Nos quejamos, a veces por sistema o por inercia, no sé. Lo cierto es que nos quejamos por el encierro al que estamos sometidos por una cuestión de salud pública, pero sin ánimos de parecer ingenuamente optimista y a riesgo de que me ubiques en algún lugar común con estas retóricas baratas de ver el lado positivo por el hecho de estar encerrado en casa, me parece que realmente es una oportunidad de hacer todo aquello que no podemos hacer, principalmente, aunque hay otras razones, por falta de tiempo. Las dos cosas que siempre digo que haría si tuviera tiempo es leer y escuchar música sin limite de tiempo, y bueno, pues resignadamente me he dado a esa tarea, aunque definitivamente escuchar música es parte de mi trabajo, por lo cual me siento el hombre más feliz sobre la faz de la tierra. Leer es una de mis grandes pasiones, y aunque de ordinario no puedo hacerlo con la intensidad que quisiera, sí le dedico a la lectura un par de horas al día, pero ahora que dispongo de más tiempo, pues me he dedicado a devorar libros con singular alegría, sin descuidar, por supuesto, unas bien planeadas sesiones musicales.
Pues te cuento que fue en una de estas sesiones musicales en donde me puse a repasar algunas de las grandes grabaciones en concierto, es decir, mis favoritas, y aunque no sea más que para divertirnos un poco, te propongo mis cinco discos grabados en concierto favoritos. El orden en el que los cito no tiene que ver con preferencias, simplemente los comparto contigo como los voy recordando, estarás de acuerdo conmigo en que decir cuál es el mejor o el favorito resulta un ejercicio estéril. Pues bien, hecha la aclaración, iniciamos.
Uno de los discos que me sorprendieron desde mi adolescencia fue el grabado en concierto en Japón por el grupo inglés Deep Purple, Made in Japan en 1972. En este concierto encontramos en plenitud la mejor versión de Deep Purple con Ian Paice en la batería, Roger Glover en el bajo, Jon Lord en el órgano Hammond, Ritchie Blackmore en la guitarra y el cantante Ian Gillan. La grabación se realizó durante las presentaciones en concierto de Deep Purple en el Festival Hall de Osaka los días 15 y 16 de agosto de 1972 y el disco se publicó en el Reino Unido en diciembre de ese mismo año.
Uno de los discos que definitivamente marcó mi interés creciente por el rock progresivo fue el A live Record de Camel, definitivamente uno los conciertos que más aprecio y disfruto escuchar. Se trata de la primera grabación en concierto de la agrupación inglesa y se publicó en 1978. En los dos discos que forman este extraordinario documento musical encontramos tomas grabadas en directo durante los años de 1974, 1975 y 1978. Se divide en dos partes, el primer disco reúne temas musicales de los discos Mirage y Rain dances con sesiones grabadas en el Hammersmith Odeon en Londres, en Leeds y en el Colston Hall de Briston, Inglaterra. El disco dos nos ofrece íntegramente la obra The snow goose, parar un servidor, el mejor disco de Camel y escucharlo en vivo es un placer inmenso, esta grabación fue hecha desde el mítico Royal Albert Hall de la capital británica en octubre de 1975.
Siguiendo en el recorrido por estos cinco discos está el Seconds Out de Genesis, aunque Peter Gabriel ya no está, el grupo sigue interpretando un rock progresivo que resulta inmaculado, las versiones de canciones grabadas originalmente con Gabriel se escuchan excelente con Phil Collins como Musical Box, Supper’s ready, Firth of fifth, entre otras, además de los temas de discos como Wind & Wuthering y A trick of the tail. Es un discazo, sin duda de los mejores en concierto en la historia del rock, se grabó en París con presentaciones de 1976 y 1977 y cuenta con el refuerzo en la batería de Chester Thompson para que Phil Collins pueda dedicarse a cantar con más libertad, además de la muy afortunada participación de Bill Bruford como músico invitado en el tema Cinema Show.
Y ya que hablamos de Bruford, imposible no contar con el impresionante Yessongs, para algunos conocedores se trata del mejor disco de rock grabado en concierto. En esta grabación Bill Bruford no participa en todos los cortes, se alterna con Alan White, genial baterista, y es también la mejor versión de Yes con Jon Anderson, Chris Squire, Rick Wakeman y Steve Howe, y con la alternancia de estos dos grandes bateristas. Apareció como triple en su lanzamiento original en 1973, la versión en cd lo comprime a dos volúmenes y aparece en el mejor momento de Yes, justo después del disco Close to the Edge, obra maestra del progresivo y un par de años después del infaltable Fragile.
Para cerrar esta lista de mis cinco favoritos en concierto, me quedo con el Live in Pompeii de Pink Floyd, un concierto sin auditorio, grabado para el cine en las ruinas del anfiteatro romano de la mítica Pompeya. La grabación es de octubre de 1971 e interpretan algunos de sus temas icónicos como One of these days, A saucerful of secrets, y una impresionante interpretación de Echoes entre otras cosas. Hay algunas tomas grabadas en París que alternan con el concierto en Pompeya, aquella ciudad que quedó sepultada por la erupción del Vesubio en los tiempos del Imperio romano.
Pues esa es mi lista de mis cinco discos en vivo favoritos, me gustaría conocer tu propuesta.