Durante esta semana que está por concluir estimado lector, pude hacer conciencia de varios temas, cosas que me siguen dando vuelta en la cabeza y que no encontraré una respuesta de inmediato, de hecho, desconozco si vaya a localizar por alguna parte esas respuestas; instalado en mi proceso de reflexión filosófica le comparto esos cuestionamientos.
Fueron varias las dudas, pero la primera, y por la que lleva el nombre esta columna es la frase no hablo inglés; durante la conferencia de prensa “entre amigos” que se lleva a cabo todas las mañanas en Palacio Nacional don Andrés dijo, a propósito de su interés por regular la “libertad de expresión” en medios digitales, la cual afirma categóricamente está garantizada pero, está en desacuerdo con todos los ciudadanos y organizaciones que nos manifestamos contra su manera de llevar las riendas de esta gran nación, identificándonos como bots o traidores a la patria, (fuerte cuando una persona se siente la patria) y pide se investigue el caso. Entonces y no por los comentarios de don Andrés sino por coincidencia de agendas, el 5 de mayo, es decir el martes, twitter manda un mensaje haciendo alusión al tema de la libertad de expresión y la garantía de la transparencia del manejo de esa red social; cito textual a Twitter “Como cada trimestre Twitter reportó sus ingresos, producto de los servicios que ofrece la plataforma, con foco en la venta de publicidad. El reporte desglosa las cifras relevantes para entender cómo se generan los ingresos del servicio. Twitter no recibe ingresos por automatización maliciosa, La automatización, o los llamados “bots”, que se utilizan con fines de mala fe están prohibidos en Twitter […] Twitter coincide con las voces que demandan mayor transparencia sobre el financiamiento que reciben aquellos actores que realizan este tipo de automatización o coordinación. De nuestro lado, seguiremos trabajando para proteger la conversación pública”. La versión original está en inglés, al parecer a don Andrés le hicieron llegar la información de manera sesgada o ya interpretada; pero lo que realmente me llamó la atención fue que durante la charla obviamente a nivel nacional y con una cara de esas que ponemos cuando somos las víctimas del sistema, dijo “como yo no sé hablar inglés…” y en ese momento en su pantalla le pusieron el texto en español, así al vuelo, entonces mientras lo iba leyendo lo estaba interpretando, “ya ven, aquí está la prueba fehaciente de lo que les digo”. De verdad no entiendo y creo que ya no quiero entender lo que pasa dentro de Palacio Nacional con sus bots orgánicos, de carne y hueso que lo acompañan todas las mañanas, como dice el dicho genio y figura, hasta la sepultura. Espero que esto realmente dure 5 años y meses para después mandarlo directito a su rancho en Palenque y ya con tiempo tome unas clasecitas de inglés sin barreras.
Cambiando de cosas que me dan vuelta en la cabeza; mi querido amigo de la Ciudad de México, el buen Héctor Talavera me envió un video que me hizo reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros vivimos esta crisis la cual se ha convertido no solo en un problema de salud, también económico, pero sobre todo psicológico. El material audiovisual asevera categóricamente que en esta crisis la humanidad no va en el mismo barco, cada quien la estamos sorteando de manera diferente, por ejemplo las personas que tienen dinero y no les preocupa quedarse quietos unos meses, los que decidieron pasar esta contingencia en sus casas de campo, los que viven en un departamento con una recámara y son más de cuatro miembros en el núcleo familiar, los que de plano no creen y caminan expuestos por las calles de las ciudades mexicanas, ese contraste súper marcado entre los diferentes segmentos de la sociedad, y sí eso me pareció interesante el cierre me llamó a la reflexión pues afirma que no importa en qué estrato social te encuentres, es claro que no vamos en el mismo barco y no por eso debemos juzgar sí está bien o no la manera en que cruzamos las aguas en nuestra embarcación, dejemos de ver a los demás y procuremos salir adelante cada uno de nosotros, sobre todo enfocados y con la certeza que después de esto no regresaremos a un mundo como el que teníamos el primero de enero de 2020. Somos irresponsables querido lector, le comentaba con anterioridad que son hermosos los videos donde se observan a los animales salvajes caminar libres por las ciudades, pero acá los únicos que siguen caminando libres por las calles son las personas, ayer tuve que salir y por lo menos en Aguascalientes la vida sigue, la gente está afuera, le decía a mi mujer que me sentí como en la película “The Matrix” yo conectado a otra realidad mientras afuera la vida sigue, con un paso extraño pero ahí está.
Y mi última reflexión que le comparto, de estas que le digo que me dan vuelta en la cabeza; el martes por la noche, mientras escribía un guion para una capítulo de una mini serie para niños que próximamente les compartiré, me percaté de dos cosas, la primera es que de verdad disfruto mucho escribir para niños, hice por seis años los guiones para el programa de televisión “Disparejos”, se me había olvidado lo fácil que es para mi crear situaciones chistosas para niños. La segunda es valorar la amistad y el amor de quien me formó como profesional en las artes visuales; recibí la llamada de mi Maestro, mi sensei Enrique Cano Soriano una eminencia en el oficio de la cinematografía, la charla me hizo reflexionar sobre lo importante que es decir “Te quiero amigo”, decirlo en este momento por el que pasamos, en la soledad de nuestra embarcación, en el aislamiento, decirlo ahora, puede salvarnos la vida. Así como el Maestro Cano se dio tiempo para lanzarme un salvavidas, así también usted tómese un tiempo para decir “te quiero y aquí estoy”.
@ericazocar