APRO/Juan Carlos Cruz Vargas
El Banco Mundial (BM) recortó el pronóstico de crecimiento económico de México a -7.5%, desde el -6% previsto anteriormente.
“La economía de México se verá muy afectada por múltiples ángulos en 2020, incluida la caída de las exportaciones, condiciones de financiación significativamente más estrictas, una fuerte caída de los precios del petróleo, un paro del turismo y la movilidad, derivadas de las restricciones impuestas para frenar la propagación de la pandemia”, advirtió el organismo internacional en su reporte ‘Perspectivas Económicas Mundiales’.
Para el BM, el apoyo fiscal anunciado hasta ahora por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido limitado, sin embargo, espera una recuperación de 3% en 2021, impulsada por un mayor consumo privado y una normalización de exportaciones, “pero aún lentas por la modesta inversión, que ha sido un lastre para el crecimiento en años recientes”, advirtió.
Economía mundial caería 5.2%
Según el documento, el impacto súbito y generalizado de la pandemia del coronavirus y las medidas de suspensión de las actividades que se adoptaron para contenerla han ocasionado una drástica contracción de la economía mundial de 5.2% para este año.
“Esta caída, sería la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial y la primera vez desde 1870, en que tantas economías experimentarían una disminución del producto per cápita”, advirtió.
A raíz de las graves distorsiones a la oferta y la demanda internas, el comercio y las finanzas, se prevé que la actividad económica de las economías avanzadas se contraiga 7%, mientras que los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED) retrocederán 2.5% este año, lo que significa su primera contracción como grupo en al menos 60 años.
A su vez, la disminución prevista en los ingresos per cápita, de 3.6%, empujará a millones de personas a la pobreza extrema este año.
Los riesgos
Para 2021, el crecimiento mundial repuntaría en 4.2%, las economías avanzadas 3.6% y las economías emergentes 4.6%.
Sin embargo, las perspectivas son sumamente inciertas y predominan los riesgos de que la situación empeore, por ejemplo, la posibilidad de que la pandemia se prolongue por más tiempo, que ocurran agitaciones financieras o que se produzca un repliegue del comercio internacional y las relaciones de suministro.
“No existen registros de correcciones a la baja tan súbitas y drásticas de los pronósticos de crecimiento mundial como las que se han visto en la época actual. Si el pasado sirve como referencia, los pronósticos podrían empeorar aún más, lo que implica que los encargados de formular políticas deben prepararse para la posibilidad de tener que adoptar medidas adicionales para apoyar la actividad”, advirtió Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del organismo.
El Banco Mundial adelantó que las economías emergentes como México, que cuenten con capacidad de maniobra fiscal y puedan acceder a condiciones de financiamiento asequibles, podrían considerar la posibilidad de valerse de estímulos adicionales si los efectos de la pandemia se prolongan en el tiempo.
“Dicha estrategia debería ir acompañada de medidas que ayuden a restaurar de manera creíble la sostenibilidad fiscal de mediano plazo, incluidas aquellas dirigidas a fortalecer los marcos fiscales, aumentar la movilización de los ingresos internos y la eficiencia del gasto, y mejorar la transparencia fiscal y de la deuda”, acotó.