El lema de México es hoy: “El que no viva en la transparencia vivirá en el error; el que no rinda cuentas que mejor ni se acerque.
Juan Ramón de la Fuente
Estimados Amigos Invisibles, el tema transparencia ha estado en la jerga política en los últimos 18 años -y contando-. Comenzó como un ejercicio ciudadano, que a la postre nos llevó a contar con obligaciones de los sujetos obligados para dar a conocer información que es y debe ser del conocimiento público. Mire Usted, el próximo 11 de junio se conmemorarán 18 años de la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la primera Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, con ello, la instauración del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública -IFAI-
Desde ese entonces, la Transparencia se visualizaba como una cualidad que permitiría al ciudadano contar con mayor información clara y precisa sobre algo o alguien, con ello permitiría elevar su capacidad de comprensión, vigilancia y comunicación. La transparencia no es otra cosa que la práctica de colocar la información de cada uno de los órdenes de gobierno y poderes del Estado en la “vitrina pública, es decir, que tengan un portal de transparencia para que los ciudadanos interesados puedan consultar, revisar y analizar dicha información, y en su caso, utilizar dicha información como mecanismo de sanción en caso de que existan anomalías”.
Fue hasta el 2015 que se publicó la LGTAIP, que le otorgaría autonomía al otrora IFAI, ahora conocido como INAI, con ello, dotó también de autonomía a los órganos garantes en materia de transparencia en los Entidades Federativas, además de que la nomenclatura de la Ley Federal, cambió a Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública -LGTAIP-. Por ello, el pasado 5 de mayo se conmemoraron 5 grandes años de la entrada en vigor y del cumplimiento de la Ley General de Transparencia.
Deberíamos hacer un alto y generar reflexiones en este tema. Coincido con Jacqueline Peschard cuando resalta que existen todavía preguntas que debemos hacer en tema del cumplimiento de la transparencia, es decir, puntos de inflexión que hasta ahora permanecen irresueltos, por ejemplo: “¿Hacia dónde y cómo debemos avanzar? ¿Cómo mejorar las políticas de transparencia? ¿Qué han hecho, que pueden y deben seguir haciendo los medios de comunicación con este derecho que pone en sus manos archivos envidiables para toda una plétora de garantías profundas? ¿Qué expectativas debemos de tener sobre los usuarios de la información y sobre la transparencia en la sociedad civil? ¿Qué hacer para transparentar el sector financiero? ¿Qué hacer para traducir la transparencia y el derecho de acceso a la información en mejores condiciones para la rendición de cuentas?”.
A partir de esta última reforma es que se comenzó a dar respuestas a estas preguntas, es decir, primero con la inclusión del artículo 6° Constitucional, el cual, manifiesta que: “Toda persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier medio de expresión”, y en como objeto de la LGTAIP señala que: “establecerá los principios, bases generales y procedimientos para garantizar el derecho de acceso a la información en posesión de cualquiera que reciba y ejerza recursos públicos o realice actos de autoridad de la Federación, las Entidades Federativas y los municipios”. Esta reforma, amplió además el número de sujetos obligados, ya que a partir del 2014 los Partidos Políticos, los Sindicatos, los Fondos y Fideicomisos son considerados sujetos obligados directos, es decir, que puede interponer directamente solicitudes de acceso a la información.
La apuesta institucional de la transparencia es clara y obligada, con esta reforma se construyeron las bases institucionales y las prácticas administrativas para que el poder público se ejerza a favor de las personas, de sus derechos y libertades en persecución del interés público. Coincido plenamente con la Doctora Peschard cuando señala que: “Mediante el estrechamiento en la relación entre publicidad y rendición de cuentas podremos -como sociedad- imprimir la acción del Estado contenidos y fines éticos”.
Vamos por buen camino, pero es necesario, enfatizar la construcción de la Cultura de la Transparencia, por ello, debemos ser conscientes y responsables al momento de publicar información (transparencia activa), solicitar información (transparencia reactiva) y poner a disposición de la ciudadanía información adicional que le pueda ser útil para la toma de decisiones.
Los ciudadanos tenemos en nuestras manos las herramientas para conocer y exigir información, pero tenemos que ser cuidadosos y, ante todo, responsables al momento de solicitar información. Ejerza el derecho de:
- Conocer la información de los sujetos obligados, a través de las obligaciones comunes y especificas;
- Solicitar información, a través del sistema INFOMEX-Ags.;
- Conocer y utilizar la Plataforma Nacional de Transparencia, y
- Conocer información adicional que le permita conocer más allá de la información común da cada sujeto obligado.
Ya sabe, alguien lo tiene que decir, para no dejar que unos lo hagan y otros lo permitamos.
Nota al margen: El pasado 12 de mayo el Pleno del INAI nombró para un periodo temporal como Presidente al Dr. Francisco Javier Acuña Llamas, mientras el Senado de la República designe a los dos Comisiona@os que sustituirán a Joel Salas y Patricia Kurczyn. Es decir, el actual Presidente del INAI continuará en el ejercicio de sus funciones, sin que ello implique la reelección o renovación del nombramiento, hasta en tanto, esté completo el Pleno del órgano garante.
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