Donde quiera que la muerte nos sorprenda, bienvenida sea siempre, que nuestro grito de guerra haya sido escuchado.
Ernesto Guevara.
Estimado lector, continuando con la reseña del gran revolucionario, es necesario mencionar que después de forjar una postura anti sistema por todo lo sucedido en Guatemala y con un sentimiento encontrado con Estados Unidos. El Che continua su camino hacia la revolución.
Cuando se desata una persecución en contra de los disidentes, el nombre de Ernesto Guevara estaba inscrito en una lista de personas condenadas a muerte, gracias a la intervención de Sánchez Toniuzo el embajador argentino en Guatemala, logra salvar su vida y al Che se le ofrece refugio en Argentina, pero el lo rechaza y decide viajar a México.
Nuestro país es un punto de confluencia geográfica, política e ideológica. La sangre revolucionaria de Ernesto comienza a vincularse cada vez más con el destino guiado por su ideal. Tras unas semanas de estar en el país mexicano, conoce a Hilda Gadea quien sería su futura esposa y ella le lleva a conocer a Raúl Castro, pasó muy poco tiempo para que conociera a Fidel Castro, quien de manera inmediata logro apreciar en la mira de Ernesto Guevara la convicción revolucionaria. El movimiento sufrió una embestida en donde el ejercito mexicano logró confiscar armamento y encarceló a los revolucionarios que estaban afinando los últimos detalles para apoderarse del gobierno cubano.
Cabe mencionar que el Che se casó en Tepotzotlán. Siguiendo el curso de la historia el 25 de noviembre comienza el trayecto con ochenta y dos hombres que llegarían de manera tardía, pero en el momento justo a Cuba, al desembarcar el Che recibe dos balazos que lo único que hicieron fue otorgarle cicatrices para la futura reseña de que su pasado había sido real. En 1958 el Che se instala en la Mesa, un refugio en el que se gestaban las futuras operaciones militares, su liderazgo era nato y su capacidad ejemplar. Fidel y Ernesto avanzaban en su cometido.
El héroe popular debe ser una cosa viva y presente en cada momento de la historia de un pueblo.
Ernesto Guevara.
Fue cuestión de tiempo para que la gestación de la revolución cubana llegara a su objetivo, las tropas revolucionarias entraron victoriosos en la Habana y la historia cambió para siempre. El nuevo orden se establece, pero ahora desde el poder en donde cambia totalmente la perspectiva y la verticalidad de la ejecución del poder. La nueva tesitura política origina una alianza entre Cuba, Rusia y China. Ernesto Guevara estuvo a cargo de la industria, de la banca nacional y también participaba en las negociaciones con los países referidos.
La estridencia norteamericana los llevó a tensar la situación diplomática y posteriormente a una ruptura, a tal grado que osaron invadir Bahía Cochinos, y es ahí, donde nuevamente Ernesto fue a encarar al enemigo sistemático; al ganar la batalla con estrategia y mucha valentía mencionó lo siguiente “es la primera derrota del imperialismo en América Latina y escala mundial”.
La tensión en América Latina seguía latente y es por ello que los cubanos decidieron conformar la Dirección Nacional de las organizaciones integradas. Con el carácter socialista incrustado, era necesario expandir y procurar la tendencia a todo el mundo. El Che se traslada a África y se desplaza al Congo y a Guinea, era una necesidad imperante expandir la ideología revolucionaria, los postulados de Trotsky, Lenin y Marx, seguían vigentes. Y es entonces, cuando enfrenta contra viento y marea a Moisés Tshombé, quien tenía como aliados a los belgas y a los estadounidenses. Tras 7 desgastantes meses, decide salir de esa batalla ajena y que en cierto modo no tenía sentido, pero si una complejidad en demasía.
Se refugia de incognito en Praga y después se traslada nuevamente a Cuba, Ernesto Guevara entendía perfectamente que las guerras y las guerrillas trascienden en conceptos mas inefables que la libertad, no hay fantasías, pero si condenas y choques ideológicos, que dejan reminiscencia en la política. Cuando la tiranía es ley, la revolución es orden.
En cuba se reorganiza y decide ir a Bolivia, sin embargo, ahí ya le llevaban la pista muy bien calculada y fue cuestión de tiempo para que un grupo de militares ranger le tomaran por prisionero y posteriormente le asesinaran. En sus últimos momentos Ernesto le dijo a su ejecutor “póngase sereno y apunte bien: va usted a matar a un hombre”.
La grandeza fue parte de su espíritu, la historia le asistirá para siempre, tuvo fe en sus ideales y esperanza en realizarlos, siempre representara a la libertad y la lucha en contra de la opresión.
En su carta de despedida refirió lo siguiente “Otra vez siento bajo mis talones el costillar Rocinante, vuelvo al camino con la adarga al brazo… Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para mostrar sus verdades…. Y sobre estas palabras el escritor Víctor Montoya expresó:
“Así te recordará la historia viva, la que no olvida, que seguirá cantando: ¡Hasta siempre, comandante…!
In silentio mei verba, la palabra es poder.
