El nuevo coronavirus Covid-19 llegó para quedarse. Lo mismo ha provocado un impacto muy grave en materia de salud, que un duro golpe en el terreno económico, cuyas consecuencias aún no vemos en su totalidad.
En la primera esfera podemos incluir: aumento exponencial de contagios (2,713 a nivel nacional y 40 casos nuevos en Aguascalientes, ambos en las últimas 24 horas) decesos diarios (5,666 a nivel nacional y 18 en Aguascalientes, al cierre de este artículo), colapso de clínicas y hospitales del sector público (del IMSS, principalmente) y la desafortunada politización del tema, que ha complicado la toma de decisiones.
En el segundo espectro, el económico, el panorama es igual de grave: 348 mil empleos perdidos en lo que va de la pandemia (sólo contando los números del IMSS y la STPS), de los cuales casi 10 mil corresponden a Aguascalientes; parálisis de las diferentes industrias, caída drástica en los ingresos de los sectores productivos (como el turismo y los servicios) y un aumento drástico de la población en situación de pobreza extrema.
Si bien aún es complicado calcular el tamaño exacto del impacto, en este segundo rubro, organismos financieros como el CI Banco estiman que el golpe más duro a la economía se registrará entre los meses de abril y junio, en los cuales seremos testigos de una caída de -16%, correspondiente al segundo trimestre de 2019.
Mientras tanto, el Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC) alerta que entre 3 y 4.8 millones de personas se estarían sumando a las filas de la pobreza por ingreso y pobreza extrema, para quedarse en esa condición al menos 2 años.
En el caso de Aguascalientes, de acuerdo a la Coparmex y al Colegio de Economistas, se estiman perdidas superiores a los 2 mil millones de pesos y de seguir la parálisis que hoy se vive, al menos 30 mil micro, pequeñas y medianas empresas, podrían irse a quiebra.
A este complejo escenario, desafortunadamente, hay que sumar una cuarentena en la que han convivido toda clase de mensajes, difundidos a través de las redes sociales y los medios convencionales, que, en el mejor de los casos, han provocado que cada persona construya su interpretación de la pandemia y la viva a su manera
Sin embargo, en la parte positiva, hemos visto también a una sociedad que se ha sumado al compromiso de quedarse en casa, de procurar distanciamiento social y de usar los insumos recomendados para evitar el aumento de contagios. Hemos visto la solidaridad de quienes han estado y han apoyado en las primeras líneas de combate frente al nuevo coronavirus.
Hemos visto también a varias generaciones aprovechando al máximo las tecnologías de la información y la comunicación. Muchos de ellos descubrieron, incluso, que su trabajo puede realizarse desde casa, aminorando costos y reduciendo toda clase de riesgos. Vimos pues, un aprovechamiento tecnológico, como lo no habíamos visto nunca antes, y hoy, una una generación de pequeñas y pequeños están instruyéndose en casa con la guía de sus padres y maestros, lejos del virus, sí, pero lejos también de la convivencia social.
La pandemia, hay que decirlo, ha puesto a prueba los sistemas de salud, la capacidad de reacción de los gobiernos y las normas culturales de la sociedades de todo el mundo. Aguascalientes, desde mi punto de vista, ha transitado del comportamiento ejemplar en todos los sentidos (cuarenta, aplicación de pruebas, controles de movilidad, atención médica, etcétera) a un relajamiento o suerte de hartazgo social, en el peor punto de la pandemia.
El nuevo coronavirus nos ha dejado muchas cosas, malas y buenas. Pero lo más importante es tener presente que la emergencia sanitaria aún continúa y que el virus llegó para quedarse y vivir entre nosotros. Por ello, aprovecho este espacio para hacer un llamado a las familias de Aguascalientes: no bajemos la guardia, no relajemos las medidas de higiene y salubridad. Cuidémonos y cuidemos a los demás. En nuestras manos está salir adelante lo más pronto posible.
Creo que este año 2020 pudimos entender como nación y estado lo frágil que es la salud del ser humano, sin duda deja de enseñanza lo importante que es la salud física y desde luego la actividad económica dígase la oportunidad de producir de generar empleo también se debe valorar.
Son dos aspectos que resaltan a mí ver, salud y empleos.
Saludos!!