El día de hoy vivimos unos de los periodos de mayor incertidumbre de los últimos años; iniciamos una década tambaleando, sin certeza de lo que sucederá tan siquiera la próxima semana. Sin embargo, la vida sigue adelante, como individuos y sociedad debemos de responder a los acontecimientos contemporáneos de manera inmediata. Ante esto nuevo paradigma, la ciudad debería de ser capaz de responder y ofrecer oportunidades de desarrollo de manera rápida y flexible. Esto genera gran presión en las autoridades, demandando acciones casi inmediatas, algo poco común en tiempos cotidianos. Esto es parte del proceso de respuesta ante la crisis, tanto sanitaria como económica ¿Cómo Aguascalientes puede responder a esta nueva realidad?
Primero que nada, es indispensable mantener y fortalecer la libertad de movimiento, no en el sentido de que todos volvamos a salir como antes, sino que la emergencia sanitaria no genere condiciones de segregación espacial. Varios expertos han señalado que el transporte público tiene que seguir ofreciendo acceso a la ciudad, aunque la economía este parcialmente activada y la demanda de transporte haya disminuido, sigue existiendo la necesidad de trasladarse. Los centros de salud y las actividades económicas esenciales no pueden continuar labores si sus trabajadores no pueden llegar, mismos que no pueden cobrar sus salarios si no laboran (al menos en el caso de los establecimientos que aún operan).
Por otra parte, se debería de extender la red ciclista de la ciudad. El transporte en bicicleta ha resurgido en todo el mundo como una alternativa económica y segura, respondiendo a los requerimientos de sana distancia. Podemos ver ciudades que han creado redes de ciclovías temporales de la noche a la mañana, muchas tan cercanas como Guadalajara o la Ciudad de México. Siendo posible con tan solo pintura, conos y macetas, esto es rápido, sencillo y barato.Además, el tránsito vehicular es mucho menor a lo habitual, evitando posibles conflictos conautomovilistas al redestinar el uso de un carril de circulación o estacionamiento. Algo similar probablemente deba de ser considerado en las callesdonde las banquetas son muy angostas. Finalmente,un carril de autos tiene espacio suficiente parafuncionar como ciclovía y extensión de banqueta.
Asimismo, alrededor del mundo se ha visto la implementación del concepto de calles abiertas. Estas se cierran al tráfico vehicular, con excepción al tránsito local y de vehículos de emergencia. De este modo, lo que antes solía ser un espacio de circulación se convierte en un espacio público activo, donde es posible salir a la calle manteniendo una sana distancia. Además de ser una agradable ruta ciclista y peatonal. Del mismo modo, las calles abiertas responden a la necesidad de ocio y de recreación que la mayoría de los hidrocálidos difícilmente pueden satisfacer en una pequeña casa o departamento.
Otra propuesta que valdría la pena considerar es permitir que los restaurantes ubiquen mesas en la vía pública. De este modo se puede almorzar a una distancia segura y se mantiene la capacidad de comensales del establecimiento más cercana a la existente antes de la crisis.
En realidad, no hay una respuesta segura a como deberían de responder las autoridades. Probablemente alguna combinación entre las propuestas previas con otras que se desarrollen localmente podrían adecuar la ciudad ante esta nueva realidad. Misma que podría durar un buen tiempo, hay quien dice que así será hasta que no exista una vacuna y se adquiera inmunidad de rebaño, algo que nos puede tomar algunos años.
Sin embargo, tampoco debemos de dejar toda la responsabilidad a las autoridades. Como individuos y sociedad civil podemos organizarnos y ser creadores del cambio. Primero que nada, hay que escribir a nuestras autoridades, tanto legisladores como ejecutivos para que conozcan nuestras necesidades.Además, creo que está en la posibilidad de organizaciones vecinales establecer calles abiertas, con simples baldes con un palo y concreto, así como algún señalamiento que puede delimitar estos espacios. Claro que esto siempre con el consentimiento y coordinación de las autoridades, mismo que sería más fácil de lograr con acciones y presión colectiva.
Por otra parte, la responsabilidad de limitar nuestras salidas a viajes esenciales, así como mantener la sana distancia recae en cada uno de nosotros como individuos. Nosotros como sociedad tenemos la capacidad de reducir la transmisión del coronavirus, así como la de transformar nuestro medio a nuevos paradigmas.
Finalmente, los humanos somos sumamente flexibles, la historia de nuestra civilización es muestra de ello. Hemos podido habitar prácticamente todo el planeta, incluso el espacio exterior, las pandemias han estado presentes en toda la historia y siempre salimosadelante, la sociedad está en constante evolución, las crisis solo la aceleran. Así que está en nosotros como vamos a responder, la invitación es a hacerlo de manera responsable y propositiva.