintiera mayores presiones derivadas de la dinámica especial del confinamiento, el bajo dato de mayo es una buena noticia.
“Así mantenemos nuestra expectativa de un recorte de 50 puntos base a la tasa de interés en la reunión de política monetaria del Banco de México (Banxico) de finales de junio. Sin embargo, consideramos que el banco central mantendrá especial atención en los movimientos de las mercancías alimentarias, pues el componente tendría una mayor importancia al crecer su participación en el consumo de estos últimos meses”, adelantó
Por su parte, el análisis de Casa de Bolsa Finanmex señaló que “aunque es muy pronto para llegar a alguna conclusión, especialmente luego de los vaivenes de precios durante el mes de mayo, hay algunas señales que podrían sugerir que los efectos a la baja sobre la inflación causados por los bajos niveles de actividad económica podrían estar ganando fuerza”.