- Obstaculizará recuperación económica la fragilidad del sustento de los mexicanos
- Cifra de Coneval de 10 millones más de pobres puede crecer
Para María Montoya, maestra en análisis y política económica por la Escuela de Economía de París, la pandemia del nuevo coronavirus presenta dos retos urgentes en términos de protección social: asistir a quienes han sido, en mayor medida, afectados por la crisis sanitaria y minimizar el impacto negativo del apagón económico, y, para ello, el Ingreso Vital es una medida que apoyaría a la solución de ambos problemas.
Para la investigadora, el no atender a quienes en medio de la pandemia se vieron afectados con la pérdida de su fuente de ingresos, sería más costoso que hacerlo al haber un segundo reto a atender y que es minimizar el impacto generalizado en la economía para evitar que los efectos de las políticas de distanciamiento social y este apagón de la economía, no generen efectos negativos en el largo plazo: “Es evidente que este es un asunto de todos los órdenes de gobierno y que los estados deben intervenir, pues la crisis económica no terminará cuando la emergencia sanitaria termine”.
Observó que al momento en que las personas pierden su empleo, estas dejan de consumir y ponen en riesgo a otras empresas generadoras de bienes y servicios de las que dependen otros trabajadores, lo cual se convierte en una espiral muy desafortunada, más cuando desde marzo el empleo sigue cayendo.
Sostuvo que para salir adelante de la crisis económica no basta con apoyar a las empresas pues esto no garantiza que no se despidan a los trabajadores ni que sus productos y servicios se sigan consumiendo, sino que es necesario hacer llegar recursos a las familias, situación que propone el llamado Ingreso Vital, que favorece el consumo de manera inmediata y el que las empresas y empleos sobrevivan orgánicamente: “En general creo que uno de los obstáculos para la pronta recuperación económica es la fragilidad del sustento de la mayoría de los mexicanos, no sólo de la población que tradicionalmente consideramos como más vulnerables, como las personas en situación de pobreza o los empleos informales; pues la gente está solo a un despido o a una enfermedad o un poco de mala suerte para caer en situación de pobreza. Las proyecciones del Coneval del crecimiento de diez millones más de pobres son alarmantes”.
Subrayó que el mismo Coneval en su reporte señaló que esa cifra de diez millones puede crecer si no se protege a la población de ingreso medio, con una serie de efectos desafortunados, ya que el hecho de que una persona no viva en situación de pobreza no significa que tenga el ingreso asegurado, pues la precarización laboral, la falta de seguridad social afectan a los mexicanos a lo largo de la distribución del ingreso.
Consideró que este es el momento para implementar medidas como el Ingreso Vital que son urgentes y necesarias, pero también para repensar aspectos como elevación fiscal, regresividad de algunos impuestos, las subutilización de otros naturalmente progresivos, en donde los gobiernos municipales y estatales tienen margen de maniobra para generar recaudación progresiva, como el predial y la tenencia que son mayores para quienes tienen ingresos más altos.