- El Centro de Investigación de Biodigestión, Residuos Urbanos y Composta sostiene que la prohibición de plástico que se hizo en la capital carece de sustento científico
- Antes que prohibir, recomiendan legislar a favor de la educación ecológica e invertir en aprovechamiento de plásticos para generar energías limpias
Hace falta replantear las políticas públicas respecto a la prohibición del plástico en algunas entidades federativas, entre ellas, Aguascalientes. Así lo explicó Martín Alfredo Alegría, presidente del Centro de Investigación de Biodigestión, Residuos Urbanos y Composta (CIBRUC), ya que, frente a esta pandemia el plástico “es el mejor material para manejar residuos infecciosos adecuadamente”. Además, complementó, “se utiliza para fabricar los cubrebocas, batas y pañuelos desechables que utiliza el personal de salud y en general para prevenir más contagios”.
Consciente de las problemáticas y el daño ecológico que se deriva del mal manejo de los plásticos, el experto en residuos recomendó a los tres órdenes gubernamentales reconfigurar las políticas públicas entorno a la prohibición del plástico, ya que las prohibiciones, como tal, carecen de sustento científico. Señaló que deben de buscarse otras soluciones que mitiguen la complicación de los plásticos desde una óptica de aprovechamiento de los mismos, desde su reutilización hasta la generación de energías limpias con los mismos.
Aunque en Aguascalientes la prohibición se aprobó desde el 2018, este 2020 fue el año en que arrancó su operación, sin embargo, desde la perspectiva de Martín Alfredo Alegría, el entredicho se hizo “sin una reflexión profunda sobre la utilidad del material y una alternativa ambientalmente responsable”.
El académico recordó que la Secretaría de Salud federal ha recomendado usar las bolsas de plástico para deshacerse de todos los residuos, ello con la intención de minimizar los riesgos de contagio y, por tal razón, es ahora cuando los gobiernos como el de Aguascalientes, necesitan replantear de qué manera pueden aprovechar el uso de bolsas de plástico sin que este represente un daño ecológico acumulativo. Asimismo, sostuvo que “autoridades alrededor del mundo han llamado a sus ciudadanos a no utilizar las bolsas reusables por temor a que el coronavirus pueda permanecer ahí”.
Alternativas
Más allá de hacer una crítica directa a las normativas prohibitivas, Alfredo Alegría sugirió invertir en la educación ecológica, así como en métodos de recolección de basura que separen por fuentes los desechos, pero, insistió, la educación es parte fundamental para que desde todos los hogares se comience a normalizar estas prácticas y que, aunado a un nuevo sistema de recolección por fuentes (orgánico e inorgánico), se puedan aprovechar los residuos y las bolsas para generar otra clase de energías limpias.
Frente a esta emergencia sanitaria, mencionó que el uso de bolsas y botellas reutilizables se traduce en un gasto importante de agua, lo cual también podría generar acrecentar otra problemática en el estado, que, lamentablemente ya existe desde hace años: la sobreexplotación de los mantos acuíferos.
Sobre este tema, Alfredo Alegría aseguró que es posible el aprovechamiento de plásticos a través de tecnologías limpias, las cuales pueden producir energía eléctrica y alejar a la industria del consumo de combustibles fósiles como el petróleo, carbón y el coque de petróleo, y es precisamente hacia ahí adonde los gobiernos tienen que dirigir sus políticas y sus presupuestos para abonar a la preservación del medio ambiente.
No obstante, ya se interpuso otra barrera desde el púlpito federal ya que, con el acuerdo que publicó la Secretaría de Energía (Sener) en mayo, se frenaron las inversiones privadas en energías limpias o renovables. Esta reciente situación también termina incidiendo en el aprovechamiento de los residuos.
Finalizó su reflexión argumentando que, hoy por hoy, ni México ni Aguascalientes cuentan con una infraestructura o cultura del reciclaje para hacer frente al consumo de plástico –que antes de prohibirse, debe estudiarse para ver de qué otra manera se le puede sacar provecho- ahora en aumento por la pandemia. Lo anterior se debe a la desatención por parte de los tres órdenes de gobierno, relativo a la poca inversión en tecnología eficaz y la falta concientización social que se puede implementar a través de la educación ecológica.
Aunado a la prohibición que, reiteró, fue hecha sin una verdadera concientización científica, finalizó su mensaje diciendo que la mala disposición de residuos provocará daños al medio ambiente en más de 30 mil hectáreas de suelo y subsuelo del país, así como en 400 cuerpos de agua como ríos, lagos y lagunas provenientes de más de 16 millones de toneladas que se acumulan anualmente.
“Antes de meterte a prohibir, primero separen fuente (…) primero legisla, haz separación en fuente, ten una recolección cercana al 100% y aprovecha los orgánicos que yo te estoy dando”, concluyó el investigador en residuos.