La diputada morenita María de los Ángeles Huerta del Río produjo y promueve un video con una “respuesta a los medios de comunicación y periodistas conservadores que atacan para desestabilizar al gobierno federal”, a nombre de los legisladores de Morena y del Partido del Trabajo, un joven lee la cartilla de los pecados que según ellos comete este tipo de prensa.
— Gela Huerta Voces del Pueblo (@gelahuerta) May 27, 2020
En menos de un minuto, se establece que la prensa que critica al presidente no quiere debatir, no cumple con su función de informar y dar voz a todos; se insiste en que quienes hoy “encabezan una crítica perversa contra el gobierno” antes fueron sumisos al poder; que con esa actitud inundan las redes con mentiras y medias verdades, con lo que logran inundar las redes con mentiras y medias verdades, en nombre del poder político y económico conservador dividen, confrontan, violentan y azuzan.
A nombre de los diputados de Morena y el PT tira profundas netas de una ingenuidad que no merecen desgastarse para señalar su incongruencia o el necesario matiz que requiere cada uno de esos postulados en relación con el tiempo y la circunstancia: Los oligopolios de la verdad se acabaron; La opinión pública no es la opinión publicada; y La libertad de expresión es de todos, todos los días la ejercen. El regaño, por supuesto, finaliza con el remedio y el trapito para acabar con la mala prensa de hoy en día: “Escuchen al presidente, pregunten, debatan, critiquen, no se arrebaten, éntrenle al diálogo. Así, no”.
Efectivamente, legisladores de Morena y el PT, no, así, no. Dejen de engañar a los ciudadanos concediendo a la prensa un poder que no tiene, es una influencia, a eso se refería Thomas Carlyle al atribuir a Edmund Burke la fórmula de “Cuarto Poder”, a la influencia que podía ejercer la prensa en los poderes del parlamento británico. La prensa, sin etiquetas, sin referentes a partir del enfoque con que deciden editorializar su información, no es un interlocutor de los Poderes Ejecutivo, Legislativo o Judicial, es conjunto es una representación de las voces ciudadanas, todas; esa es la medida del poder de la prensa, lo que en conjunto representa. Al hostigar a los representantes de los medios de comunicación que no están de acuerdo con el presidente intentan reducir el papel de la prensa a repetidores de la opinión de un solo hombre no del conjunto de la población.
El reclamo que hacen a la prensa es un discurso ignorante que, a propósito, confunde las tareas del reportero con las del columnista, que mezcla hechos con opiniones, no se puede someter la discusión pública a un solo punto de vista. Lo que estos acólitos quieren es la prevalencia de un discurso único, la censura, silenciar a la crítica, a quienes no opinen como ellos, a los que no obedezcan, a los que no alaben, a los que no se ponen pajarita para salivar por las mañanas ante la figura presidencial.
Además de ignorante, este cuestionamiento desde el poder a los medios, es malicioso, le resta los lectores capacidad crítica, estableciendo que quienes no quieran escuchar al presidente los están engañando, cuando los discursos desde el púlpito los da el Poder y abusando de los recursos públicos lo replica a través de sus medios. No a la propaganda, no a la sumisión, no al discurso único.
Coda. Bertrand Russell escribe en los Principios de reconstrucción social: “Es mejor que los hombres sean estúpidos, amorfos y tiránicos, antes de que sus pensamientos sean libres. Puesto que si sus pensamientos fueran libres, seguramente no pensarían como nosotros. Y este desastre debe evitarse a toda costa. Así arguyen los enemigos del pensamiento en las profundidades inconscientes de sus almas”. Reitero, así, no, con miedo y censura, no.
@aldan
