- Si bien la Dexametasona ya ha dado esperanza por su eficacia al salvar vidas de pacientes graves de Covid-19, su funcionamiento sigue siendo estudiando, por lo que la sociedad no se debe fiar de que ya existe un medicamento 100% funcional ante la pandemia
- La sociedad no debe asumirlo como un medicamento de uso, mucho menos como de uso preventivo: ex presidente del Colegio de Médicos Internos de Aguascalientes
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En el transcurso de la semana se dio a conocer que el fármaco Dexametasona había estado teniendo resultados positivos en pacientes graves de Covid-19 ya que se ha logrado salvar vidas mediante el uso de este esteroide, sin embargo, Mike Ryan, jefe del programa de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó que sólo debería de usarse en casos graves donde ya ha demostrado utilidad.
Al respecto, Francisco Márquez Díaz, infectólogo y ex presidente del Colegio de Medicina Interna de Aguascalientes, pidió calma a la población, no relajar las medidas de prevención y entender que el medicamento todavía está siendo investigado, por lo que, si bien sí da esperanza, no se puede confiar como un tratamiento 100% efectivo en distintos escenarios médicos.
“Ahora, ante la presencia de una pandemia, definitivamente pues surge la inquietud de qué medicamentos vamos a emplear para combatir una enfermedad nueva. Al público en general, y a un sector de los médicos, pues también les genera escozor no tener un fármaco para atacar esta enfermedad”, señaló el doctor. Resaltó que para enfermedades virales, en general, se tienen muy pocos medicamentos desarrollados y con ello se ha vivido a lo largo de la historia, sin embargo, llegar a ellos ha tardado mucho tiempo en investigación, así que tener una respuesta concreta de un medicamento o una vacuna totalmente efectiva es muy difícil por la novedad del virus.
Explicó que, en el caso particular de la Dexametasona, ésta ya tiene usándose mucho tiempo para la inflamación pulmonar en pacientes que así lo requerían, no obstante, “esto no quiere decir que sea algo que se debe de emplear con todos los pacientes que tengan síntomas respiratorios”.
Recordó que los estudios que ya salieron respecto al esteroide mencionado, son parciales y se debe de aguardar más avances para ver si se puede aplicar de manera más general en cierto tipo de pacientes. “Por ello, la sociedad no debe asumirlo como un medicamento de uso, mucho menos como de uso preventivo”, ya que el uso con antelación de este fármaco ya ha dejado problemáticas en la salud de quienes lo han utilizado discrecionalmente.
Algunos de los efectos secundarios que puede traer la automedicación de la Dexametasona son acné, hipertensión y osteoporosis, por ende, si no se controla desde antes su uso, podría traer más daños colaterales en la sociedad.
En tanto no exista una vacuna y en tanto se sigan estudiando los efectos de este fármaco -y de otros-, que en algunos casos de pacientes graves ya ha demostrado efectividad, Francisco Márquez Díaz recomendó seguir acatando las medidas de prevención de lavado de manos, uso de gel antibacterial, distancia social, sanitización de espacios y estornudo de etiqueta para tratar de contener, en la medida de lo posible, más contagios de Covid-19. “No tenemos un tratamiento científicamente eficaz”, concluyó.