OIT: el desempleo será mayor en países como México que realizan menos pruebas de Covid-19 - LJA Aguascalientes
23/11/2024

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que la relación entre desempleo y la cantidad de pruebas para diagnóstico de Covid-19 que realiza un país es intrínseca y en el caso de México se juntan ciertas circunstancias que son muy preocupantes y pudieran  generar un mayor número de pérdida de empleos especialmente en los jóvenes y a largo plazo .

Un nuevo informe de la OIT, presentado por el director general de la OIT Guy Ryder sostiene que las pruebas (de laboratorio PCR)  y la trazabilidad  de los contagios del Covid-19 “están estrechamente relacionadas con perturbaciones del mercado de trabajo (y) perturbaciones sociales substancialmente menores que las medidas de confinamiento y cierre de los lugares de trabajo”.

“No quiero llamarlo como una tormenta perfecta”, responde Ryder a pregunta de Proceso sobre la situación en México en donde según la OCDE se realizan el menor número de pruebas PCR.

“Pero un país con grandes concentraciones de jóvenes, una alta economía informal y poca capacidad de testing y trazabilidad (de casos y contactos de Covid-19), es una combinación de circunstancias muy preocupantes por lo que pienso que el mercado laboral será particularmente afectado a largo plazo”, remarcó Ryder en rueda de prensa en Ginebra.

Ryder explicó que según estimaciones de la OIT, la realización de pruebas de detección y el rastreo de contactos guardan relación con una disminución de hasta
 el 50% de la cantidad de horas de trabajo perdidas.

Por lo tanto “el valor promedio estimado de la cantidad de horas de trabajo perdidas en los países en los que menos se han intensificado las pruebas de detección y el rastreo de contactos es de alrededor del 14%, frente al 7% en el caso de los países en los que más se han intensificado.

Según el informe de la OIT los resultados reflejan de forma coherente que existe una relación entre las actividades de realización de pruebas de detección y de rastreo de contactos y la cantidad de horas de trabajo, lo que reviste gran relevancia económica.

Varios canales, en particular factores de salud pública y economía, contribuyen a explicar la repercusión favorable en el mercado laboral de las pruebas de detección y el rastreo de contactos. Todos esos canales se basan en los mejores conocimientos y experiencia adquiridos mediante las actividades de realización de pruebas de detección y rastreo de contactos.

En primer lugar, subraya la OIT, la generalización de esas actividades hace que los países dependan en menor grado de
la aplicación de medidas muy restrictivas (canal sobre política sanitaria pública). En los países que han implantado un programa eficaz de actividades de realización de pruebas de detección y de rastreo de contactos (por ejemplo, la República de Corea), es menos probable que se adopten medidas de confinamiento y cuarentena, o que estas se apliquen.


Ryder afirmó que en los países que se realiza mayor número de pruebas “se reduce la dependencia en las medidas de confinamiento estrictas; se promueve la confianza de los ciudadanos y, en consecuencia, estimulan el consumo y apoyan el empleo; y contribuyen a minimizar la interrupción de las actividades en el lugar de trabajo”.

Además, “los países que han intensificado las actividades de realización de pruebas de detección y de rastreo de contactos han logrado controlar mejor la propagación de la Covid‐19 y mitigar
 sus efectos en la actividad económica”.

 

Una generación confinada

“Los jóvenes serán marcados por la pandemia y sus efectos pueden durar más de una década en el ámbito laboral”, estimó Ryder .

“Más de uno de cada seis jóvenes ha perdido su trabajo desde el comienzo de la pandemia de la Covid-19, mientras que quienes siguen empleados han visto reducir sus horas de trabajo un 23%”, asegura la OIT.

Sostiene que los jóvenes son los que más padecen las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, y corren el riesgo de tener que seguir haciendo frente a los efectos de la misma a lo largo de toda su vida laboral, y de pasar a constituir una «generación de confinamiento».

Según se desprende de datos recientes,
 los jóvenes se ven afectados de forma desproporcionada por la crisis de la Covid‐19
 y padecen sus consecuencias adversas en varios ámbitos, en particular, interrupción de sus programas educativos o de formación, pérdida de empleo y de ingresos, y mayores dificultades para encontrar trabajo.

“En total, 178 millones de jóvenes trabajadores de todo el mundo, a saber, más de cuatro de cada diez jóvenes empleados, trabajaban en los sectores más afectados al surgir la crisis. Casi el 77% de jóvenes trabajadores”, estima.

En todo el mundo (328 millones) tenían un empleo en el sector informal, frente a alrededor del 60% de los adultos trabajadores (de 25 años, o más).

Incluso antes de que surgiera la crisis de
l Covid-19, más de 267 millones de jóvenes no tenían empleo, ni participaban en ningún programa educativo o de formación, incluidos casi 68 millones de jóvenes desempleados.

En 2019, la tasa de desempleo juvenil de 13.6% era ya más alta que la de cualquier otro grupo.

Los jóvenes de entre 15 y 24 años que estaban empleados tenían además mayores probabilidades de estar en formas de trabajo que los hacía más vulnerables, como ocupaciones mal remuneradas, en el sector informal, o como trabajadores migrantes.

“La crisis de la Covid-19 está afectando a los jóvenes – en particular a las mujeres – con mayor gravedad y rapidez que a cualquier otro grupo. Si no tomamos medidas inmediatas y significativas para mejorar su situación, el legado del virus podría acompañarnos durante décadas. Si su talento y energía son marginados por falta de oportunidades o de competencias, esto ocasionará un daño al futuro de todos nosotros y hará que sea mucho más difícil reconstruir una mejor economía post-covid”, advirtió Ryder, director general de la OIT.

El Observatorio pide respuestas políticas urgentes, concretas y a gran escala dirigidas a apoyar a los jóvenes, incluidos programas amplios de garantía de empleo/formación en los países desarrollados, programas intensivos en empleo y garantías en las economías de ingresos medios y bajos.

 

Pérdida de horas de trabajo

Por otra parte, el Observatorio actualiza la estimación de la disminución de las horas de trabajo en el primer y segundo trimestre de 2020, en comparación con el cuarto trimestre de 2019.

Desde una perspectiva regional, las Américas con 13.1% y Europa y Asia Central con 12.9% presentan las mayores pérdidas de horas trabajadas en el segundo trimestre de 2020.

Se estima que se perdieron 4.8% de horas de trabajo durante el primer trimestre de 2020 (equivalente a 135 millones de empleos a tiempo completo suponiendo un trabajo de 48 horas semanales).

La OIT reiteró su llamado a favor de medidas inmediatas y urgentes dirigidas a apoyar a los trabajadores y a las empresas, articuladas alrededor de la estrategia de cuatro pilares de la OIT: estimular la economía y el empleo; apoyar a las empresas, los empleos y los ingresos; proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo; y buscar soluciones mediante el diálogo social.

Gabriela Sotomayor

 


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