- Los resultados indican que sólo 45 por ciento de los hogares encuestados reportó tener los recursos económicos necesarios para cumplir con la Jornada de Sana Distancia hasta el 30 de abril
La pandemia del Covid-19 afecta a las personas más pobres, quienes son las grandes perdedoras de esta contingencia, por esa razón es importante que el gobierno federal considere medidas como preservar el empleo y otorgar una transferencias de 5 mil pesos mensuales a esta población, afirmó la doctora en Economía, Graciela Teruel Belismelis.
En entrevista con Cimacnoticias, la también integrante del Sistema Nacional de Investigación (SNI), nivel 3, explicó que esta conclusión surgió de la encuesta Encovid-19, una consulta telefónica realizada en abril por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide), de la Universidad Iberoamericana, para mediar la percepción y efectos de la pandemia.
La encuesta, coordinada por Teruel Belismelia, fue levantada en abril y se consultó a 833 personas. Los resultados indican que sólo 45 por ciento de los hogares encuestados reportó tener los recursos económicos necesarios para cumplir con la Jornada de Sana Distancia hasta el 30 de abril; sin embargo, el 17 de abril, la Secretaría de Salud informó que esta medida se extendería hasta el 30 de mayo.
La economista consideró que no se puede afirmar con certeza que en mayo aumenten los hogares en esta situación; sin embargo mencionó que la percepción es que la gente verá disminuidos sus ingresos porque los ahorros no son eternos y porque algunas empresas han decidido no correr al personal pero sí bajar el sueldo.
Propuestas para enfrentar la crisis
En promedio, las personas encuestadas reportaron necesitar al menos 6 mil 558 pesos para poder mantenerse en sus hogares hasta el 30 de abril, por ello el equipo de Equide calculó que una medida para atender la crisis de ingresos de las personas más pobres es que el gobierno federal otorgue una transferencia de 5 mil pesos mensuales, durante el tiempo que considere dure la crisis.
Este recurso, expuso la académica, tendría un triple beneficio: serviría para que los hogares tengan ingresos y mantengan un nivel mínimo de subsistencia, resolvería el acceso a la alimentación y además daría seguridad a las personas porque, según la Encovid 19, la contingencia afectó la salud mental de la población: 32.42 por ciento reportó síntomas severos de ansiedad.
Sobre a quién beneficiar, la economista señaló que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) pueden actualizar las mediciones de pobreza y focalizar los datos por regiones para que el gobierno federal tenga la información de dónde están las personas con mayor pobreza.
Es decir, para la directora de Equide es necesario ubicar los municipios donde están las personas más pobres y allí hacer estas transferencias de recursos económicos.
Imagen de los efectos de la pandemia
Este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ante la pandemia se implementó una política económica distinta a lo de siempre, sin deuda, con austeridad y enfatizó los programas Crédito a la palabra, Créditos a las empresas que tienen trabajadores en el IMSS y el de Tandas.
Sin embargo, Equide, hizo otra propuestas de política económica: tomar medidas para preservar las fuentes de empleo. Graciela Teruel Belismelis explicó que las personas se podrían mantener en casa con empleo si el gobierno otorga subsidios directos a las empresas, pospone pago de impuestos a la nómina, posterga las cuotas de pago al IMSS y dar créditos a las pequeñas y medianas empresas para solventar salarios.
Los resultados de la encuesta indican que en la primera quincena de abril, entre 5.2 y 8.1 millones de personas reportaron haber perdido su empleo, ser “descansadas” o no poder salir a buscar trabajo por la contingencia.
En contraste, entre octubre y diciembre de 2019, sólo 1.9 millones de personas (3.3 por ciento de la población) estaban desempleadas, lo que se traduce en una tasa de desocupación de entre 8.2 y 13.2 por ciento.
Además, 37.7 por ciento de los hogares reportan que uno o más de sus integrantes perdió su empleo o alguna otra fuente de ingresos. Cabe mencionar que 30 por ciento de los hogares están jefaturados por mujeres, de acuerdo con datos del Inegi.
La académica mencionó que lo que se requiere ahora es garantizar un ingreso que permita a los hogares mantener la calma, comprar alimentos y quedarse en su casa.