En la semana en que el país reporta la mayor cifra de casos confirmados y muertes por Covid-19 (19 mil 401 nuevos contagios y 2 mil 217 muertes), el presidente Andrés Manuel López Obrador anuncia en su mensaje dominical que su gobierno aplana la curva de la pandemia.
La misma semana en que se confirman 2 mil 764 nuevos casos, entre las cifras más altas de aumento diario de casos en el país, López Obrador felicita a los mexicanos por su buen comportamiento, sin importar que un día antes, su científico de cabecera en la pandemia, el subsecretario Hugo López-Gatell, haya tenido que difundir un nuevo mensaje de Quédate en casa porque nomás no hemos querido entender que aún faltan siete días para que finalice la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Pero indicar que López Obrador miente y es irresponsable es inútil. No importa que a sus declaraciones se antepongan los hechos y las cifras para demostrarlo, sus dotes de merolico tienen capturada la atención de sus seguidores, contradecirlo es transformarse en el adversario a destruir porque no se quiere ver el mundo feliz al que un día nos llevará la Cuarta Transformación. Tampoco se puede decir mucho acerca de la irreflexiva conducta del presidente al felicitar la imprudencia de la masa que aplaude y festeja el arribo de un camión de cerveza, pero agrede a los profesionales de la salud, finalmente, esos imprudentes se sienten apoyados por las palabras de López Obrador y así justifican el desprecio por la salud de todos.
“Íbamos muy bien. Ahora sí que como se dice en mi pueblo, por una expresión de un exgobernador: tan bien que íbamos y se nos presenta lo de la pandemia“, señaló López Obrador, según él “No nos agarró mal parados la pandemia y hemos podido ir remontando la crisis económica mundial que precipitó la pandemia”, porque el presidente vive en una realidad distinta, donde calcula que en lo que va del año se han perdido un millón de trabajos (eso sí, comparándolo con los 20 millones de empleos perdidos en los Estados Unidos, para minimizar la realidad nacional), pero en su país de los otros datos pide calma al pueblo bueno porque él y sólo él, ya lo va a arreglar, según el presidente va a generar 2 millones de empleos al finalizar el año.
El presidente emplea una táctica de vendedor callejero al simplificar los empleos que se han perdido, serán más de un millón de empleos formales, de esos dan seguridad social a las familias mexicanas, los que se registran ante el IMSS, y López Obrador ofrece una solución que basa la recuperación del empleo en el apoyo que se brinde a sus proyectos favoritos y la dádiva: la refinería, el Tren Maya y el aeropuerto Felipe Ángeles, así como 230 mil nuevos apoyos para el programa Jóvenes construyendo el futuro.
El hombre que dice conocer mejor que nadie a los mexicanos porque ha recorrido todo el país, desestima la inteligencia de los ciudadanos porque no podría explicarle, mirándolo a los ojos, a los miles que han tenido que cerrar sus negocios, a los miles que viven al día, a los que laboran en el sector informal, a los que están subocupados cómo el gobierno les va a otorgar un empleo digno, cómo alguien de Aguascalientes, Acapulco o Mexicali va recuperar su empleo mientras se invierte sembrando en Chiapas.
El cierre de su mensaje dominical es un escupitajo al rostro de las víctimas de la pandemia: “Ahí vamos, son buenas las noticias, estoy optimista y quería compartirlo con ustedes este entusiasmo que tengo, vamos adelante”, seguro de sí, de que sólo quien no quiere vive en su mundo feliz, López Obrador vuelve a desestimar la inteligencia de sus gobernados.
Coda. En la serie de comedia Seinfeld (creada por Larry David y Jerry Seinfeld) George Costanza, el mejor amigo del personaje principal, le ofrece consejo para aprender a mentir y establece la regla de oro sobre las mentiras: una mentira no lo es si tú la crees. Como el gran mentiroso que es, a lo largo de la serie Costanza ilumina sobre otras situaciones en que, según él, técnicamente le quitan la condición de mentira a una declaración falsa, me acuerdo de tres: No es mentira si no te ayuda. No es mentira si todos esperan que mientas. No es mentira si no te atrapan. Si tiene razón el amigo de Seinfeld, tienen razón los tetratransformistas, López Obrador es honesto.
@aldan